El gran danés, Récord Guiness desde el 2017, fue adoptado por una familia de Inglaterra, tenía cuenta en Instagram y sus dueños le daban de comer en la mano.
Freddy, el perro más alto del mundo que falleció esta semana en Essex, Inglaterra, tuvo la fortuna de encontrar una familia adoptiva que lo quiso a lo largo de sus ocho años y medio de existencia.
El gran danés de 1.13 metros y 95 kilos de peso, era un animal juguetón y cariñoso al que le gustaba que le dieran de comer en la boca, narró entre lágrimas su dueña Claire Stoneman.
En los videos que aparecen en su cuenta de Instagram (@freddygreatdane) con más de 17.500 seguidores, se veía entrar a la cocina a buscar comida, corretear en el patio con otro perro de su raza o reaccionar ante una canción que le ponían los miembros de su familia adoptiva.
Los Stoneman, que lo acogieron en su hogar cuando la mamá de Freddy lo rechazó, también compartían instantes que compartían con quien ostentaba otro récord Guiness, el perro más viejo de su raza.
De acuerdo con American Kennel Club, el promedio de vida de esta raza es entre 8 y 10 años.
¡Era más alto que muchos jugadores de la NBA! Aseguró Claire para explicar que apoyado sobre las patas traseras, Freddy medía 2.13 metros.
Era mi vida. Mi razón. Mi alegría. Mi molestia. Mi felicidad y mi máxima tristeza. Él era mi uno en un millón y amado por el mundo entero, dijo Claire a varios medios de comunicación de su país.
Guinness World Records, que en 2016 le otorgó el título como el perro más largo de mundo, anunció la muerte del animal a través de redes sociales. “Era un perro muy adorado y mimado, describió.
Craig Glenday, jefe de redacción del Libro Guinness de Récords Mundiales, declaró: “Medir a esa montaña de perro era una experiencia inolvidable, ¡aunque desafiante!. Me alegro de que hayamos tenido la oportunidad de celebrar en los libros su inmensidad sin igual y de compartir su historia con millones de personas de todo el mundo”.
La fama de Freddy lo convirtió rápidamente en un personaje para avisos publicitarios de firmas especializadas en el cuidado de los animales.
“No solo era el perro más alto, sino el perro con más amor y el corazón más grande. Un perro afectuoso que incluso fue alimentado a mano”, declaró Claire a Guiness.
«Era mucho más alto que algunos jugadores de la NBA»
Claire Stoneiman, dueña de Freddy
El gran danés, de ocho años y medio, medía 1.13 metros y un peso de 95 kilos. «Solo nos dio amor», dice la familia adoptante.
La mujer contó además que cuando llevó a Freddy al veterinario, era el perro más pequeño de la camada y que además tendría corta vida. “Lo conseguí un par de semanas antes de lo que debería, ya que no estaba alimentándose de su madre. No tenía ni idea de que llegara a ser tan grande.»
Dijo además que lo trajo a casa dos semanas antes de lo pactado porque no estaba siendo alimentado por su madre. “No tenía ni idea de que llegara a ser tan grande”, reconoció.
En la casa de los Stoneman todos están devastados por la partida de Freddy, pero al mismo tiempo, los reconforta el amor y el cuidado que le entregaron en sus ocho años y media de vida.
“El ángel más alto del mundo”, escribieron en la cuenta de Instagram junto a una imagen del perro con enormes alas.