La iluminación es parte fundamental tanto del acondicionamiento de nuestro hogar, como de su decoración.
Una luz fría, netra o cálida; una lámpara de techo, de mesa o de pie; una base de madera, cristal o metal; una luz directa o indirecta; un salón plenamente iluminado, o unos puntos de luz que enfocan áreas muy puntuales de un recinto… ¡Todo cuenta a la hora de decidir cómo, cuánto y donde instalaremos la iluminación de nuestro hogar!
Por eso, cuando pienses en comprar una lámpara, o cambiar el estilo de tus bombillas, enfócate en tus necesidades y gustos; no lo dejes al azar, pués finalmente detalles como este de la iluminación inciden no solo en lo qué tú ves y cómo lo ves, sino en el qué y el cómo los otros ven de ti.
Hay mucho por decidir en materia de iluminación y las opciones en el mercado son tantas como lo hayamos soñado. Sobre las lámparas, hay que decir que estas inciden directamente en la decoración no solo por su diseño, sino por la luz que emiten.
Una cosa es la iluminación general de la casa, para lo que podrás comprar luces empotradas (de las que comúnmente conocemos como ‘ojos de buey’), lámparas de techo o apliques que de distribuyen por todo el hogar. Puedes escoger entre luz cálida, la amarilla que tradicionalmente hemos visto, y la luz fría (la blanca azulosa, que a veces da la apariencia de ser de día). Hay un término medio entre esas, que es la luz neutra, que muchos usan en baños y cocinas.
Otra cosa es que querer propiciar un ambiente cálido en un salón, bien sea porque es nuestro lugar favorito para relajarnos y escuchar música tenue por la noche, después de cenar. Entonces, para lograr ese efecto, lo ideal son las lámpara de pie o de mesa con campaña de tela, o algunos apliques de pared que son especiales para ese fin.
Y si queremos iluminar un punto específico porque allí realizamos una tarea determinada –leemos, pintamos, escribimos, nos maquillamos o hacemos alguna labor manual–, entonces lo ideal son las lámparas de mesa.
Lo importante es que tengas en cuenta que ya sea que elijas el más elegante y lujoso de los estilos, o que te vayas con el más moderno y minimalista, la iluminación como concepto decorativo siempre será una opción ganadora que, por ningún motivo, deberías ignorar.