Nutritiva, deliciosa y sobre todo fácil de preparar. La crema de ahuyama es otro plato que invita a que todos la saboreemos.
Seguimos a tono con recetas prácticas, deliciosas y muy saludables y esta es perfecta para celebrar en cualquier fecha, además que al servirla es toda una inspiración por su color. Un color propio que se guarda en el corazón de esta calabaza comestible, que es generosa en virtudes de su preparación ya que con ella se puede hacer presentación de platos dulces y platos salados.
Estamos hablando de la famosa ahuyama y se las escribo así como aparece en el diccionario de ese hombre maravilloso que nos dejó el más sustancioso conocimiento de cocina como fue Lácydes Moreno Blanco, periodista, escritor, diplomático y costeño. Él mismo decía que nada más rico que un puré de ahuyama. Nada más sagrado que la ahuyama en un sancocho costeño. Y nada más refrescante que un jugo de ahuyama. Esta receta es de muchas vitaminas, especial para esta época en donde por todos los lados escuchamos la cantaleta de «subir defensas». Como si las defensas se subieran de los pies a la cabeza. Las defensas deben estar siempre en el organismo con la sana alimentación y la tranquilidad.
CREMA DE AHUYAMA AHUMADA
INGREDIENTES
500 gr – de ahuyama
1 litro – de caldo de pollo
50 gr – de cebolla roja
Crema de leche – sal y pimienta al gusto
PREPARACIÓN
El secreto está es saber asar la ahuyama, ni mucho, ni muy poquito.
Pele y corte la ahuyama en cubos, póngala en un grill (parrilla) a fuego alto.
En la olla con el caldo ponga la cebolla, sal, pimienta, la ahuyama y déjela cocinar.
Déjela reposar, luego licuar y al servirla con una cucharita póngale en el centro una figurita de crema de leche. Es deliciosa, fácil y muy nutritiva.
NOTA: La ahuyama que se siembra en la Costa colombiana es muy distinta a la ahuyama del interior. La ahuyama del Caribe es tierna, de un color más intenso y más dulce en su sabor.