Vida Cultural / 20 de abril de 2024

«Como cuentero creo que todos tenemos algo para contar»: Jorge Mario Sarmiento

El barranquillero Jorge Mario Sarmiento durante una presentación de su arte como cuentero.

Miguel Utria

Este exponente de la oratoria afirma que su natal Barranquilla se ha consolidado como una ciudad promotora del arte de la palabra.

“Escuchar a alguien en un barrio de Barranquilla contando un cuento o narrando una historia es tan común, como escuchar el canto de los pájaros cada mañana o ver caer un mango de un árbol”.

Así se refiere Jorge Mario Sarmiento a la sensibilidad que, según cree, tenemos todos los seres humanos para contar algo a alguien, en algún momento.

Él es cuentero, narrador oral o contador de historias como se les dice a quienes expresan esta manifestación cultural a través de la palabra y que en la ciudad de Barranquilla ha adquirido una importancia tal que hace 25 años se celebra aquí el Festival Nacional de Cuenteros ‘El Caribe Cuenta’.

“Alguien siempre está contando algo y es parte de la sensibilidad que nos pertenece como personas, como seres humanos. Habrá personas más calladas, las habrá más elocuentes, pero siempre habrá alguien que necesita contar algo”, apunta este orador barranquillero.

El cuentero hizo parte de la cartelera en el pasado Carnaval Internacional de las Artes.

Asegura que los cuenteros, narradores orales o contadores de historias hacen parte del arquetipo humano, porque todos nacemos contando historias, según afirma, y que ello parte en el momento en que alguien le cuenta a otro algo que pasó.

ARTE CON SENSIBILIDAD

El arte de la narración oral en Barranquilla se ha consolidado  gracias al liderazgo de Manuel Sánchez y Zoila Sotomayor, seguidos por una red nacional e internacional de cultores de estas expresiones que cada año se da cita en el festival de cuenteros.

Explica que una historia contada por un cuentero puede contener elementos de la vida real y de la ficción, pero también puede ser cien por ciento un hecho real o cien por ciento ficticio.

Pero en este arte lo más importante no es que la historia sea real, de ficción o una combinación de ambos, sino que la misma sea verosímil es decir que el espectador la crea y la viva.

“Aquí se necesita la experticia y sensibilidad del narrador para sumergir al espectador en la historia y llevarles las imágenes que se construyen con la palabra, de las escenas que se dibujan con los gestos, las pausas, entonaciones, dicción etc.”.

Jorge Mario con sus padres Rafael y Nira, y sus hermanos Rafael jr. y Julián, todos dedicados a contar historias en diferentes ámbitos.

Jorge Mario asegura que llegó a este arte gracias a la influencia que sobre él ejercieron sus padres y abuela desde muy pequeño, al inculcarle amor por la lectura y crecer viendo a su alrededor periodistas, escritores, caricaturitas, poetas y hasta cantantes.

“Provengo de una familia contadora de historias, por un lado en el periodismo, pero además en el humor gráfico, la literatura y la música. Es decir de relatos reales en el ejercicio periodístico e historias caracterizadas por el arte y la cultura: aguas que en ocasiones aparecen divididas, y a veces no”, apunta.

Desde los 8 años ya estaba participando el proyectos como ‘Voz Infantil’ y escribiendo poemas, ello alimentado por la actitud de sus padres y abuela quienes le vivían regalando libros todo el tiempo.

AMOR POR LA LECTURA

“Recuerdo que mi regalo de cumpleaños número 10 fue una caja llena de libros con la colección completa de ‘Petete’, una enciclopedia infantil pero muy rigurosa en el tratamiento de lo que le ofrecía a la niñez, y de la que aprendí de historia y de arte”.

Asegura que siendo niño conoció las imágenes de las obras ‘Las Meninas’ y ‘Vieja friendo huevos’, del autor español Diego Velázquez, que le ocasionaron un atractivo especial a pesar de ser solo un infante, y que ya mayor tuvo la oportunidad de estar en el país ibérico y apreciar los cuadros originales.

Cuando le llegó el momento de elegir una carrera en la universidad estaba entre el periodismo y la literatura, por todo lo que hasta ese momento había ejercido influencia en su vida. Y finalmente se decidió por la comunicación social.

En 2020, Jorge Mario fue moderador de un panel en el Carnaval de las Artes. Lo acompañan Alejandro Garcés, Alexandra Vives, Juan Manuel Buelvas y Estewil Quesada.

Aunque, ya profesional, la vida le puso de frente una oportunidad laboral con oferta económica difícil de rechazar, en el campo de la comunicación organizacional, por dentro llevaba la inquietud, pasión y deseo de contar historias, que es lo que hace en la actualidad.

Recientemente tuvo participación en el Carnaval Internacional de las Artes, en Barranquilla, donde contó una historia de la autoría del desaparecido Heriberto Fiorillo.

Dice que es un fiel seguidor del Festival El Caribe Cuenta’ y recuerda que por el mismo han pasado narradores de diferentes partes del mundo que le mostraron todos esos mundos infinitos que pueden haber en la narración oral.

“Y eso se enlaza con una forma de vivir porque siempre hay quienes quieran escuchar historias contadas”.

Hace un par de años ingresó al Club de Narradores de Luneta 50, que dirigen Manuel Sánchez y Zoila Sotomayor, para formarse como contador de historias. “Fueron meses preparando historias conociéndome, disfrutándome y sanando cosas a través de la narración”.

Actualmente es docente, tallerista de escritura creativa tanto presencial como virtualmente, en los que participan escritores a nivel nacional e internacional ubicados en diferentes ciudades del mundo.

Así mismo hace parte del colectivo periodístico y cultural ‘La Chachara’ del que hacen parte miembros de su familia y amigos periodistas cercanos a ellos.

Tiene en su haber un libro de poemas publicado en 2019, titulado ‘Mi último refugio’, y está en la producción de un segundo libro de historias, en colaboración con su padre, el periodista Rafael Sarmiento Coley, que lleva por título ‘La carcajada del Búho’, el cual estaría listo antes de culminar el presente año.

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