El alcalde Jaime Pumarejo le enseña el Gran Malecón a sus colegas de América Latina y el Caribe tras la firma de la alianza de BiodiverCiudades.
Este fue el compromiso firmado por seis alcaldes de América Latina y el Caribe reunidos esta semana en Barranquilla en el Foro de BiodiverCiudades de América Latina promovido por la Alcaldía Distrital y la CAF. Mallorquín, un modelo.
La red latinoamericana de ciudades de América Latina y el Caribe firmada desde Barranquilla que busca promover calidad de vida, empleo verde y desarrollo sostenible, es el punto de partida para crear el verdadero «sueño americano».
«Hoy somos 8 ciudades firmantes, esperamos que muchas más», dijo emocionado el alcalde anfitrión, Jaime Pumarejo Heins, durante la clausura del Foro de Biodiverciudades de América Latina que se cumplió el miércoles desde el Gran Malecón, a orillas del río Magdalena convocado por la Corporación Andina de Fomento y la Alcaldía Distrital de Barranquilla.
Nuestra prioridad -añadió- es preservar ecosistemas; el compromiso de las naciones industrializadas, no emitir gases.
Junto a Pumarejo firmaron la alcaldesa de Timbiquí, Yadira Amú; Walter Vuoto, intendente de Ushuaia, Argentina; Martín Llaryora, intendente de de Córdoba, Argentina; Enrique Antía, intendente de Maldonado, Uruguay; Leonardo Boto, intendente de Luján, Argentina; Axel Grael, prefecto de Niteroi, Brasil; y Jorge Muñoz, alcalde de Lima, Perú.
El presidente de la Corporación Andina de Fomento, el samario Sergio Díaz-Granados, recordó que América Latina y el Caribe son hoy la segunda región más urbanizada del mundo, después de Norteamérica.
«La tasa de urbanización era del 41% en 1950 y pasó al 80% en 2015. Al margen de esta megatendencia, la pobreza, el desempleo, los efectos del cambio climático y la contaminación ambiental son algunos de los problemas que se reflejan ya en nuestras ciudades y que imponen a los gobiernos locales una agenda cada vez más compleja en el camino del desarrollo”, aseguró.
El ministro de Medio Ambiente, Carlos Correa, destacó a Pumarejo como un líder visionario cuando se propuso recuperar la Ciénaga de Mallorquín, un cuerpo de agua de 800 hectáreas ubicada en la desembocadura del Mar Caribe.
«Barranquilla es un ejemplo de construcción de #biodiverciudades. El proyecto de la Ciénaga de Mallorquin es un referente de que sí se puede integrar el desarrollo económico a la conservación de la biodivesidad», añadió.
Describió a las “biodiverciudades” como aquellas “que ponen en el centro de su desarrollo la biodiversidad, la naturaleza y la conexión con el ser humano. Se construye primero con la gente y luego, a partir de eso, se construye un modelo a largo plazo que siempre tenga en el centro el recurso natural: el agua, el aire, el árbol, el suelo». A partir de ahí se crea un nuevo modelo de vida y de negocio.
Durante el conversatorio con los mandatarios que firmaron la red de biociudades, Boto destacó que Luján es una ciudad de 140 mil habitantes que anualmente recibe a 7 millones de visitantes. «Estamos atendiendo a los postulados de la economía circular y de la inclusión social», dijo.
A su turno, Walter Vuoto, intendente de Ushuaia, también en Argentina, declaró que «Si hay algo que nos quedó claro es que si no tenemos políticas, si no cuidamos nuestra biodiversidad, nuestro ambiente y ni nuestro entorno natural, el planeta tiene una fecha de vencimiento».
Otro de los invitados, el alcalde de Lima, Jorge Muñoz, intervino para estacar que en la capital del Perú han trabajado en un plan de recuperación del centro histórico, otro de acción climática y ahora estamos trabajando en un plan de desarrollo urbano.
Su colega de Timbiqui, Yadira Amú, declaró que «desde lo local debemos apostar a la reconstrucción del tejido social. Diseñamos un proyecto de economía circular, tratando de articular los tres niveles de gobierno».
Barranquilla, modelo de biodiverciudad
Por la tarde, a Pumarejo y al gerente del Gran Malecón, Ricardo Vives, les correspondió presentar el proyecto Barranquilla 2100 y su futuro como biodiverciudad».
En su intervención, el alcalde distrital destacó el liderazgo de Barranquilla para volver la cara al Río Magdalena con obras como el Gran Malecón, en donde estaba asentado el sector industrial, y el proyecto de su administración en la Ciénaga de Mallorquín.
“Este es nuestro tesoro. A principios del siglo pasado a orillas quedaba el botadero de basuras. Hoy, es un proyecto que está andando, que busca transformarla en la playa urbana, que tendrá un malecón de 3 kilómetros y un tren eléctrico que nos llevará hasta un ecoparque y a esta playa urbana de Barranquilla que tendrá hotel. En el 2023 estará completamente concluido el proyecto ”, dijo, señalando imágenes de Mallorquín.
En la declaración, los mandatarios se comprometen a promover la acción coordinada para la valoración, conservación y uso sostenible de la biodiversidad en las ciudades de América Latina y el Caribe, en armonía con las políticas nacionales, sus respectivos marcos regulatorios y los procesos de planificación local.
También, a establecer mecanismos de intercambio de información que permitan revertir la tendencia negativa del relacionamiento con la naturaleza, abordando desde las competencias urbanas y locales los factores directos e indirectos de pérdida de biodiversidad.
Los firmantes deberán promover la creación de la Red de BiodiverCiudades de América Latina y el Caribe entre las ciudades de la región para coordinar y articular las acciones de conservación de la biodiversidad gestión del conocimiento y creación de espacios y áreas verdes urbanas protegidas.
Coincidieron además en promover e intercambiar experiencias en la estructuración e implementación de planes municipales de arborización e infraestructura verde, fomentando el desarrollo de políticas, instrumentos y acciones técnicas basadas en la conservación de la biodiversidad urbana y el fortalecimiento de capacidades técnicas, científicas e institucionales.
Otro de los acuerdos es incrementar los esfuerzos asociados al monitoreo de la cobertura boscosa, biodiversidad y ecosistemas estratégicos presentes en las ciudades de la región con el fin de contar con bases de datos compartidas para intercambiar e implementar experiencias para su gestión efectiva y en beneficio de las poblaciones locales.