Esta puesta en escena para una noche de bodas, fue una de las que más llamó la atención de los asistentes por su delicadesa y elegancia. (Fotos ZNC)
Vestidos de novias que marcan tendencia con colores y diseños poco tradicionales mandaron la parada en el festival.
No hay duda que una boda es considerada como uno de los acontecimientos más importantes en la vida de una persona. Por esa razón, hace una década en Barranquilla Wedding Fest fue creado para ofrecer todo lo concerniente a los actos nupciales, que cada año han ido variando según las tendencias.
Luego de una pausa de dos años, debido a la pandemia, la organización cambió de escenario: el Cubo de Cristal del Malecón. Nunca ese moderno y bello lugar, enmarcado por el Río Magdalena, se había visto tan engalanado.
Hermosos y singulares montajes llenos de flores naturales, follajes, candelabros, catering, maniquíes vestidos de novias y un sinnúmero de detalles decorativos llenaron el recinto que, pese a su espaciosa construcción, no fue lo suficiente para albergar al numeroso público que nada más entraba y salía luego de recorrer los sitios que ocuparon más de 100 marcas empresariales participantes.
Para diseñadores, peluqueros, wedding planner, decoradores, chefs, fotógrafos especializados en ese tipo de eventos, expertos en catering y producción, músicos y gente del común haber asistido a esta nueva edición del festival fue una experiencia única a incomparable.
Los numerosos asistentes pudieron disfrutar, en las afueras del Cubo de Cristal, la presentación de orquestas y de una oferta gastronómica, pero en especial de los desfiles que se realizaron miércoles y jueves en una pasarela al aire libre.
En esa puesta en escena hubo modelos que presentaron vestidos de gala para una boda, y propuestas de trajes de novias. Entre ellas estuvieron ex reinas del Carnaval, algunas de las cuales ya han pasado por el altar al dar el “sí quiero”. Hasta la chef Nancy Cabrera se atrevió vestirse de novia.
El personaje invitado en esta edición fue la actriz Amparo Grisales luciendo una moderna creación en tonos ocre y nude, corte sirena y profundo escote en la espalda. Fue tal la sensación que causó su presencia en la pasarela que la diva se vio obligada a devolverse en retribución de los prologados aplausos.
