A través del programa de huertas escolares, niños y jóvenes son encaminados a ser defensores de los recursos naturales.
En casa pueden hacerse huertas verticales, en cajones, con palets, en macetas, colgantes y huertas hidropónicas en las que puede cultivarse tomate, maíz, pepino, berenjena, ají, frijol, cebolla, calabaza, pimentón, zanahoria y frutales como maracuyá patilla y melón, entre otros.
El encierro y cierre de actividades productivas por causa de la cuarentena que derivó la pandemia de Covid 19 impulsó a muchas personas para crear sus propios emprendimientos a nivel mundial, muchos de los cuales fueron tendencia, y hoy son empresas sostenibles en el tiempo.
Pero ello fue posible, entre otras cosas gracias al apoyo de entidades privadas y oficiales que le dieron la mano a los emprendedores, y a medios de comunicación y redes sociales que permitieron que esas nuevas propuestas fueran conocidas por todo el mundo.
En el Distrito, por iniciativa de la entidad Barranquilla Verde, se abrió un espacio de emprendimiento para que familias de sectores populares ingresaran al mundo de las huertas caseras como manera de sostener su consumo y ocuparan el tiempo de encierro.
Hoy, cuando han pasado casi dos años, y la emergencia por la pandemia fue superada, la alcaldía ha querido darle un impulso a esta iniciativa promoviendo la creación de huertas caseras, y llevando el programa a las escuelas y colegios de la ciudad.
Recientemente, el alcalde Jaime Pumarejo le dio la bienvenida a dicha iniciativa en la sede de la Institución Educativa Distrital Despertar del Sur, del barrio Las Américas, donde la comunidad educativa se ha comprometido con sacar adelante su huerta habilitada en el patio del colegio.
Henry Cáceres, director del organismo Barranquilla Verde, explicó a MiREDVista.co los objetivos de dicha iniciativa y lo que se pretende, por parte de la Administración Distrital, en materia de política alimentaria para la ciudad.
En la búsqueda de seguir con el desarrollo de los programas de la entidad en medio del encierro, nace BaqCultiva, que es precisamente vincular a las familias barranquilleras en esta cultura de cultivar verduras y hortalizas para encaminar a la ciudad en una política alimentaria que sea auto-sostenible en el tiempo, gracias a las capacitaciones y seguimiento que se le hace al programa.
El ejercicio inició en agosto de 2021, y se lanzó con el objetivo de mejorar la calidad de vida de familias barranquilleras, garantizando la conservación y buen uso de los recursos naturales del Distrito, y del mismo se benefició, inicialmente a 50 familias de la ciudad.
Con el lanzamiento de las huertas escolares, se pretende no solo que los niños y jóvenes se vinculen de manera voluntaria, sino encaminarlos a ser defensores de los recursos naturales, llevar la idea y hacerla posible a sus casas y a que encaminen su aprendizaje a una posible escogencia de su carrera profesional en el área de la agricultura, según lo expresara la profesora María Arango docente del área de ciencias naturales de la Institución Despertar del Sur.
Indicó la docente que en el colegio, tanto los estudiantes como los profesores, padres de familia y la comunidad del sector de Las Américas se han entusiasmado con la idea, lo que es prenda de garantía de que la iniciativa será un éxito.
Explicó la profesora que se han vinculado al programa a estudiantes de grados sexto, séptimo, octavo y noveno, que es voluntario y ello debe llevar el visto bueno de los padres, que deben dar permiso a los muchachos para que dediquen el tiempo al proyecto, que es después de cumplir con las obligaciones del pensum académico. De hecho así lo hicieron en la etapa de capacitación.
En los colegios se busca además vincular el programa al tema de educación ambiental, según explicara Henry Cáceres, pero además el mismo debe ser trasversal con todas las áreas del saber que hacen parte del contenido académico que siguen los estudiantes, según apuntó la profesora Arango.
Para el gerente de Barranquilla Verde el programa de huertas va más allá de entregar unas semillas y abono para que se siembre en las casa, sino que ello va acompañado de una serie de capacitaciones a cargo de personal experto de dicha dependencia, el cual es abierto para las comunidades que quieran hacer parte de la misma, pero con el lleno de algunos requisitos.
Explicó que la comunidad debe organizarse para que al momento de hacer la solicitud haya un número considerable de familias comprometidas a las que se les hará la capacitación, se verificará si las áreas de las que disponen en sus casas son las adecuadas para las huertas y una vez culminadas las capacitaciones se les entregan las herramientas, esto es un kit con semillas, abonos, arena, semilleros, atomizadores, herramientas y otros elementos.
Lo que se busca, según explicara Henry Cáceres es que el ejercicio sea dinámico, minimizar el tiempo y esfuerzo, y por ello se requiere hacer la capacitación conjunta de 30 o más interesados en un solo sitio al mismo tiempo.
“Las capacitaciones nos permite que el proyecto sea perdurable en el tiempo, y el seguimiento es el medio para verificar que se esté cumpliendo con el objetivo, que no se dejen las cosas abandonadas, y si la persona o familia no quiere seguir en el proyecto se le cede espacio a otra que sí lo desee”, expresó Henry Cáceres.
Indicó que la idea de hacer de esto una política pública es lograr que, a través de estos procesos se genere seguridad alimentaria, en especial en sectores de la ciudad donde el acceso a estos productos no es tan fácil como se quisiera.
“El tema está avanzado, tenemos un bosquejo, unas ideas claras, presupuestos, y en una semana nos estaremos reuniendo con el gerente de Desarrollo Social para afinar el proyecto y llevarlo al Concejo Distrital y hacerlo realidad”, aseguró Cáceres.
La idea del Distrito no se limita exclusivamente a las casas y colegios, sino que se ha abierto a otros escenarios como hogares de paso y el centro de reclusión femenino, El Buen Pastor, hasta donde fue llevada la iniciativa.
Actualmente en la ciudad de Barranquilla se ha llevado el programa de huertas caseras a más de 200 puntos de la ciudad del Suroriente, Suroccidente y Norte Centro Histórico, y la idea es volverlo masivo y con carácter de política distrital.
Entre las especies que se cultivan en estas huertas está tomates, berenjenas, pepinos y aromáticas, entre otros que hacen parte de la canasta familiar.
Cáceres aseguró que el programa se ha enfocado en sectores y sitios que cuentan con espacios como patios o áreas adecuadas para el sembrado, pero se está pensando en la posibilidad de impulsar esta iniciativa en espacios diferentes que permitan más acceso al programa.
“La idea la tenemos y estamos pensando en adquirir un mobiliario para balcones y terrazas, que se adecúen a los espacios, con peldaños que permitan tener tres o cuatro especies sembradas. Es algo que está pensado, diseñado y presupuestado.
En casa pueden hacerse seis tipos de huertas: verticales, en cajones, con palets, en macetas, colgantes y huertas hidropónicas.
Entre las especies que pueden cultivarse la región caribe colombiana están el tomate, el maíz, pepino, berenjena, ají, frijol, cebolla, calabaza, pimentón, zanahoria y frutales como maracuyá patilla y melón, entre otros.