La representante colombiana en el momento crucial del Concurso Miss Universo. Ocupó el top cinco como una de las mujeres más bellas.
La colombiana, que entre 79 candidatas llegó al top cinco del certamen, habló para MiREDvista desde Israel, donde sigue disfrutando de los sitios turísticos de ese país. También confiesa lo que le pedirá al Niño Dios.
Valeria María Ayos Bossa, la cartagenera de 27 años que participó en la edición 70 del Concurso Miss Universo celebrado en el puerto de Eilat, Israel, se siente orgullosa de haber llegado al top cinco del certamen, entre 79 representantes, pero sobre todo, haber dejado en alto el nombre de Colombia.
En entrevista exclusiva para MiREDvista, desde Israel, donde aún se encuentra pasando una semana conociendo los sitios turísticos de ese país, refiriéndose a la gran final del concurso, Miss Universo Colombia, manifestó: “llegué, donde tenía que llegar. Así lo quiso Dios. No se dieron más las cosas, pero me sentí bien haber escalado hasta el tercer puesto, no fue fácil entre 79 candidatas”.
Contrario de lo que muchos opinaron, Valeria afirma que su respuesta sí fue acertada. “Quedé contenta con lo que respondí, también con todo mi performance tanto en la preliminar como todo mi desempeño. ¿Qué por qué mejor no lo hice en español? Porque quería demostrar que era capaz de dominar una lengua diferente a la mía. Era importante entenderme bien con el jurado, les contesté en inglés en la entrevista”.
Dijo que fue fundamental la entrevista con las jueces y que por eso logró llegar a la final. Se trató más que todo de conocer un poco sobre la personalidad de cada una de las delegadas.
“Este año fue atípico. Como el jurado estuvo en aislamiento debido a la pandemia, nos grabaron y les enviaron los videos con nuestra biografía. Hubo un equipo de la organización, con la presencia de la presidenta Paula Shugart, que grababa nuestras respuestas y se las enviaban al jurado. Siempre estuvimos ahí respondiendo. El contacto con los jueces fue prácticamente visual”.
Para ella, tal vez uno de los momentos más difíciles del torneo fue el desfile preliminar “porque ahí uno irradia más energía, debido a que es el primer contacto visual que uno tiene con el jurado, entonces se siente más adrenalina. En la noche de coronación, en cambio, me sentí más tranquila”.
Una de las prohibiciones que le hicieron a todas las participantes fue el uso de sus celulares, según contó.
Teniendo en cuenta la diferencia horaria, la velada de coronación inició a las 2 de la madrugada, mientras que en Colombia la transmisión se vio a partir de las 8 de la noche. Por estas latitudes nadie sabía que el día anterior todas las concursantes tenían que estar desde las 4 de la tarde (hora de Israel) alistándose para la gran final que terminó a las 5 de la madrugada.
Por otro lado reveló que su compañera de habitación fue Miss Costa Rica Valeria Rees. Y como era su homónima entonces las distinguían como Valeria 1 y Valeria 2. “Con ella hice una gran amistad, pero también con Miss Vietnam, Filipinas, Finlandia, Noruega y con las latinas fuimos muy unidas. La verdad, me llevé bien con todas ellas”.
Desde que llegó a Israel el 28 de noviembre, Valeria quedó gratamente impactada con la cultura de ese país, que califica de maravilloso. Una vez cumplió su compromiso con el reinado, ha aprovechado para conocerlo más. “Ya he estado en Jerusalén, Tel Aviv, en el Muro de los Lamentos, Santo Sepulcro, viendo el río Jordán y Nazaret”.
Sobre sus planes inmediatos reveló que continuará con su labor como Miss Universo Colombia recorriendo el país y hacer visible todas las causas por las que aboga el certamen nacional. “Seguiré trabajando para continuar ayudando a construir un mejor país. Y a nivel profesional, mirar cuáles son las posibilidades que se me pueden abrir a raíz de este éxito. Quiero hacer una maestría en gestión pública y también seguir trabajando como presentadora en la televisión. Ya llevo año y medio en los canales regionales Teleislas y Telecaribe. Quiero seguir en esa línea”.
La princesa universal de la belleza, además de modelo le gusta cantar. Esta última afición, la cultiva desde cuando niña entonaba los éxitos de la desaparecida intérprete texana Selena, gracias a un Cd que le trajo el Niño Dios.
“Soy mezzosoprano y como tal, que ha hecho recitales en Bogotá y Cartagena”, manifestó Valeria, quien en la otra semana regresará a Colombia para pasar la Nohebuena ya sea en Cartagena o en San Andrés, que lo que más le pide al Niño Dios es que vengan muchos éxitos y prosperidad no solo para ella sino para toda su familia que la ha apoyado en todo su proceso.