“El pelo, las uñas y hasta la nariz, crecen hasta después de morir”, dice un gracioso refrán. Por eso, esa parte que cubre la punta de los dedos debemos tenemos que estarla no solamente cortando periódicamente sino cuidarla.

Es que al igual que nuestras manos, las uñas son una carta de presentación que dice mucho de nuestra imagen y aseo personal. Porque así como utilizamos cremas hidratantes, exfoliantes y lociones para cuidar el rostro, cabello y el resto del cuerpo, las uñas merecen el mismo cuidado.

Para las uñas frágiles, esas que se rompen con facilidad, los expertos recomiendan consumir alimentos ricos en vitaminas A y B. Para impedir este problema es necesario utilizar guantes para ciertos quehaceres domésticos en los que se emplean jabones y detergentes, lo mismo que labores de jardinería.

Si tienes una manicurista personal, exígele que cumpla con todos las normas de bioseguridad, pero si no, aquí te enviamos unos tips para que te arregles tu misma las uñas.  

1.-Hidrátalas con un baño de aceite de oliva por 5 minutos.

2.– No cortar la cutícula. Si las retiras, dejas las uñas sin protección. Lo más sano es empujarlas con un palito de naranjo.

3.-Para limarlas se sugiere utilizar una lima de cartón. Primero remójalas en agua tibia con un poco de jabón.

4.-A la hora de retirar tus esmaltes elige siempre productos suaves, sin acetona, porque estos debilitan la keratina de las uñas y las resecan.