Personaje / 5 de noviembre de 2022

‘Chica’ Morales, la cartagenera a la que ningún cargo le queda grande

Araeli ‘La Chica’ Morales siempre mirando hacia el futuro y trabajando por la cultura colombiana.

Zoraida Noriega

La ex ministra y gestora cultural, que se ha movido siempre en el sector, tiene todo listo para la edición 23 de Farex, feria de la cual es fundadora y directora y que se celebrará del 3 al 10 de enero de 2023 en La Heroica.

Nadie la llama Araceli, su nombre de pila, el mismo de su mamá, sino ‘La Chica’ Morales, la enérgica cartagenera de pura cepa a quien ninguno de los cargos que ha ocupado le ha quedado grande, más si van ligados al sector cultural en el que se siempre se ha movido como pez en el agua.

Las ‘Aracelis’ de la casa. La mamá grande y la chica.
Con la icónica cantante cubana Omara Portuondo, una foto tomada cuando ‘La Chica’ era Embajadora de Colombia en Cuba.
Su esposo Jorge Durán ha sido el gran apoyo en sus proyectos. Aquí en el Carnaval de Barranquilla.

¿Con cuál de las dos Aracelis quiere hablar? ¿con la chica o con la grande? solía ser la pregunta cuando alguien llamaba al teléfono de su casa para hablar con ella o su mamá. Y así fueron pasando los años hasta quedarse para siempre como ‘La Chica’.

En una de las inauguraciones de Farex, donde además de expositores y la presencia de reinas, se desarrolla simultáneamente un programa de moda y presentaciones folclóricas.

Desde que tiene memoria creció en un ambiente natural, lleno de libros, pinturas y esculturas; de ahí que el arte y la cultura han sido su pasión. Como dice ella: “trabajar por la cultura es mi proyecto de vida”.

Luis Carlos (el célebre Tuerto López considerado como el mejor poeta de La Heroica) fue su tío abuelo, y es hermana de Darío Morales, uno de los grandes pintores de Colombia que falleció hace 34 años.

Dice que esa sensibilidad por el arte nació  más que todo por la relación que siempre tuvo con Darío desde cuando él tenía en Cartagena el taller Los Quince que ella visitaba con frecuencia y le explicaba quiénes eran los artistas. Siendo niña, de la mano de su hermano conoció París y recorrió todos los museos.

Con sus bellas hijas, Juliana y Catalina y sus tres nietas.

Fue una de las más vehementes impulsoras del Festival de las Artes Escénicas del Gran Caribe, gerente del Festival Internacional de Cine, directora del Teatro Adolfo Mejía, cónsul general de Colombia en Buenos Aires, Argentina; cónsul honoraria de Chile en Cartagena,  embajadora en Cuba, Ministra de Cultura y fundó hace 23 años la Feria Internacional de Artesanías Exportables, Farex, que se llevará a cabo a comienzos de enero en La Heroica.

DEFENSORA DE LA CHAMPETA

Casada con Jorge Durán, madre de Juliana y Catalina, abuela de tres nietas, viajera incansable, bailadora y defensora de la champeta con ninguna, esta administradora de empresas que fue hasta reina de belleza por el departamento de Bolívar en 1977, y que también quiso ser actriz, ni el cáncer que padeció hace 14 años la amilanó para seguir trabajando en sus proyectos con el mismo entusiasmo y dinamismo y enfrentando retos.

Entre sus anécdotas,  está el concierto de champeta que organizó en la Plaza de la Aduana de Cartagena. Pese a los tropiezos que inicialmente tuvo con la policía, fue todo un éxito. Es cuando después decide llevarse uno de esos grupos para Bogotá  para presentarlo en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán, poniendo a bailar a los cachacos al ritmo del alegre género musical cartagenero.

En plena fiesta con los intérpretes de champeta en Cartagena, luego del concierto que organizó en la Plaza de la Aduana en el 2000.

Al ser nombrada Ministra de Cultura, uno de sus propósitos fue seguir apoyando la champeta. Cuando se enteró que en París se celebraba un festival con músicos africanos, ni corta ni perezosa buscó recursos con la empresa privada y gestionó el viaje de cinco de los intérpretes colombianos para llevarlos a Francia. “¡Hasta bailé con ellos cuando me llamaron a la tarima!  Fue una locura”, recuerda.

Al poco tiempo, trajo a los músicos africanos para una presentación en Colombia.

“LO MÍO ES GESTIONAR”

¿Qué pasó con el Festival de Artes Escénicas del Caribe?

