“Solo vendemos lo que nos enamora”, dicen Berrío y Valentina Rodríguez, creadoras de Avinnato, quienes posan en el centro de Madrid.
Avinnato es el negocio digital creado por Ana Berrío y Valentina Rodríguez, cuya especialidad es la venta de bolsos y otros accesorios de grandes diseñadores europeos, pero pre-loved, o de segundo uso.
Ana Berrío y Valentina Rodríguez son dos profesionales jóvenes, visionarias y aterrizadas que, desde que se conocieron en España hace más de un año, hicieron click por muchas cosas en común, pero en especial por su sentido estético y por su gusto por la moda.
Ana, barranquillera de 29 años, es ingeniera civil especialista en gerencia de proyectos e innovación y magister en ingeniería ambiental en Uninorte. Es visionaria, arriesgada, fashionista y a Madrid viajó con su esposo, Ignacio Consuegra, quien fue a hacer un doctorado en Economía con la Fundación Carolina. Valentina es bogotana, abogada y estudiante de un máster en la prestigiosa Escuela de Negocios de Madrid. Es creativa, recursiva y muy pilas en del manejo de redes sociales y herramientas digitales.
Caminando un día por las calles de Madrid, inspiradas por la belleza monumental de una ciudad vanguardista que es un referente de moda internacional, ellas se preguntaron ¿en qué podemos emprender nosotras en Colombia? Y entonces se detuvieron en la tendencia del uso de artículos de segunda mano, o de segundo uso, pensando en que podría tener un mercado en Colombia.
Tras consultarlo mucho, hacer un sondeo entre amigas, familias y en redes sociales, surgió Avinnato, una propuesta que busca extender el ciclo de vida de esos artículos de lujo –bolsos y accesorios, principalmente– que aunque ya no usamos nos resistimos a desprendernos de ellos.
“Avinnato busca darle una nueva oportunidad a ese objeto de lujo que tenemos en el clóset, especialmente marroquinería, que no regalamos porque nos costó mucho, nos gusta y lo cuidamos con esmero –por eso es pre-loved o pre-amado–, o que aunque es un vintage está en muy buen estado. Ya no lo usamos, pero en cambio otras personas quisieran tenerlo, pero no lo pueden conseguir en la tienda de origen”, explica Ana Berrío.
Esta tienda online (@avinnato) se enmarca en la tendencia de las startup, es decir, una empresa que a diferencia de las pymes escala o crece rápidamente haciendo uso de las tecnologías digitales, especialmente las redes sociales.
El mercado del segundo uso es una tendencia mundial que implica una gran responsabilidad con el medio ambiente, pues con ello se contribuye a disminuir la contaminación al tiempo que se combate el delito de la falsificación. “Avinnato va de la mano con la economía circular. Sabemos que el impacto cero en el medio ambiente es imposible, pero se ayuda mucho cuando se reutiliza”, explica la joven ingeniera.
En el top de las marcas vendidas en esta tienda virtual están marcas como Louis Vuitton, que Ana y Valentina cuentan que es la que más le piden o buscan sus clientas; Gucci, Yves Saint Laurent, Prada y Carolina Herrera, que aquí tiene mucha salida, dicen.
Todos los artículos deben estar en muy buen estado, con sus herrajes, cierres y detalles originales. En Europa, donde la moda va volando porque las colecciones se renuevan con cada estación, ellas captan a través de las redes sociales a las personas que quieren vender su bolso de lujo, y tras verificar el excelente estado del artículo y su autenticidad –a través del certificado, la factura o haciendo uso de software especializado–, pactan un valor, lo reciben en consignación y comienza el proceso de la venta.
Aunque en este año de existencia su principal mercado ha sido Colombia, también venden mucho en Panamá, México, Ecuador y Argentina, entre otros países. “Ofrecemos bolsos en excelente estado por el 40, 50 y 60% de su valor en tienda. Reconocemos una réplica a metros, pero además cumplimos todos los protocolos de las tiendas de origen”, dice.
Este par de emprendedoras, que sueña con tener algún día una tienda en físico, dice que está feliz con la acogida recibida. “En general a los colombianos nos gustan mucho los artículos de marca. El lujo es algo aspiracional y estamos convencidas de que quien compra una réplica quisiera tener el original y seguramente el día que pueda lo hará”, concluyen.