Parte del grupo de mujeres que se reúne mensualmente alrededor de una mesa para desayunar, compartir vivencias, sonrisas y celebrar cumpleaños.
La amistad es una relación afectiva que se establece entre dos o más individuos, y está asociada a valores fundamentales como el amor, la lealtad, la solidaridad, la incondicionalidad, la sinceridad y el compromiso, y que se cultiva con el trato asiduo y el interés recíproco a lo largo del tiempo.
Muchas amistades nacen en el colegio y se mantienen por toda la vida. Otras nacen de las interrelaciones que se dan por ejemplo en el trabajo, o en el barrio donde se crece. Pueden ser mixtas, pero generalmente son de un mismo género.
MiREDVista trae hoy el testimonio de dos grupos fuertes de amigos, que sintetizan el auténtico sentido de ese valor. Uno exclusivo de mujeres, donde las diferencias de edad no cuentan, y otro de hombres contemporáneos en edad.
EN LOS DESAYUNOS
El grupo de los ‘desayunos’ lo integran mujeres de varias generaciones.
Cada mes se reúne en casas y restaurantes para compartir el primer alimento mañanero. Los comentarios regularmente giran alrededor del acontecer diario, de lo que pasa en la ciudad, en la sociedad, de lo que cada una ha hecho durante el mes, de planes y hasta cuentan chistes. La “cofradía” la convocan a través de chat, con la exigencia de que tienen que llegar puntuales a la cita los sábados.
Son diez mujeres, cada una con oficios, profesiones y edades diferentes. Ella son: Ruby Palma, Carmen Nicolella ‘la Nena Lela’, Margarita de Gerlein y sus hijas Margarita Eugenia y Liliana, Diana Herrera, Angie Choperena, Zoraida Noriega, Vivian Saad y Pachy Páez. Rosa de Daccarett, una de las más amorosas, divertida y buena conversadora lastimosamente falleció el mes pasado dejando un gran vacío en el grupo.
En los suculentos desayunos cada quien pide a su gusto los platos que contiene el menú del restaurante al que en común acuerdo han escogido. En esas reuniones hay intercambios: “¡Prueben esto que está divino!”, se oye decir con frecuencia. En un momento se olvidan de la dieta porque en la mesa hay variedad de tentativos platos que van desde la arepa asada, arepa de huevo, chicharrones, quesos de todo tipo, pan, huevos al gusto, omelette, chocolate o café, frutas y jugos. Al final hacen una ‘vaca’ y todas pagan por igual. Si es en la casa de una de ellas, la anfitriona, que sabe los gustos de cada quien, no escatima en hacer un espléndido bufet.
El grupo festeja los cumpleaños del mes que regularmente son amenizados con tríos y mariachis en vivo. Todas terminan bailando y cantando en coro con los músicos; la alegría es total porque todas son guapachosas. Pero también celebra otras fechas especiales como Navidad, Fin de Año y el Día de Amor y Amistad con intercambios de regalos.
En diciembre del año pasado, por ejemplo, alquilaron una buseta para que las llevara y trajera al Malecón del Río para presenciar la apertura de la iluminación navideña. Lo mismo hicieron en la reciente pretemporada de Carnaval para ver la coronación y conciertos.
La conversación se prolonga tanto, que los desayunos terminan en un brunch (hasta las 11 a.m.). Como dice el refrán: “la amistad no tiene edad, ni tiempo, ni distancias, perdura para siempre en el alma”.
LOS ‘APÓSTOLES’ DEL ALEMÁN
Son como los 12 Apóstoles de la Biblia, muy distintos, pero muy unidos, con gustos y profesiones diferentes, pero con valores en común como la lealtad, la solidaridad, la responsabilidad, que han logrado mantenerlos unidos por más de 15 años.
Juan Carlos Manjarrez, David Vanegas y David Cianci, médicos; Sebastián Madariaga, ingeniero mecánico; José De la Rosa estudió Relaciones Internacionales; Juan Esteban Ariza es chef; Kevin García, ingeniero electrónico; Luis Carlos Quiñones, abogado; Juan David Rueda, negocios Internacionales; Juan Carlos Donado, administrador de empresas; Sebastián Henao, aviador, y Luigi Venegas y Joshua Mattar, comunicadores sociales, se conocieron iniciando el bachillerato en el Colegio Alemán de Barranquilla, y hoy, cuando ya son profesionales y están viviendo en distintas ciudades de Colombia y fuera del país, como Manjarrez, siguen siendo tan “llavería”, como cuando apenas eran unos adolescentes.
Ellos se sienten hermanos de la vida “y para toda la vida”. Comparten el amor por el Junior, el gusto por la música, disfrutar de un plan frente al mar y “mamarle gallo” a la vida, y como si fuera poco, todos tienen fama de ser unos excelentes trabajadores y buenos miembros de familia.
Este grupo de amigos se mantiene en contacto desde hace muchos años, (casi que desde comenzó a conocerse), a través de un grupo de whatsapp con un nombre bastante sugestivo: “Parranda, ron y mujeres”.
Antes de la pandemia, siempre tenían una excusa para reunirse, generalmente en la casa de Sebastián; organizaban con frecuencia paseos a Cartagena para disfrutar de las noches románticas o visitar las islas y disfrutar del sol, la playa y el mar. A las fiestas o paseos se permite llevar mujeres: las hermanas o las novias, algunas de las cuales se han sentido “celosas” de esa docena de amigos que son más fuertes en su solidaridad y camaradería, que el mejor equipo de fútbol del mundo, pero ellos prefieren ser socialmente un grupo sólo de hombres.
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