No necesariamente el vino o el licor que utilicen para esta receta debe ser costoso. Lo importante es darle un sabor especial a este pollo que aquí les contamos.
Uno de los temas agradables en la cocina es el cocinar con el aderezo de algún licor.
Y creemos que cocinar con licor es cocinar para fiestas elegantes o para alguna invitación muy especial, o celebrar aniversario etc, etc. Nada de eso. Cualquier día y en cualquier momento de nuestro diario vivir, podemos cocinar con cerveza, con vino tinto, con vino blanco, con tequila, con una crema de café, con whisky o con ron. Eso sí… lo importante es que ustedes no pongan la botella al gusto de ustedes y entre ingrediente e ingrediente se tomen un traguito, porque de traguito en traguito… salen borrachitas y la receta queda sin preparar o se quema.
Y otra cosa, no se preocupen pensando que debe ser un licor costoso, ni tampoco desocupar la botella para emborrachar el platillo. La receta de esta semana es deliciosa, suave y resulta igual para una cena especial que para disfrutarla ya.
RECETA: POLLO & VINO
INGREDIENTES
6 – unidades de pechugas de pollo deshuesadas.
1/4 de taza de vino blanco preferible un Sauvignon.
1 cucharadita de ajo machacado.
sal y pimienta al gusto
8 cucharadas de aceitunas negras, picadas finamente.
250 gr de champiñones picados finamente
2 cucharadas de mantequilla.
10 cucharadas de mayonesa.
12 cucharadas de queso parmesano.
8 cucharadas de perejil finamente picado.
PREPARACIÓN
Las pechugas sin piel y deshuesadas las vamos a abrir estilo mariposa y las vamos a condimentar con la sal, la pimienta, el ajo y el vino. Las dejamos un buen rato para que se sazonen bien.
Los champiñones bien picaditos se ponen en una cacerolita con la mantequilla y se cocinan unos minutos y luego bien escurridos se mezclan con las aceitunas negras. Con esto rellenamos las porciones de pechuga, divididas por partes iguales.
La mayonesa se revuelve con el parmesano y el perejil y a cada porción de pechuga se le unta esta mezcla y se ponen todas en una lata engrasada y se meten al horno por una media hora.
Les van a quedar crocantes y deliciosas.
NOTA: Las pueden servir con una fresca ensalada y lógico… acompañadas de un vino blanco bien frío.