Vida Cultural / 3 de agosto de 2024

El anfitrión que mantiene al día el Museo del Carnaval

Rubén Guzmán, coordinador del Museo del Carnaval, no solo ha recibido en el museo a candidatas de Miss Universe Colombia y reinas de belleza, también a visitantes ilustres nacionales e internacionales.

Miguel Utria

Tras llegar como apoyo a las tareas del equipo de logística de Carnaval SAS, por su desempeño a Rubén Guzmán ha podido asumir varios roles en la organización de la máxima fiesta barranquillera.

Fachada del Museo del Carnaval de Barranquilla que se gestó durante la dirección de Carla Celia.

Una de las aspiraciones de cualquier profesional cuando llega a trabajar a una empresa es escalar posiciones o tener la oportunidad de demostrar diferentes aptitudes para cargos diferentes. De llegarse a dar esas situaciones será la satisfacción de un logro.

Ese es el caso de Rubén Guzmán Vides, actual coordinador general del Museo del Carnaval de Barranquilla. Es comunicador social de la Universidad Autónoma de Caribe, con énfasis en comunicación organizacional, y tras recibirse como profesional aplicó para el cargo de apoyo logístico en la empresa Carnaval SAS siendo, en ese entonces, gerente Carla Celia.

Trabajó en el área de eventos de la entidad haciendo parte todo lo relacionado con la organización de los mismos, en un proceso que duró varios años, bajo la coordinación de Luz Alejandra Aguilar, Roberto Díaz y Mario Beltrán.

“Yo ingreso como asistente de ellos, en todo lo relacionado con la parte de eventos, en un proceso desarrollado entre 2005 y 2011. Pero después de que pasó el Carnaval de Marcela Dávila el área de comunicaciones necesitaba un periodista que apoyara toda su gestión y yo me postulé siendo seleccionado”, afirma el joven comunicador.

Rubén Guzmán da la bienvenida a quienes visitan el museo.

En el marco de su trabajo de apoyo al tema de comunicación y prensa se fue empapando de lo relacionado con la parte administrativa de esa área y afinando en sus conocimientos de redacción de la mano de la desaparecida comunicadora Lisbeth Díaz Flórez y de Nístar Romero. Esta enseñanza hizo que se le encargara la redacción de todo lo relacionado con comunicados de prensa y demás textos que se requerían en la dependencia.

Durante ese tiempo la figura de asistente de comunicaciones desaparece del organigrama y le encargan ser el coordinador de dicha dependencia, bajo la dirección de Ana María Osorio, quien le dio la oportunidad de poner en práctica lo aprendido en materia administrativa como cultivar la relación con otras empresas y todo el proceso de contratación.

NUEVA RESPONSABILIDAD

“En esta nueva responsabilidad me toca asumir la relación con los proveedores, el tema de la marca, la construcción y vigilancia de contenidos, y cuando llegaba la temporada de pre y carnaval apoyaba la relación con medios y todo lo concerniente a prensa como tal”.

A finales de 2019, cuando se crea e inaugura el Museo del Carnaval, asume el apoyo periodístico y las actividades de dicha dependencia bajo la coordinación de la persona encargada. Ello le permitió conocer el manejo de dichas actividades hasta que llegó el tiempo de la pandemia por Covid 19 cuando el museo es cerrado definitivamente para acceso al público.

Cuando se reactivan los procesos económicos y actividades de tipo cultural, deportivo y demás que permitían la presencia de público y personal a cargo de oficinas, quien estaba al frente del museo no regresó al cargo porque había ingresado a trabajar en otra entidad.

La Gobernadora del Chocó, Nubia Córdoba, fue invitada al museo por el alcalde Alex Char. Guzmán acompañó el recorrido.

“En ese entonces el museo quedó prácticamente sin dolientes, por lo que nos encargábamos de actividades muy puntuales como era la elaboración de la agenda, y como tenía más autonomía fui aprendiendo más de su manejo, me aprendí el libreto, estudié la historia del carnaval, de las reinas, de todo el proceso de creación de dicho espacio, etc.,  pero además por tener el conocimiento como guía, prácticamente termino asumiendo todo lo relacionado con el Museo del Carnaval”.

Asegura Rubén que con la llegada de Sandra Gómez Molina como gerente de Carnaval S.A.S. inicia un proceso de reestructuración de cargos de la empresa. En ese proceso se estudian los perfiles del personal activo, y él aprovechó para aplicar como coordinador general del museo, propuesta que fue llevada a la junta directiva que finalmente aprobó su nombre para el cargo.

Catriona Gray, Miss Universo 2018, conoció las instalaciones y quedó maravillada.

Tras asumir el cargo en propiedad al joven comunicador le corresponde la administración como tal, las contrataciones, los guías, el sistema operativo y lo ateniente a los proveedores.

