Me he encontrado en mis múltiples libros de cocina esta receta que es muy especial. Y digo especial porque con el producto principal que vamos a cocinar es de esos de odios y amores. Unos lo aman y otros es que no lo pueden ni ver. El ajo… es una planta de la familia Allium, de origen asiático, que llegó a nuestras tierras de la mano de los conquistadores. Es uno de los ingredientes de la cocina mediterránea y ha sido adoptado universalmente por todas las cocinas.

Es un producto con grandes propiedades para la salud. Importantísimo como vaso dilatador, antibacterial, tiene acción sobre el sistema cardiovascular, el circulatorio y en alteraciones del azúcar y el colesterol. Mejor dicho sirve hasta para espantar brujas. Esta receta que me la busqué en esos libros de cocinas de otros países, me dice que este es un plato de la región de Normandía, región del norte de Francia. Con razón tanto ajo y plato especial para los amantes de esta exótica planta. Fácil y con mucha vitamina.
RECETA

INGREDIENTES
1 –  Pollo cortado en presas.

20 – dientes de ajo bien peladitos.

2 –  hojas de laurel.

1/2   taza de aceite de oliva.       

sal y pimienta molida a su gusto. Una mezcla de tomillo, romero, orégano y eneldo. Unas hojitas de hierbabuena para adornar el plato.
PREPARACIÓN

Primero que todo precaliente el horno a 300°. Sazone las presas del pollo con la sal y la pimienta a su gusto. Póngalas en un recipiente hondo de vidrio con los ajos pelados, la mezcla de todas las hierbas y el aceite de oliva, mezcle muy bien todocon las presas de pollo, tape y deje maridar todo esto durante una a dos horas en temperatura ambiente. Pase todo a una refractaria previamente engrasadoa y cocine durante una hora y media o hasta que usted vea que ya el pollito está cocido. Sírvalo todo  en una bonita bandeja adornada con las hojas de hierbabuena.
NOTA: Esta receta es para mardidar con un buen vino y festejar.