El Salón Jumbo del Country Club será nuevamente sede del desarrollo de la gran colecta el 24 de septiembre.
Este año los recaudos serán destinados para la adecuación del Seminario Mayor y reconstrucción de varios templos. Los organizadores esperan el apoyo de toda la comunidad.
Con el slogan ‘De corazón a corazón’, Catedratón, la iniciativa social más grande la iglesia católica en Barranquilla y el departamento del Atlántico, llega a sus 20 años de celebración ininterrumpida. Desde ya se prepara una gran fiesta para su conmemoración.
De acuerdo con el sacerdote Jaime Marenco, delegado de la arquidiócesis para las comunicaciones, este año el mensaje es de agradecimiento a los fieles que han mantenido viva esta iniciativa, aún en medio de la pandemia por covid.
El Salón Jumbo del Country Club se ha convertido en la casa de la Catedratón, y este año no es la excepción, pues desde hace meses se están preparando para lo que será el gran evento que tiene previsto realizarse el domingo 24 de septiembre.
“Ese día tendremos ocho horas de eventos musicales, culturales, gastronómicos, y también esperamos contar con la transmisión del canal Telecaribe, que igualmente se convirtió en el canal de la catedratón”, aseguró el sacerdote Marenco.
Año tras año la catedratón destina los recaudos de cada jornada a la construcción e intervenciones que sean necesarias en los diferentes templos de la arquidiócesis, manteniendo la idea de su creador, monseñor Víctor Tamayo Betancurt.
Aunque en un inicio la idea era financiar la construcción de nuevos templos y hacer mantenimiento a la catedral, con el pasar de los años se fue ampliando este objetivo y actualmente dichos recursos también sirven de respaldo a construcción y refacción de salones parroquiales, casas curales, centros de evangelización, entre otros.
Adicionalmente se destinan parte de estos recaudos al mantenimiento de la casa sacerdotal ‘Luis Calixto Leyva’, lugar de reposo para los sacerdotes ancianos de la arquidiócesis.
“Los recaudos del año pasado, que fueron alrededor de 1000 millones de pesos, fueron destinados, en su totalidad, a cubrir reparaciones y refacciones a la sede del Seminario Mayor Juan XXIII, ubicado en el corregimiento de Salgar, y que es la sede de formación de los futuros sacerdotes de nuestra iglesia”, sostuvo el padre Marenco.
Esta edificación, cuyas obras de adecuación están en marcha, será atendida igualmente con los recursos de la Catedratón 2023, lo mismo que otros templos, cuyos nombres se darán a conocer el día del lanzamiento del gran evento.
A propósito de la sede del seminario, supimos que, por iniciativa de monseñor Pablo Emiro Salas, arzobispo de esta arquidiócesis, se busca que este lugar sea más que la sede de alojamiento y formación de seminaristas, sino que el mismo sea un centro de evangelización en el que se lleven a cabo, encuentros, retiros espirituales, y que las empresas también lo acojan como sitio para sus actividades especiales como conferencias y convivencias.
Y como cada año, desde el inicio de esta actividad, la creación publicitaria y campaña de difusión estará a cargo de la comunicadora María Patricia Dávila y su agencia de publicidad.
La novedad de este año es la promoción de la pastoral vocacional juvenil para que los muchachos descubran su vocación religiosa, de familia o de soltería. Esta será la línea de esta versión de la catedratón en la que los jóvenes serán protagonistas.
La catedratón atiende las 160 parroquias que conforman la arquidiócesis, y que se encuentran ubicadas tanto en Barranquilla como en los municipios del Atlántico,
Pero además de los templos existen las diferentes actividades de grupos eclesiásticos en cada parroquia, así como las comunidades masculinas y femeninas y las instituciones religiosas, como la recientemente creada Universidad Católica del Caribe, todas las cuales son abrazadas y orientadas por la arquidiócesis.
“El mensaje que queremos hacer llegar a nuestros fieles, desde Catedratón 2023, es que caminemos juntos, de corazón a corazón, viviendo en comunión y descubriendo nuestro espíritu misionero”, puntualizó el sacerdote Jaime Marenco.