“Me dedico a todo lo que es la ejecución, gestión de nuevos aportantes al museo, hacemos alianzas con entidades gubernamentales, con cooperativas, cajas de compensación y actividades dirigidas a públicos específicos”.

CASI UN GERENTE

Una de las fantasías de ex reinas conforman en gran parte la exhibición.

El edificio donde funciona el museo tienen tres plantas, en cada una de ellas se cuenta una parte diferente de la historia del Carnaval de Barranquilla, hay un espacio dedicado a los carnavales del mundo, una galería de fotos de las reinas del carnaval a lo largo de la historia de las fiestas con las réplicas de sus coronas, y el espacio de mayor atención y atracción de visitantes que es la galería con los vestidos de coronación de las reinas de los diferentes carnavales que ha tenido la ciudad.

Los conocimientos que Rubén ha adquirido, y que le dan la destreza para dirigirse a los visitantes al museo, o para impartir directrices a las guías actuales, los ha adquirido por iniciativa propia, estudiando la historia de las fiestas, entrevistándose con las reinas, con docentes e historiadores y aprendiéndose, casi de memoria, el libreto elaborado para esta labor.

El libreto es una especie de guía de más de 10 páginas qué contiene el detalle de cada pieza existente en el museo, historia, fechas, nombres de personajes, etc.

“Además del libreto del museo, y de una capacitación que recibiera de Luz Alejandra Aguilar, me he empapado de la historia leyendo un libro de Alfredo de la Espriella que reposa en nuestro centro de documentación, y que es prácticamente la historia del carnaval, nosotros le llamamos ‘la biblia del Carnaval’. Me he entrevistado con Mirta Buelvas, con Nístar Romero, también he conocido otros museos y me he sentado con las reinas de diferentes carnavales para que me cuenten anécdotas de sus reinados, de sus vestidos. Y todo eso yo se lo transmito a las guías, y son cosas que le gusta mucho a la gente cuando vienen de visita”.

Entre las cosas que lo han marcado a lo largo de este trabajo, está la víspera de la inauguración del museo cuando les tocó pasar casi toda la noche en vela preparando todo para el gran día, pues además era uno de los eventos con que cerraba su administración el entonces alcalde Alejandro Char. Otra es haber atendido la visita de Catriona Gray, Miss Universo 2018. Y la más triste fue la despedida a una de sus mentoras, colega y amiga Lisbeth Díaz, antigua jefe de prensa de Carnaval S.A.S., recientemente fallecida.

El día de la apertura de la casa cultural, que fue una gran fiesta, contó con la asistencia de este grupo de ex reinas del Carnaval.

VESTIDOS DE CORONACIÓN

El museo cuenta con 43 vestidos de igual número de reinas de Carnaval, de estos solo uno es réplica, el que luciera Alicia Lafaurie Roncallo (primera reina de las festividades, en 1918), debido que por el paso del tiempo, el original estaba en avanzado estado de deterioro cuando se requirió para su exposición. El vestido original más antiguo es el que luciera la reina Lucía Ruiz Armenta, reina de 1955.

Los vestidos no son propiedad de la empresa Carnaval sino de las familias de las reinas, los mismos requieren un mantenimiento muy especial que se hace cada semana como aspirarlos, vaporizarlos, hacerles ajustes cuando algún elemento como plumas, piedra, hilos o lentejuelas se les cae, etc.

“En ocasiones es necesario cambiar las plumas porque están muy deterioradas y no lucen bien. A veces debemos reemplazar alguna piedra, y hay que buscar una muy parecida a la original porque por antigüedad hay elementos que ya no se encuentran en el mercado, igual ocurre con las telas que deben ser lo más parecida a la original, tanto en textura como en tono”.

Fotografías y datos biográficos de las soberanas hacen parte de la historia.

El mantenimiento se hace los lunes (cuando no es festivo), días en que no se abre el museo al público. Ese día los ‘coellos’, que son los encargados de hacer dicho trabajo, revisan cada uno de los vestidos, les hacen el aseo pertinente, evalúan los que requieran de arreglo y se lleva a taller donde se dispone a la búsqueda de los materiales que sean necesarios para que estas obras del arte del diseño y la confección se conserven flamantes como el primer día.

El museo recibe visitas de martes a viernes en horarios de 9:00 de la mañana a 12:00 el mediodía y de 2:00 a 4:00 de la tarde. Los fines de semana, incluyendo lunes festivos, se recibe público en jornada continua. Los jueves y domingos son los días cuando se recibe mayor cantidad de visitantes. Cada turno de ingreso de personas es hasta de 50 personas al tiempo, pero cuando hay más de ese número se divide el grupo en dos y se hace el recorrido ambos grupos, en pisos diferentes.

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