El gerundio es un verbo que funciona como adverbio, por lo tanto modifica a un verbo.
La acción del gerundio debe realizarse al mismo tiempo (o antes) que la acción del verbo principal, es decir, la acción del gerundio debe ser anterior o simultánea a la del verbo principal.
Las únicas excepciones son:
– Agua hirviendo
– Leña ardiendo
Es común el mal uso del gerundio, por lo que es preferible evitarlo.
Ejemplos del mal uso del gerundio:
Otros ejemplos del mal uso del gerundio:
Debe cambiarse por: Un barril que contiene 100 litros de cerveza.
La acción que expresa el gerundio debe interpretarse como una circunstancia (tiempo, modo o condición) de la acción del verbo principal.
Podemos comprobar si un gerundio está bien usado si expresa en qué momento, de qué modo, por qué motivo, o con qué condición se da la acción del verbo principal; es decir, si responde a alguna de esas preguntas, sí se puede usar esa forma verbal. Si no responde a ninguna de esas cuatro preguntas, no se puede utilizar.
Podemos utilizar el interrogativo cómo, con el verbo principal de la oración, para comprobar si el gerundio está bien utilizado. De estar bien utilizado, la respuesta debe ser el gerundio.
¿Cómo regañó a sus hijos?
Respuesta: Alzando la voz… (correcta)
Otra forma de comprobar el buen uso del gerundio es utilizando el adverbio mientras para darnos cuenta si los dos verbos se dan de forma simultánea.
Cogieron la gripe mientras caminaban bajo la lluvia… (correcta)