El autor, el periodista Juan Carlos Díaz, quiere llegar a sus lectores con una novedosa propuesta en la presentación de la obra.

San Jacinto, la tierra que embrujó al compositor Adolfo Pacheco y su vida, son los protagonistas de la nueva obra del periodista Juan Carlos Díaz, oriundo de la misma tierra del maestro, y quien desde hace años ha trabajado en esta obra que está a punto de ser lanzada al mercado.

‘Embrujo, la leyenda de Adolfo Pacheco’, se titula la obra que fue inspirado en el pensamiento y sentir del maestro Pacheco cuando se refería a su tierra natal de la cual decía tenía una magia especial, un embrujo.

El maestro Adolfo Pacheco, quien falleciera recientemente, nació el 8 de agosto  de 1940, y al acercarse la fecha de su natalicio, Díaz aprovechará los eventos en que se conmemorará la vida del autor y cantante, para hacer el lanzamiento del libro, probablemente en la ciudad de Cartagena.

La obra se remonta a los años 20, 30 y 40; contiene además de anécdotas del protagonista y sus amigos, la descripción de cómo era San Jacinto antes del nacimiento del maestro Pacheco, su infancia, sus años de colegio, juventud y todo lo que rodeó su vida artística, hasta el día de su muerte.

El maestro Adolfo Pacheco Anillo fue cantautor de música de acordeón propia de las sabanas de Bolívar, Sucre y Córdoba y entre sus composiciones se recuerdan ‘La Hamaca Grande’, ‘El Viejo Miguel’, ‘El Cordobés’, ‘Me rindo Majestad’ y ‘El Tropezón’, entre otras.

Célebres exponentes del vallenato de todas las generaciones, sumados a grandes representantes de la cumbia desde Landero hasta Carmelo Torres, pasando por los gaiteros de San Jacinto, interpretaron la música de este gran juglar.

Otro autores se refieren al maestro Pacheco como un creador que ha plasmado en sus composiciones los encantos de su tierra, momentos puntuales de su vida, sus ideas sobre la música y todo que le dejó el haber sido paralelamente político, periodista, deportista, padre de familia y criador de gallos de pelea, entre otras.

En el libro de Díaz se destacan los años 50 y 60 cuando el maestro se inicia como compositor, obras que se hicieron éxitos en las voces de sus diferentes intérpretes justamente en esas décadas.

Explica el autor que si bien cada capítulo es un libro que puede leerse de manera independiente, el mismo es una cronología que le da continuidad, a pesar de que cada capítulo tiene un prólogo diferente.

“Yo describo esta obra como un reportaje de largo aliento, tiene más de 50 voces o testimonios de personas entrevistadas para el libro, además de mi experiencia y vivencia personal con él, a quien conocí siendo yo muy niño, porque mi papá cantaba con él”.

El padre del periodista, Juan Elías Díaz, tenía un taller de talabartería y allí se reunía con sus amigos a hacer tertulias, cantar, versear  y hacer parrandas. Uno de esos amigos, era, precisamente, Adolfo Pacheco.

‘Embrujo’, destaca la obra de Pacheco y su vida artística, pero también destacan su rol de docente, de matemático y lingüista

Asegura Juan Carlos Díaz que después de eso, siendo ya adulto, su relación con el maestro fue más cercana, hasta el punto que tuvo participación en el festival ‘La Hamaca Grande’, creado en honor a la composición insigne del maestro Pacheco, y que se celebra en la ciudad de Cartagena.

El libro está en su etapa final, y el mismo está dividido en cinco capítulos, cada uno de los cuales será presentado por aparte en un pequeño libro de no más de 50 a 60 páginas cada uno, y los cinco serán presentados en un mismo estuche.

“La idea es que la persona tenga la oportunidad de leer todo el libro con toda la calma del caso, es decir que lea primero un capítulo, y disponga luego de otro espacio para leer el segundo y así hasta que lo lea por completo. La presentación por capítulos en pequeños libros es una manera de invitar a la gente a que lea sin preocuparse porque le falta mucho, es decir la idea es no producir un choque psicológico con un libro de 250 o 300 páginas”.

La obra en su contexto tendrá además de cinco caratulas con sendas ilustraciones, cinco prólogos de invitados especiales que son amigos del lector, como Estewil Quezada, Gustavo Tatis, Manuel Lozano Pineda, Vicente Arcieri y Fausto Pérez Villarreal.