Cuando las temperaturas atmosféricas suben extremadamente, una de las partes del cuerpo que más sufre es la piel, pero también hay muchos factores que por causa del calor pueden producir enfermedades como agotamiento, deshidratación y nauseas.

La dermis siempre debe cuidarse correctamente cuando hace calor, sobre todo en esta época en que los fuertes cambios climáticos vienen afectando no solamente el Caribe, sino en Estados Unidos y algunos países europeos.

Aunque el sudor es un proceso fisiológico natural que, entre otras cosas, sirve para regular la temperatura corporal, sudar demasiado no es saludable en época calurosa. Puede producir erupciones cutáneas, alergia, irritación por exceso de sudoración y  resequedad.

Para evitar o combatir estas enfermedades debemos poner en práctica algunos consejos que refuercen la barrera cutánea para evitar evaporación de líquidos.

Mucha gente piensa que una forma de refrescarse es yendo a la playa para darse un chapuzón. Es cierto que el sol aporta vitamina D por sus efectos benéficos para la salud, pero todo depende del tiempo que nos expongamos, pues todo exceso es malo.

Además del sol, el cloro, el viento, el salitre y la arena de la plaza no le van nada bien a la piel si no le ponemos control. Por eso es recomendable enjuagarnos con agua dulce después de un baño de mar.

Tomar mucha agua, sin esperar tener sed,  evita la deshidratación.  Uno de los efectos del calor en la piel es que acaba derritiendo el maquillaje. Para evitarlo, dicen los expertos, lo ideal es cambiar la base por cremas con color, que sean menos pesadas. Es importante usar una buena protección solar.

La sandía o patilla, lo mismo que el agua de coco, son las frutas por excelencia. Hidratan, refrescan y aportan potasio y Vitamina C. 

Las cremas hidratantes en la piel, lo mismo que un producto especial para los labios, son fundamentales.

Al salir de su casa debe mantenerse bajo la sombra, utilizar ropa fresca, usar gafas de sol y se recomienda usar zapatos cómodos que transpiren.

No haga muchos ejercicios físicos; recurra al ventilador, aire acondicionado  o abanico de mano, para que no la agobien las altas temperaturas. Así evita no solamente sudar a chorros y que la piel se maltrate, sino que la presión arterial puede salir de su curso normal.