La actriz Ana Lucía Domínguez y su esposo, el actor Jorge Cárdenas, con su primera hija que nació tras haber cumplido ella 40 años de edad.
Cada vez es más frecuente que mujeres decidan estrenarse en la maternidad tras realizarse en sus metas personales. El reciente nacimiento de la primogénita de los actores colombianos Ana Lucía Domínguez y Jorge Cárdenas así lo evidencia.
En marzo pasado, las redes sociales y programas de chismes de famosos estallaron con el anuncio de la actriz Ana Lucía Domínguez en el sentido que estaba embarazada de su primer hijo pese a haber llegado a la edad de 40 años.
Ella y su esposo, el actor Jorge Cárdenas, y también cuarentón, habían dado el paso a ser padres por primera vez y desde entonces comenzaron a prepararlo todo para la llegada de su primogénito, o primogénita como en realidad sucedió.
El pasado 6 de septiembre los esposos publicaron las fotos de su hija Luciana, la bebé que ha llegado para cambiarles la vida y ponerlos de frente a un nuevo rol, que les obliga a cambiar pañales, preparar teteros, trasnochar y desvelarse, retos propios de padres primerizos.
Pero el caso de Ana Lucía de decidir a estrenarse en la maternidad a esa edad, es una práctica más común de lo que se cree, pues cada vez hay más casos de mujeres asumiendo este rol.
Martha Marrugo Flórez es médico de la Universidad del Norte, especialista en ginecología y obstetricia, y ha realizado varios estudios relacionados con el tema en varias universidades del país y el exterior. Entre otros realizó estudios en reproducción humana, fue coordinadora del Departamento de Ginecología y Obstetricia de Uninorte, experta latinoamericana en menopausia y es la actual fiscal de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia del Atlántico.
NO HAY MITO
Con ella dialogamos del tema y nos contó que el embarazo en mujeres de 40 años dejó de ser un mito por cuanto la frecuencia de quienes optan por ese paso es cada vez mayor y es un fenómeno que parece ir en evolución.
La especialista asegura que si bien todos los embarazos tienen un grado de riesgo tanto para la madre como para el futuro bebé, ese riesgo tiende a aumentar dependiendo de la edad de la futura madre.
Explica la doctora que una mujer puede tener hábitos saludables y una vida muy sana, haberse sometido a chequeos para descartar riesgos de diabetes, hipertensión, entre otras patologías, pero la edad avanzada siempre reduce en ellas ciertas capacidades en su organismo que de quedar en embarazo las ponen en peligro tanto a ella como al feto.
“Es un riesgo evidente porque a partir de los 37 años comienza a disminuir la fertilidad, y ello se hace más brusco a partir de los 40 por la creciente disminución de estrógenos y demás hormonas que afectan la calidad de oocito de las células femeninas que es la genera la posibilidad de un embarazo”.
Añade la doctora Marrugo que toda esa alteración de la actividad hormonal es lo que hace que la tasa de gestación disminuya, y agrega que las mujeres con cierta edad que quieran embarazarse, deben tener este conocimiento y hacer las consultas previas con su profesional de confianza.
Toda esa alteración puede ocasionar en la mujer un alto grado de riesgo de aborto, una preclamsia, diabetes gestacional, restricción en el crecimiento intrauterino del feto. Pero también el bebé puede llegar a nacer con algún síndrome o malformación cromosómica, apunta la profesional.
En el otro extremo del fenómeno están las mujeres demasiado jóvenes con ocurrencia de embarazos, inclusive desde los 12 años de edad, situación que también constituye riesgo tanto para la madre como para el desarrollo del niño. Por eso la doctora Marrugo asegura que la edad apropiada para que una mujer haga un embarazo seguro para ella y su bebé oscila entre los 20 y 35 años.
“En esta edad el cuerpo de la mujer está preparado funcional, orgánica y fisiológicamente para una concepción adecuada y sin riesgos para ella y el bebé”.
Y agrega que los embarazos en adolescentes tiene una alta probabilidad de partos prematuros, lo que traería como consecuencia que el niño tenga riesgos de índole neurológico, funcional o metabólico porque faltó tiempo para la formación en la vida intrauterina. “Son niños con mayor predisposición a diabetes, hipertensión y obesidad durante su adultez”.
CON TRATAMIENTOS
En el caso de las mujeres mayores puede prevenirse riesgos en el bebé haciéndole un seguimiento a la madre en cuanto a antecedentes, estilos de vida, hacer un equilibrio entre lo bueno y lo malo, mejorar lo que sea necesario y trabajar en todo para una mejor calidad de vida en ambos.
Si bien el riesgo en toda mujer mayor de 38 años se hace evidente cuando decide someterse a un embarazo, es obvio que cuando se trata de una persona con buenos hábitos y de excelente salud, la calidad de formación del bebé podría ser mejor.
Martha Marrugo explica que en el argot médico ese tipo de embarazos, de riesgo por la edad se denomina ‘añosos’, y agrega que una mujer mayor de 38 o 40 años antes de someterse a ello debe optar por una vida sana, con alimentación balanceada, chequeos médicos frecuentes, actividad física y alejada del alcohol y el tabaco como hábitos de consumo. Así mismo manejar adecuadamente los niveles estrés, el sueño y un adecuado equilibrio entre la mente y el cuerpo.
Los embarazos ‘añosos’ son igualmente riesgosos inclusive si la madre ha tenido hijos antes de esa edad, pues por el paso de los años se experimentan alteraciones en la actividad hormonal como se dijo anteriormente.
La tendencia de mujeres decididas a estrenarse como madres después a los 40, tiene que ver, en la mayoría de las veces, con el hecho de que anteponen su realización como profesionales, gozar de su juventud en viajes, diversión con amigos y eso prefieren hacerlo sin hijos, por lo que la maternidad queda aplazada para después de que esas metas personales se hayan cumplido.
Es el caso de Eunice Machado, quien tras haber culminado su carrera de Administración de Empresas, se dedicó a trabajar para ahorrar y viajar por varias ciudades del mundo, tener apartamento propio, hacer amigos y divertirse con ellos.
A los 39 años opta por embarazarse, se somete a tratamientos médicos para adaptar su organismo hasta que logró el embarazo, sin embargo este primer intento se truncó al igual que el segundo. Después de un riguroso tratamiento tras haber consultado con nuevos especialistas, pudo tener a su única hija, Adriana, quien en la actualidad tiene 20 años de edad, y cuyo nacimiento se preparó para que fuera el mismo día del cumpleaños de su madre, como en efecto se dio.
“No fue fácil, sufrí con la pérdida de mi primero y segundo embarazo, pero gracias a Dios pudimos mantener el tercero hasta pasados los siete meses cuando ya la bebé estaba en condiciones de nacer y nos sometimos a parto por cesárea”, afirmó Eunice Machado.
La doctora Marrugo asegura que en todos los casos la decisión y cuidados deben asumirse en pareja, por lo que el varón debe tener excelentes condiciones de salud y someterse por igual a tratamientos y seguimientos médicos.