La música, la fantasía y la calle hacen parte del ADN de ese ‘desenfreno controlado’ que antecede la Cuaresma. Para 2023 se anuncian tres grandes conciertos y tres bales populares con mucho olor a Carnaval.
Ya están anunciados la mayoría de los conciertos y eventos con orquestas que se desarrollarán en Barranquilla y el Atlántico en la temporada del Carnaval. Vienen artistas internacionales de gran arraigo popular como Don Omar, Juan Luis Guerra, Tito Nieves, Wisin y Yandel, entre otros, y nacionales con talla internacional como el Grupo Niche y Carlos Vives. Estarán también todos los vallenatos de moda, excepto Silvestre Dangond que ha hecho un pare en su carrera, y algunas de las más importantes agrupaciones de música tropical del Caribe junto a los artistas urbanos.
Los costos de los conciertos son aparentemente altos para la mayoría de las personas que quieren disfrutar de la fiesta más grande y tradicional del Colombia. Aparentemente porque, por la talla de los artistas y la cantidad que se presenta cada noche, los costos de producción y los impuestos son realmente altos para cualquier empresario que además debe “pelearse” por conseguir el apoyo de alguna de las pocas empresas interesadas en la imagen y venta de sus productos en el marco de un concierto.
Esos costos altos, espantan a muchos. Sin embargo, hay que estar claros en ¿qué es el Carnaval?, ¿cuál es su esencia, su sentir?
El Carnaval es una fiesta pagana que se relaciona con el cristianismo ya que se celebra como un “desenfreno controlado” que se permite antes de la Cuaresma y que tiene como esencia el disfraz y la calle. En su ADN está por supuesto el baile y la música, pero no necesariamente un concierto el cual puede vivirse en cualquier época del año y en cualquier lugar.
Las verbenas, casetas y bailes con agrupaciones musicales han existido en el marco del Carnaval desde hace mucho tiempo. Los conciertos como tales son de hace menos de 20 años y cada vez son espectáculos atractivos para quienes no son necesariamente carnavaleros natos.
Para 2023 en Barranquilla se están anunciando tres conciertos formales, cada uno de ellos con por lo menos dos grandes artistas, y tres bailes-conciertos con más “olor” a nuestro Carnaval, entre otras cosas porque se desarrollan en la calle y no requieren de grandes y sofisticadas producciones, por lo que bailes habrá para todos los gustos y presupuestos.
Y con todo, el carnavalero nato tendrá, como sí es tradicional, oportunidades de disfrutar de todo aquello que nos hace diferentes, de todo aquello que mantiene la tradición, de todo aquello que resalta nuestras tradiciones y muestra su evolución, como son los desfiles en los que participan los grupos folclóricos, las presentaciones de danzas y disfraces, los encuentros festivos en barrios y cuadras, muchos de ellos a cero costos o a costos módicos.
El Carnaval de Barranquilla es Patrimonio y no por sus conciertos, sino porque reúne expresiones emblemáticas culturales de la memoria e identidad del pueblo barranquillero, del Caribe colombiano y del Río Grande de La Magdalena. La multiculturalidad es propia de nuestra fiesta. Aquí se congregan más de 20 expresiones dancísticas, cada una de ellas con características propias, con música, vestuario, movimientos e historias propias que se remontan a años y años. Algunas de ellas, como la Cumbia no sólo se viven en la temporada, sino que están presentes los 365 días del año. Y otras en vía de extinción, como la de Indios en sus distintas modalidades, o la del Gusano que dos o tres familias sostienen para que no desaparezca.
El disfraz, sobre todo el que nace de la creatividad, también es propio del Carnaval de Barranquilla. El humor, la burla y la actualidad hacen parte de lo que se puede encontrar en cualquier lugar de la ciudad en esta temporada. Diferente a los diablos, a las “familias” que son propias de otros carnavales, como el de Riosucio o Pasto.
Y en definitiva, como el Carnaval también es un modo de ver y disfrutar la vida, como lo dice el lema: “quien lo vive es quien lo goza”. Así que, a prepararse, que opciones para vivirlo habrá muchas.