El defensor barranquillero se encuentra en estos momentos jugando en el Giresun Spor Klübü, de la Superliga de Turquía, y espera ser llamado por el DT Reinaldo Rueda.
Desde que un jugador empieza su vida profesional su primer sueño es llegar a vestir la camiseta del equipo nacional y jugar un partido en la Copa del Mundo.
A lo largo de los años, el defensor Alexis Pérez ha logrado escalar en su carrera, donde ha pasado momentos felices y complicado. Hace poco le tocó vivir un momento especial de todo jugador llegar a Europa y consolidarse como titular, pero antes de todo eso le tocó remar con una lesión de ligamentos cruzados.
“De todo lo malo siempre se saca lo positivo. Te comento que eso que me ocurrió me enseñó a valorar más cosas y aprovechar los momentos que te da la vida para llegar a donde tú quieres. La clave de mi recuperación fueron mis sueños y mi familia que todos los días me animaba. Ahora estoy con ellos en Turquía y aprovechando cada oportunidad que me da Dios”, manifestó el futbolista.
Sobre su actualidad en el Giresun Spor Klübü de la Superliga de Turquía expresó su felicidad y dejó en claro que quiere seguir trabajando día y noche para ser llamado por el entrenador Reinaldo Rueda.
“Todos saben que sueño con vestir esa camiseta y jugar en el Metropolitano. Pero no es desear es seguir dándole duro para que los ojos estén puestos en mí. Creo que sería un gran momento el poder hacer parte”, indicó el exjugador de Junior de Barranquilla sobre su deseo de estar en la ‘Tricolor’.
De Rueda, Alexis comentó que es un excelente DT algún día le gustaría conversar con él porque varios compañeros le han dicho es un gran ser humano.
“Colombia debe seguir apostando por el talento local. Rueda tiene todas las capacidades de llegar a Colombia al Mundial, el equipo está en un proceso de transición y lo importante es sumar”, sostuvo.
Además de su felicidad de estar en Europa, el defensor barranquillero y su esposa, la modelo inglesa-irlandesa Leanne Shillingford hace poco tuvieron un bebé que llegó para alegrarlos a los dos y a su hijo mayor, Rome Valentino.
“No hay nada mejor que ser papá. Es la mejor bendición que existe en el mundo”, finalizó.
