Los beneficios que aporta para la salud este vegental y su versatilidad en la cocina lo hacen imprescindibles en el hogar.
Tener alcachofas en nuestra despensa es como tener un tesoro. Siempre hemos oído hablar de este vegetal que pertenece a la familia del cardo, pero no todos no saben la cantidad de beneficios que aporta este alimento versátil.
Es una rica fuente de minerales como el potasio, magnesio y fósforo que ayudan a mejorar la salud del corazón. Las hojas de la alcachofa ayudan a reducir el colesterol malo (LDL) y a aumentar el bueno (HDL, ácidos grasos omega-3).
Sin duda, los grandes aportes de vitaminas y antioxidantes, etc, unidos al excelente sabor de la alcachofa hacen que sea uno de los más apetecidos y variados platos en todo el mundo.
Incluir este vegetal en la dieta ayuda a mejorar el tránsito intestinal, porque es rica en fibra, lo que la hace una excelente aliada para prevenir el estreñimiento. Asimismo, su consumo favorece la digestión ya que también sirve para aliviar la acidez estomacal e incluso dolores u otras molestias relacionadas con el aparato digestivo.
También, consumir alcachofas habitualmente ayudará a mejorar nuestro sistema circulatorio y a prevenir enfermedades como la diabetes. Ayuda a regular el riñón y mejorar su funcionamiento. Además, elimina la retención de líquidos, toxinas y sustancias de deshecho.
Como ves, la alcachofa es una planta medicinal con multitud de ventajas para nuestra salud.
Puedes consumirla en ensaladas y hacer una infusión. Solo se necesita 1 alcachofa fresca, sin antes retirar las hojas externas duras. Córtalas en trozos pequeños. Introdúcelos en un recibiente con agua hirviendo y déjalas cocer entre 10 y 15 minutos. Una vez terminado este proceso, a la infusión puedes añadirle miel o unas gotas de limón.