Cuando pienso en Steve Jobs, (nació el 24 de febrero de 1955 y falleció el 5 de octubre de 2011), el visionario cofundador de Apple que convirtió esa empresa en la compañía tecnológica líder en el mundo y además revoluciono la informática móvil, con dispositivos muy populares como el iPhone, de verdad me rindo ante este personaje. Su vida, su transitar valiente, digno, la forma como cómo enfrento la enfermedad, y pensar que murió tan joven, solo tenía 56 años en el 2011. Fue pionero en el concepto del computador personal y nos enseñó a navegar por el mundo de la tecnología haciendo clic en la pantalla con un mouse.
Vaya héroe de la tecnología, revolucionó el planeta con informática móvil, posteriormente en sus últimos años de vida presentó el reproductor de música portátil ¡Pod, el iPhone y la tableta ¡Pad, todo lo cual cambio la manera en que consumimos contenido digital, fue el Mozart de la tecnología, ¿por qué será que todos estos héroes, por lo menos para mí, tienen un desenlace fatal, será que Dios los necesita en el cielo?
Lo que no entiendo es cómo un genio de la informática, trató de combatir su cáncer con dietas alimentarias macrobióticas; iba a espiritistas y se negaba a ser operado, tenía un cáncer de páncreas. Uno de los factores de riesgo en este tipo de cáncer se aumenta en fumadores, fue un tumor neuroendocrino, células de los islotes, que representa aproximadamente un 1% del total de casos de cáncer pancreático detectado anualmente y que puede ser tratado si se trata quirúrgicamente a tiempo; no siempre causan síntomas, lo cual puede dificultar su detección, al parecer sus células se diseminan más lentamente y, por lo tanto, hay más opciones de tratamiento, desgraciadamente en ningún país del mundo supera el 10% a los 5 años en cuanto a mortalidad. Él vivió 7 años, me imagino su angustia, su impotencia, para qué tener tanto dinero si no pudo modificar el destino; decidió retrasar las pruebas diagnósticas y una intervención quirúrgica al que debía someterse, optando por terapias alternativas sin evidencia científica. Esta es la parte que aún no entiendo, ni entenderé, la ciencia le suplicaba a gritos, su familia, pero él ignoró sus consejos durante 9 meses, un periodo de tiempo que muchos consideran fue clave en el desenlace fatídico de su enfermedad.
Y no dudo que Dios le mando una ayuda, ya que Steve Jobs descubrió su cáncer por causalidad. Se hizo una tomografía computarizada para ver si tenía piedras en los riñones y le detectaron una sombra en el páncreas; pero Jobs no se hizo ningún favor retrasando la cirugía.
Nueve meses después, el líder por aquel momento de Apple, decidió operarse. La cirugía consistía en una Cirugía de Whipple, pero los médicos se llevaron una sorpresa desagradable, tenía tres metástasis en el hígado. En 2009 se sometió a un trasplante de hígado, una intervención que se recomienda en casos muy exactos. Presentó complicaciones posteriores como neumonía. Durante sus últimos meses de vida decidió secuenciar su ADN para dar más herramientas a la medicina, analizando su genoma por esta vía para combatir el cáncer. Me atrevería decir que fue uno de los pioneros en este avance de la medicina, al día de hoy, la secuenciación es una herramienta clave en la investigación. ¿Sabían ustedes que Steve Jobs sufría de dislexia? pero esto jamás fue una barrera para triunfar, siempre luchar, creer en sus sueños, alcanzó el éxito, la fama, el dinero, pero hay momentos que eso no influye en tu balanza para vivir.
Esto demuestra que el dinero no lo es todo, hay ciertas enfermedades que se les gana descubriéndolas a tiempo, por lo tanto, eh ahí el éxito de la medicina preventiva, hay que pensar en los médicos, no en lo que te diga el vecino, no le hagan perder el tiempo a los especialistas dilatando tratamientos que cuando se hagan ya puede ser tarde para salvarte. rvegallamas@hotmail.com
