A propósito del Día mundial para la prevención del suicidio, una experta explica que si las señales de alarma son atendidas oportunamente se puede llegar a evitar un desenlace fatal.
Cuando hablamos de salud mental nos referimos a ese estado de bienestar que nos permite hacerle frente a los momentos difíciles de la vida y a situaciones de estrés, aprender de esas dificultades, desarrollar nuestras habilidades, trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de nuestro entorno.
Sin embargo, hay situaciones ocasionales o de larga duración que causan trastornos o afectaciones que inciden en nuestra manera de pensar, en nuestro humor y en nuestro comportamiento, así como en nuestra capacidad de relacionarnos con los demás. Pero hay ocasiones en las que tenemos alteraciones emocionales graves, por lo que los problemas pueden hacernos creer que la vida no tiene sentido o no vale la pena vivirla, y entonces nos aislamos y la desesperanza nos invade, al punto que vemos el suicido como la única salida.
Para la psicología clínica María Failach Malo, profesional con gran experiencia en el tema, existen muchos problemas de salud mental, pero no todos llevan a cometer suicidio, especialmente si son atendidos de manera oportuna, se disminuyen los factores de riesgo y se aprende como afrontar apropiadamente las dificultades.
Para actuar desde la prevención recomienda estar alerta a signos de alarmas como:
A pesar de todas estas alertas, la profesional asegura que no existe una lista de evolución de un problema mental para chequear. “No existe un orden para que cada persona evidencie pensamientos o conductas suicidas como rabia, llanto, frustración, aislamiento o apatía. Puede ser algo crónico precedido por alteraciones mentales que no han sido debidamente manejadas, o agudas y no estructuradas, como respuesta inmediata ante una frustración o experiencia vital”.
Lo aconsejable cuando no sepamos qué hacer ante una situación así es no hacer nada. “No tomes decisiones permanentes por emociones temporales; cuéntale a alguien que te genere confianza sobre lo que sientes y piensas; crea un plan de emergencia para cuando llegue la crisis y busca ayuda profesional”, dice la especialista de Coosalud EPS.
Según la OPS los suicidios son prevenibles con intervenciones oportunas, basadas en la evidencia y a menudo de bajo costo.
“Este debe ser un trabajo conjunto entre el sistema de salud, la familia, los entornos educativos, laborales y la comunidad. Hay que estar atentos a lo que pueda indicarnos que algo no anda bien y entender que un minuto de escucha, sin juzgar o recriminar, puede salvar una vida, pues nadie puede afectarnos tanto como las personas con quienes mantenemos vínculos importantes”, asegura la doctora Failach.