Expertos de la Clínica Mayo, en EEUU, advierten del bajo valor nutricional de los edulcorantes (azúcares añadidos). Al comprar alimentos empacados o enlatados, ¡lea la etiqueta!
Si va al supermercado a comprar alimentos, gástele unos minuticos a leer la etiqueta de los que va vienen empacados, congelados o enlatados. Es probable que al principio no entienda bien qué tipo de aditamentos y conservantes tienen esos productos, pero hay que dedicar tiempo para aprender a leerlas.
Así sabrá que la terminación “osa” de algunos compuestos corresponde al nombre químico de varios tipos de azúcares, como la fructosa, la glucosa, la maltosa y la dextrosa. Estos son los famosos azúcares añadidos de los que tanto se habla en estos días, pues están en el centro de una polémica tras el anuncio del gobierno del recién posesionado presidente Gustavo Petro de imponerle un impuesto a las bebidas azucaradas y a los alimentos ultraprocesados.
En general lo que se conocen como azúcares añadidos son los azúcares y almíbares agregados a las comidas durante el procesamiento. Las gaseosas, los jugos procesados, los postres y las bebidas energéticas y deportivas son las principales fuentes de azúcares añadidos para la mayoría de los colombianos.
Además de los ya señalados, hay otros tipos de azúcares agregados comunes, como el jugo de caña y el jarabe de caña, endulzante de maíz y jarabe de maíz alto en fructosa, jugos concentrados y néctares de frutas, la miel, la malta, el jarabe de arce y la melaza.
Un informe de la reconocida Clínica Mayo, con sede en los Estados Unidos, precisa que los azúcares añadidos aportan calorías, pero no nutrientes, y recalca que algunas evidencias los asocian a la obesidad y a la diabetes principalmente.
Ahora bien, todo azúcar, ya sea natural o procesada, es un tipo de carbohidrato simple que el cuerpo usa para obtener energía. Las frutas, verduras y productos lácteos contienen azúcar de forma natural. Hay quienes aseguran que la miel, el azúcar morena u otros tipos de endulzantes tienen ventaja nutricional sobre el azúcar blanca, lo cual no es cierto.
LA POLÉMICA
En su búsqueda de nuevas fuentes de captación de dinero para el Estado, el nuevo gobierno pretende gravar las bebidas azucaradas y refrescos (como gaseosas, jugos, agua y leche saborizadas, entre otras) de acuerdo al contenido de azúcar en gramos por cada 1.000 mililitros de bebida. Es decir, entre más azúcar, más costoso sea el producto. Así se espera acumular $1,02 billones.
El anuncio de este proyecto que deberá ser discutido en el Congreso de la República despertó toda suerte de reacciones, primero de los partidos políticos, sobre todo de los opositores al nuevo gobierno, que basan sus cuestionamientos en la popularidad y el alto consumo de las bebidas azucaradas por parte de la población; y por el otro lado están los empresarios y los gremios de comerciantes que estiman que una medida de esta naturaleza afectaría a la industria de las bebidas y alimentos y por extensión a la economía nacional. Así que la discusión está servida.
¿CUÁLES SON LOS EFECTOS?
En general a los alimentos se les añaden azúcares para das sabor, textura y color a los productos horneados, ayudar a conservar los alimentos, como mermeladas y jaleas, impulsar la fermentación, dar volumen a los horneados y helados y equilibrar la acidez de los alimentos.
Abusar del consumo de los azúcares añadidos puede dar acarrear serios problemas de salud como la mala nutrición, el aumento de peso (sobrepeso u obesidad), aumento de triglicéridos (riesgo de una afección cardiaca) e, incluso, caries dentales.
Una cucharadita (4 gramos) de azúcar tiene aproximadamente 16 calorías y una lata de 12 onzas (567 gramos) de gaseosa normal contiene aproximadamente 150 calorías, alrededor de 10 cucharaditas (40 gramos) de azúcar.
En Estados Unidos, las Pautas Alimentarias establecen el consumo azúcares agregadas a menos del 10 por ciento de las calorías diarias entre las personas adultas. Para una dieta de 2000 calorías, eso significa que no más de 200 calorías al día deben provenir de azúcares agregados. Eso es aproximadamente 12 cucharaditas (48 gramos) de azúcar.
¿CÓMO REDUCIR EL CONSUMO?
Para reducir los azúcares añadidos que consumimos, expertos de la Clínica Mayo recomiendan: