Amantes de los caninos se reúnen en parques, tienen grupos de WhatsApp para hablar de labradores, snauchzer y criollos, entre otras raza.
Son gente de todas las edades, estratos y oficios a los que los une una causa común: el amor y respeto por los animales, los perros en especial.
Antes de la pandemia se concentraban cada dos meses en parques de Barranquilla a hablar de sus “hijos de 4 patas”, y también desarrollaban jornadas recreativas para todos los miembros de la familia.
Tienen cuentas en Facebook e Instagram, pero además grupos de WhatsApp que en estos tiempos de aislamiento resultaron claves para no perder comunicación.
Estamos hablando de los clubes de perros que cada día crecen en la capital del Atlántico no solo para que sus mascotas ‘socialicen’ con otras, sino para conocer comportamientos y hábitos muchas veces desconocidos sobre todo para quienes son nuevos en la crianza y tenencia de estos animales.
Las barranquilleras Karolay Duque Bello y Kathleen Amaya, administradoras del club Snauchzer que cuenta con 250 integrantes y 3.935 seguidores en Instagram (@clubschnauzerbq), aseguran que lo más bonito de todas estas asociaciones es que son una verdadera familia que se apoyan mutuamente y cumplen, además, jornadas en beneficio de mascotas abandonadas o perdidas.
Karolay, estudiante de Derecho y Mercadeo, tiene a Tom, de 4 años, y a Zoe Carolina, de un año. Dice que en el club no solo comparten los cumpleaños de sus perros, sino información sobre las características y conductas de los ejemplares.
Igualmente se colaboran si algún integrante requiere un medicamento o se informan sobre promociones en determinados almacenes o tiendas de mascotas.
Otro de los clubes que crece es el de labradores (@clublabradorbaq( que tiene 2.068 seguidores), y a que pertenecen jóvenes como Alicia Ceballos. Ella dice estar feliz de interactuar con los propietarios de esta raza. De hecho cuenta con Rayo, de 8 años; Akira, una perra husky de 12 meses y a Miss, una gata de 12 años.
Esta estudiante de sicología de la Universidad del Norte sostiene que desde que está en el club ha aprendido a conocer mucho más a sus mascotas.
“Somos una familia perfecta, cariñosos con los perros, te están apoyando siempre”, dice, al destacar que ante una llamada de emergencia la solidaridad fluye.
“Recuerdo que por la crisis del Covid ayudamos una señora que no tenía cómo alimentar a su labrador, armamos una rifa y le entregamos una bolsa grande de alimentos y de medicinas que requería su mascota”.
Por estos días realizan un bingo virtual de Halloween para seguir recaudando fondos de apoyo a los socios y para jornadas animalistas.
Otro club en crecimiento es ‘Todos somos criollos’, (así se encuentra en el Instagram) fundado hace menos de dos años por la la estudiante de auxiliar veterinaria Sandra Alvis, aunque lleva más de 12 años como animalista.
@criollossomostodos tiene 3.620 seguidores y propende por la adopción de mascotas en situación de abandono.
La tarea de buscar padrinos para sus hijos de 4 patas la empezó hace 12 años. Desde entonces dice que ha encontrado hogar para al menos 600 gatos y 70 perros.
Tiene además un comedor comunal en el barrio San José, donde reside, en el que alimenta a gatos callejeros que además han sido esterilizados.
Sandra armó un grupo de WhatsApp porque le gusta hacer seguimiento a los animales que entrega en adopción.
Dice que tiene tiempo para todo, pues también apoya a la médico veterinario Ivonne Patricia Méndez con quien además realiza jornadas de esterilización.
“Esto lo hacemos de corazón”, añade Sandra, frase en la que coindice con Alicia y Karolay. Quieren dejar huella, como sus hijos de 4 patas.