Los consejos de la tía / 13 de agosto de 2022

Chía y linaza, las estrellas de moda entre los superalimentos

Rosario Borrero

¿Para qué sirven? ¿Qué aportan al organismo? ¿En qué se parecen y en qué se diferencian? ¿Cómo consumirlos? Tips que ayudan en la dieta cuando se quiere bajar de peso.

Entre las semillas, las más ‘cotizadas’ por estos días entre los amantes de la vida fitness y de la comida saludable son las de chía y las de lino, o linaza, consideradas entre el grupo de los llamados superalimentos por ser poderosas fuentes de fibra, minerales, proteínas y ácidos grasos Omena 3.

Aunque se suele hablar de estas semillas como si fueran iguales, lo cierto es que se diferencian en su tamaño, sabor, propiedades y origen.

La chía es más pequeña, negrita, tiene un sabor un poquito terroso y se deriva de una planta con flores de la familia de la menta que se encuentra en México y el suroeste de los Estados Unidos. La semilla de lino, en cambio, es más grandecita, color café rojizo, se consigue entera y molida, su sabor es muy parecido al de la nuez

¿Cuál es exactamente la diferencia entre la chía y la linaza? Para empezar, la chía son semillas muy pequeñas y tiene un sabor suave pero un tanto terroso que la caracteriza. Las semillas de linaza, en cambio, se encuentran con mayor frecuencia molidas (aunque también las hay en semillas un poco más grandes) y tienen un sabor que se acerca más a nuez y proviene de una planta cultivada en el Medio Oriente.

Sin embargo, pareciera que la chía se ha vuelto muy popular en los últimos años, cuando en realidad ha existido durante mucho tiempo, año 3.500 a.C, cuando era vista como el alimento de los dioses. La linaza tiene un origen tan antiguo y desde siempre ha tenido un uso más bien medicinal.

Dos cucharadas de semillas de chía equivalen a 140 calorías, 11 g. de fibra, 7 g. de grasa insaturada, minerales como el zinc, cobre, magnesio y potasio; omega 3 y 4,4 g. de proteína. Y dos cucharadas de linaza corresponden a 78 calorías, 4,2 g de fibra; 6,3 gs de 6,3 g. de grasa; minerales como el calcio, el hierro, el magnesio, zinc, ácido fólico y 2,76 g. de proteína.

La linaza también tiene su propio conjunto de beneficios para la salud: pueden ayudar a controlar la presión arterial, el colesterol e incluso desempeñar un papel en la prevención del cáncer. Los beneficios antioxidantes de la linaza provienen principalmente de nutrientes llamados compuestos fenólicos.

Si eres mujer, la linaza puede ayudar a eliminar el estrógeno de tu cuerpo. Demasiado estrógeno está relacionado con síntomas menstruales y el molesto síndrome premenstrual cada mes.

Si bien las semillas de chía y de linaza son fuentes increíbles de fibra, la chía proporciona aproximadamente el doble que las semillas de lino. Ambas son fuentes asombrosas del ácido graso omega-3, ácido alfa-linolénico (ALA), con semillas de linaza que proporcionan aproximadamente 1,6 gramos por cucharada y semillas de chía que proporcionan 1,8 gramos.

Las semillas de chía también superan a la linaza en términos de su contenido de proteínas, aunque los márgenes son más delgados. Las semillas de chía son un poco más altas en proteínas con alrededor de 1,7 gramos de proteína por cucharada, mientras que las semillas de linaza contienen alrededor de 1,3 gramos por cucharada. La chía también es una mejor fuente de hierro, con aproximadamente 1,6 mg por cucharada. Combine las semillas de chía con una buena fuente de vitamina C, como fresas o cítricos, para maximizar la absorción de hierro.

Finalmente, las semillas de chía también destacan como una mejor fuente de calcio, proporcionando alrededor de 63 mg por cucharada. Un pudín de chía hecho con 1/4 de taza de semillas de chía proporcionaría casi 1/4 de las necesidades diarias de calcio.

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