En su estudio y durante largas jornadas nocturnas, el diseñador gráfico Mattheo Osorio realiza las ilustraciones que le solicitan muchas empresas.
El artista barranquillero habla sobre su proceso, estilo y el oficio de diseñar e ilustrar para contar historias fantásticas y reales.
El refrán “lo que se hereda no se hurta”, bien se puede aplicar a la vida de Mattheo Osorio, un talentoso barranquillero de 28 años que nació y creció viendo dibujos, trazos, bocetos y recortes que Elkin, su papá, hacía como diseñador gráfico. Y como “Dios los cría y ellos se juntan”, dice otra popular frase, Brenda Shaw, esposa de Mattheo, también ejerce la misma profesión.
Cuando estudiaba diseño gráfico en la Universidad Autónoma del Caribe, donde se graduó hace 6 años, ya Mattheo comenzaba a “practicar” lo que es la ilustración que, como él afirma, “me fue dando un enfoque más allá de mi profesión”. Como quien dice, le dio luz a su carrera.
Aunque sus primeros trabajos fueron creando logos para empresas y proyectos editoriales para algunas empresas, hoy es un ilustrador versátil en el manejo de diversas técnicas de dibujo como una forma de expresarse y comunicarse visualmente aplicando, eso sí, los conceptos básicos del diseño.
SU GRAN PASIÓN
“La ilustración me apasiona, es lo que más disfruto hacer”, confiesa. Gracias a la tecnología, que brinda la posibilidad en la que un ilustrador puede desarrollar su trabajo pintando en la pantalla a través de programas especiales, este artista va creando y digitalizando personajes que la mayoría de las veces son de ciencia ficción los cuales son capaces de sumergirnos en un mundo fantástico.
“Si no existiera la tecnología, no sabría por dónde mostrar mi talento, sobre todo vender mis obras, porque todo lo hago por internet”
La policromía en su trabajo es ilimitada. Utiliza colores vivos, muy fuertes, que combina magistralmente, como buen caribeño, en cada una de sus ilustraciones. “La combinación de colores es lo que más llama la atención”, comenta.
Para muchas empresas ha hecho campañas en la época navideña, diseñado también para ciertas estrategias para obtener notoriedad como el caso de ‘Punto Múltiple’, para lo cual diseñó personajes caricaturescos; compañías de videojuegos, grandes eventos e ilustrando la publicidad de buen número de cantantes que en la actualidad quieren mostrar algo diferente. Igualmente sus diseños han aparecido en muchas marcas de ropa.
EL SUEÑO DE HACER COMICS
El universo ficticio de Star Wars, (‘Guerra de las estrellas’)que se convirtió en la película más taquillera en 1977, ha sido inspiración de Mattheo Osorio. “Me baso en muchos de esos personajes para plasmarlos en la mayoría de las ilustraciones”, comenta.
Si hay algo que lo tiene motivado y quiere hacerlo muy pronto realidad, es un cómic “con todos los personajes que pertenecen a la misma historia de ese universo. Cuando encuentre un guionista puedo organizar esa combinación de textos con elementos gráficos para comunicar una idea”.
Es tal su fascinación, que se atrevió hacer figuras en resina inspiradas en Star Wars hasta completar una colección de edición limitada. Su finalidad es comercializarla también, como lo hace con los cuadros decorativos que pinta y tiene colgados en su estudio.
“Cuando son trabajos análogos lo hago para mí, para pasar el rato, pero si es para un pedido lo realizo digitalmente”.
Podría decirse que no es solo un rato, porque Osorio dura horas y horas nocturnas pintando en su estudio rodeado de cantidades de frasquitos con acrílicos de todos los colores y pinceles de diferentes tamaños.
No sabe cuántos pinceles tiene, pues en su set cayeron hasta unos que usaba su esposa para maquillarse. “¡Le he robado como tres!”, apunta entre risas.
Por eso, es común ver a estos dos artistas recién casados, intercambiando tanto sus herramientas, como sus ideas. Se apoyan mutuamente y a ambos les encanta viajar por Europa y EEUU visitando museos y galerías “para ver las tendencias, estar al día, para alimentar nuestros conocimientos.”
Brenda, además de ilustradora, se dedica al arte figurativo, también ha hecho murales en la ciudad y decora con sus pinturas zapatos y ropa, utilizando otras técnicas.