James Rodríguez llegó el lunes a Barranquilla y alborotó a la hinchada de Junior, pues corrió la versión de que su presencia en la capital del Atlántico obedecía a una posible vinculación suya al equipo tiburón. El futbolista llegó al Ernesto Cortissoz con su hija Salomé, en el avión privado del empresario Christian Daes, CEO de Tecnoglass. La ilusión de los junioristas se desvaneció cuando Fuad Char, accionista del equipo, lo descartó al expresar que James tiene un costo «bastante alto».