-Lo fundé junto con la antropóloga y documentalista Gloria Triana. Era un sueño que teníamos; logramos hacer cuatro versiones, pero infortunadamente en Cartagena no nos siguieron respaldando económicamente. La idea era apoyar no solo las manifestaciones culturales de todo el Caribe, sino del exterior. A pesar de que era gratuito, el alcalde de turno y la directora del Teatro Adolfo Mejía de ese año nos quería cobrar hasta el alquiler del teatro.  

Jorge Durán, su esposa y la antropóloga Gloria Triana.
De viaje por Alemania, donde reside su hija Juliana, quien es historiadora de arte.

Como gerente del Festival Internacional de Cine, ¿qué logró?

-Permanecí un año en ese cargo que no existía. Fue cuando se hizo la transición entre RCN y el Festival. Conseguí el plan para que el FICCI fuera sostenible.

¿Y en el Teatro Adolfo Mejía?

-Permanecí cinco años como directora. La idea que tenía la alcaldesa de ese entonces, Judith Pinedo, era que o manejara la alcaldía. Nunca había presupuesto para el teatro, porque dependía del Instituto de Patrimonio y Cultura. Por eso es que hoy el Adolfo Mejía no tiene una gran oferta cultural.

Tomando posesión como Embajadora de Colombia en Cuba ante María Ángela Holguín.

Pero usted renunció de ese cargo para dirigir Sayco, que no duró mucho tiempo, todo un desafío en su carrera.

-Sí. Pensé que podía llevar a cabo algunas estrategias con miras a mejorar las condiciones de los socios, pero no se pudo. Por eso decliné.

¿Volvería a aceptar un cargo diplomático?

-Lo que pasa es que esos cargos son como del momento, a menos que la persona tenga una carrera diplomática. Claro que uno no puede decir de esta agua no beberé. Hay  unos cargos que le llegan a uno por la experiencia, como me pasó con el presidente Juan Manuel Santos que teniendo en cuenta mis gestiones en la cultura, pese a que yo no he estado vinculada a la política, me nombró Embajadora de Colombia en Cuba.

La pareja en uno de sus tantos viajes al Oriente.
Del calor cartagenero al glaciar Perito Moreno en Argentina.

¿No le han ofrecido lanzarse a la alcaldía o gobernación de Cartagena?

-Muchas veces, pero he preferido gestionar en lo cultural, social y la parte educativa.

¿Cómo ve el sector cultural en el nuevo gobierno?

-Pienso que desde que se creó esa cartera ministerial los gobiernos le están dando importancia a la cultura. Parece que el nuevo Gobierno le va a dar más recursos, lo dijo en una reunión en la que estuve. Claro, que también depende de la gestión que haga el ministerio, yo me acuerdo que cuando estuve al frente no había suficientes recursos y tuve que tocar muchas puertas a nivel internacional.

¿Cómo considera que está el movimiento cultural en Cartagena, siendo una ciudad tan turística?

-Le falta mucho más apoyo de las instituciones, tanto de la Gobernación como la Alcaldía, para emprender proyectos culturales. Por ejemplo, el Teatro Adolfo Mejía debe tener una oferta cultural permanente como cualquier ciudad turística como es Cartagena.

Las tres ‘Chicas’ de la familia hacen planes todos los años para viajar por el mundo.

ASI NACIÓ FAREX

 “Siempre tuve la inquietud que Cartagena debería tener su propia feria, como Expoartesanías en  Bogotá, a la cual he ido todos los años. Me inquietaba cómo en el Caribe Colombiano los artesanos no tenían un lugar para mostrar sus productos”.

“Hace 23 años decidí hacer la Feria Internacional de Artesanías Exportables, Farex, que es una muestra del patrimonio inmaterial y proyecto de turismo cultural para que los artistas manuales de la comunidad indígena y afrodescendientes, entre otros, expusieran sus creaciones, así como también artistas internacionales”.

Del 3 al  10 de enero de 2023 Farex abrirá sus puertas en el Centro de Eventos y Convenciones.

“Es un trabajo que requiere muchísimo esfuerzo. Pero yo diría que con la pasión que le pongo, sigo trabajando cada año. Cuento con el apoyo de mis esposo e hijas, y con un comité”.

A través de la Fundación Farex, presenta proyectos al ministerio que la ha venido respaldando.

“La feria se ha sostenido más que todo por la alta calidad de los trabajos de los expositores”, dijo por último ‘La Chica’ Morales, quien asegura que gracias a la alegría, la felicidad, el amor y el optimismo la salvaron del cáncer, a ella y a su esposo, quien hace 8 años también padeció la enfermedad en el estómago.

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