Con Plantú Paper, la barranquillera Stefanny Vizcaíno Barrera transforma el papel en germinable.

¿Es posible tener un calendario, una hoja volante o una tarjeta de presentación, cortarlos en pedazos y sembrarlos para que germinen ají, rúgula y tomate?

Seguramente su respuesta es un “No”, pero si le decimos que en Barranquilla hay un emprendimiento que transforma esa “basura” en papel plantable, créalo.

Porque a la creadora de “Plantú Paper”, como así se denomina, la activista juvenil Stefanny Vizcaíno Barrera, siempre se había preguntado cómo lograr un tipo de papel que al final no dejara desperdicios para el planeta. Con los meses descubrió el papel plantable.

A esta barranquillera egresada de Negocios Internacionales de la Universidad del Norte, siempre le dio vueltas en la cabeza brindar experiencias sostenibles y de generar consciencia ambiental.

Así le fue dando forma a este emprendimiento social que reemplaza la función de un típico papel de “Usar y tirar” por uno de “Usar y Plantar”.

¿Cómo es posible este proceso?

Reciclando y transformando el papel un solo uso, en papel germinable, reciclado, biodegradable y con el que se puede cultivar huertas caseras.

Nuestro papel –dice- es 100% reciclado, artesanal, hecho a mano. Cada papel es único e irrepetible, sin tintas ni químicos contaminantes, que contiene chispitas mágicas o semillas . Stefanny explica que al sembrar el papel, la persona puede descubrir la magia de la naturaleza en su interior porque desde nuestras casas podemos sembrar y recoger hortalizas, por ejemplo, para nuestro consumo.

“Puedes escribir sobre el papel, plantarlo, cuidarlo con mucho amor, verlo crecer dentro de 15-20 días y cocinarlo”, asegura, al explicar que manejan semillas como rúgula, ají, sésamo, tomate, lechuga, zanahoria y pasto, entre otros.

Explica que este proceso que realizan en la planta que tienen en el municipio de Soledad, el material reciclado es sometido a un tratamiento para quitarle los químicos hasta transformarlo en papel plantable o papel semilla que crecerá una vez entre en contacto con el agua.

Uno de los primeros clientes, la Caja de Compensación Familiar, Combarranquilla, le encargó a finales de año la elaboración de 2.200 calendarios plantables. La acogida fue total, dice.

Stefanny recuerda que este proyecto empezó a tomar formar cuando resultaron ganadores del proyecto “Imagina tu ciudá” en la categoría de Ciudades Sostenibles, convocado por la Cámara de Comercio de Barranquilla.

Plantú fue escogida entre 672 propuestas como la mejor idea de impacto sostenible para la ciudad.

A los pocos meses en Medellín, lo seleccionaron entre diez emprendimientos de todo el país en Impact HUB de Impacto 2030, un programa de incubación de 16 semanas que brinda apoyo a proyectos con alto potencial de impacto en los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) y que estén en etapa temprana.

El otro gran impulso lo recibió del programa Quilla Innova, que realizan la Secretaría de Desarrollo Económico de la Alcaldía y la Universidad Simón Bolívar. Allí fueron escogidos entre 12 emprendimientos.

Steffany, que tiene doble titulación en el École Supérieure de Commerce et de Management de Poitiers, Francia, recuerda que su pasión por la naturaleza y los animales empezó desde el colegio.

Arrancó con un blog en Facebook “El planeta está en tus manos, no lo dejes caer” en el que escribía sobre la contaminación en el mundo. Cuando ingresó a la universidad se sumó a grupos de voluntariado con la idea de generar ideas sobre cómo hacer un cambio en la comunidad.

Allí nació el proyecto Scribble en el que enseñaron inglés a niños de comunidades vulnerables, que además aprendieron a reciclar, y meses después, con el Proyecto Waves4, llevaron agua potable a 100 familias indígenas wayuu.

Es voluntaria y activista para los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030, ha hecho parte del equipo organizador de Charlas TEDx en Barranquilla y curadora de Global Shapers HUB Barranquilla  2018-2019, entre muchas otras actividades.

Stefanny dice que la próxima meta en Plantú Paper es diseñar un lápiz plantable y cajas para empacar objetos livianos.