Silvana Puello de Pumarejo es una joven dinámica, alegre y baila al son que le toquen, lo mismo que a su esposo, quien siente predilección por la salsa
Dice Silvana Puello de Pumarejo, esposa del alcalde Jaime Pumarejo. Cuenta qué la enamoró, cómo es su día a día, su gustos y explica que la pandemia no ha logrado que sus proyectos se paralicen.
Cuando Silvana Puello comenzó a salir con Jaime Pumarejo, quien para ese entonces trabajaba en la primera administración de Alex Char, su círculo de amigos le tomaban el pelo llamándola “Primera Dama”, porque ya se corría el rumor de que su hoy esposo aspiraría a ser el sucesor de Char en la Alcaldía. Aunque ella no lo tomaba en serio, pues por su cabeza en ese momento nunca pasó llegar a serlo, sí tenía claro desde que lo conoció que a Jaime le gustaba la política y que podía llegar a ser la primera autoridad de Barranquilla.
Para esta cartagenera de nacimiento, pero barranquillera de corazón, haber asumido el rol de Primera Dama ha sido un reto a nivel personal, sobre todo en esta pandemia que, como dice ella, “nos ha obligado a enfrentarnos a muchos temores y ofrecernos mayor crecimiento y aprendizaje. En el trabajo nos ha tocado reinventarnos y adaptar los programas establecidos, sin dejarlos a un lado”.
El hecho de ocupar tan importante posición no significa que a Silvana se le haya inflado el ego. Por el contrario, sigue siendo la misma persona amable y sencilla, “porque uno debe tener los pies sobre la tierra. Me incomoda mucho cuando la gente quiere aprovecharse de su posición para beneficio propio”.
Es egresada de la facultad de Comunicación Social de la Universidad del Norte, se conoció con Jaime en una de las tantas actividades que coincidían los colegios donde estudiaban. Ella en el Jorge Washington de Cartagena y él en el Karl C. Parrish. “Nos pasábamos papelitos, noticas amorosas, y dejamos de vernos por un tiempo”, recuerda entre risas. De él la sedujo su inteligencia.
La relación amorosa fu afianzándose desde el momento en que Silvana se radicó en Barranquilla, donde se casaron hace 7 años, tras 2 y medio de noviazgo, sin que la distancia los volviera separar pues en un tiempo la empresa en la que trabajaba, tuvo que trasladarla a Bogotá.
SU DÍA A DÍA
Silvana Puello confiesa que no es madrugadora. Nunca lo ha sido, pero se acuesta pasada la medianoche organizando su agenda diaria y leyendo, lo mismo que hace su esposo, porque en su habitación no hay televisor sino en el estudio.
A las 9:30 a.m ya está en pie cumpliendo con sus actividades de campo, lo que hace que no tenga tiempo de los ejercicios que antes para ella era rutinarios.
Los esposos Pumarejo se ven solamente por las noches, tiempo que Jaime aprovecha para cocinar. “A él lo desestresa mucho. Y lo hace muy bien, aunque yo a veces lo ayudo”
Quienes conocen la habilidad gastronómica del Alcalde aseguran que tiene buena sazón y que desde que se lanzó a la arena política comenzó una dieta que lo ha hecho bajar de peso “por vanidad y salud”.
Silvana no oculta su fascinación por la moda, pero no está muy pendiente de las tendencias. “Si algo que está en furor no me queda bien, no me lo pongo. Yo no estoy de acuerdo con eso de que la moda no incomoda. Entre más sencilla me vista, más me gusta”.
Reconoce que no tiene necesidad de asesorar su marido en cuanto a vestuario, porque “él es descomplicado. Le encantan las camisas tipo uniformes y sus infaltables tenis”.
En cuanto a su círculo social, manifiesta que tiene “grande amigas. Yo sí me puedo dar el lujo de contar a las amigas con los dedos de la mano, contrario de lo que dice el refrán. A raíz de la pandemia no hemos podido vernos y por el trabajo que vengo realizando en la oficina”.
CUATRO PILARES
El Hogar de Paso fue el sitio que escogió como Primera Dama para iniciar su trabajo de transformación ciudadana. “Durante la campaña a la Alcaldía, ya había estado en ese centro de atención en varias actividades. “Fue una grata experiencia. Me di cuenta que los habitantes de la calle son personas alegres que siempre tienen una sonrisa. Con ellos salí desfilando en La Guacherna y se portaron muy bien”.
Durante este cuatrienio ha planteado trabajar en cuatro pilares. EL primero es la inclusión en el ámbito laboral de personas en condición de discapacidad; el segundo dignificar la labor de los recicladores; el tercero es la reducción del embarazo en adolescentes; y el cuarto es la protección de los derechos de nuestros niños.
“En la prevención del maltrato a los niños nos hemos enfocado en la erradicación del trabajo infantil y prevención del abuso sexual. Con este último hemos desarrollado una campaña muy linda que se llama ‘Mi casa, mi hogar’. Se trata de libros para colorear y lo hicimos con Gestión Social con el apoyo de Unicef. Como no están asistiendo al colegio por la pandemia, estamos llevando esos materiales casa por casa”.
“También hemos hecho presencia en el Internado Monseñor Víctor Tamayo y acompañando a los operativos que se han hecho cuando se ubican a las familias que están en las calles con los niños. Con esto tenemos planeado un trabajo de sensibilización con la ciudadanía. Que las personas que quieran donar algo, lo hagan a través de una fundación para que sea más organizado”.
“Sin embargo –continua Silvana– apareció de pronto un quinto reto que es el coronavirus. Ha absorbido en gran parte nuestro tiempo. Pero lo que hemos hecho es que esos pilares los hemos incorporado en todo lo que nos ha tocado hacer durante la pandemia. El 80% de mis actividades ahora mismo son enfocadas a llevar bienestar a las comunidades, ya sea a través de donaciones, actividades y de charlas llevando expertos. Pero todo esto sin dejar a un lado los cuatro proyectos”.
“Ahora mismo está el reto al que nos ha tocado enfrentamos y es el de la ciudad post-covid, aunque durante la pandemia no hemos parado de trabajar”, concluyó la Primera Dama, quien a pesar de su frecuentes contactos con los habitantes de los barrios, asegura no tener temor contagiarse, “porque mientras que uno cumpla con las medidas de bioseguridad es difícil contraer el virus”.