La diseñadora y empresaria Diana Dieppa.
La diseñadora vive en el país europeo hace 30 años, ha recorrido medio mundo llevando sus creaciones, dice que las telas son su principal inspiración, y que el Carnaval de Barranquilla ha influido en su trabajo. En su función social, está haciendo un colección para la Fundación Hilos de Fe de la cárcel del Buen Pastor.
Diana Dieppa creció en medio del ruido de las máquinas de coser, entre telas y tijeras. Cada vez que terminaba sus clases en el Colegio Parrish de Barranquilla, lo primero que hacía era atravesar la calle y meterse en el taller de modas, que quedaba al frente, para ver a su mamá diseñando y elaborando vestidos. Pero además, su abuela materna también fue una experta, según recuerda la barranquillera, era muy solicitada por las reinas de belleza para que les elaborara creaciones.
Es tía de Paulina Vega Dieppa, Miss Universo 2014, que hoy también es empresaria y modelo de campañas publicitarias.
En Colombia, Diana se desempeñó primero como reportera de televisión, pero ese gusto por la moda que le corre por sus venas, la llevó a lo que ella siempre soñó ser, diseñadora. Como tal, hizo sus pinitos en su tierra natal y como mujer visionaria, cuando decidió radicarse en Roma, Italia, que durante 30 años ha hecho ese país su nuevo hogar, creó su propia marca: Diana Dieppa Couture.
Ha sido tal el éxito, que un medio de comunicación italiano la describió como ‘La colombiana que lleva el made Italy por el mundo’.
Las creaciones de Dieppa han recorrido medio mundo. Han sido exhibidas en las alfombras rojas de importantes festivales como el de cine de Venecia, Cannes y el de Roma. También en Dubai y en China, entre otros. Las han lucido varias celebridades mundiales.
Dice que vivir en Italia, como referente mundial en la industria de la moda, le ha traído inspiraciones de todos los lugares, por la arquitectura, museos y porque allí están las marcas más famosas de alta costura. “Yo cuando voy por el mundo, miro y me inspiro sobre todo en los textiles. A mí me gusta tocar las telas, que caigan lindas en el cuerpo, que haga sentir cómoda a la persona. Pero sí hay algo que he aprendido en Italia es trabajar con materiales de óptima calidad”.
Contó a MiREDvista que alista el libro ‘Moda, pasión y símbolos’ en el que no solo cuenta cómo fue el proceso para llegar a tener su propia marca, lo que ha influenciado el Carnaval en su trabajo y detalles de su experiencia en la industria.
¿Qué la trajo nuevamente a Colombia?
– Estuve en Medellín recorriendo Colombiatex, era mi primera vez y me pareció un pulmón fantástico porque tienen todo muy organizado y le dan apoyo a los diseñadores emergentes. A estos estos nuevos talentos hay que darles paso, o si no, la creatividad se acaba.
¿Qué importancia tienen para usted los textiles?
-Para mí, la moda comienza ahí, en los textiles. Las telas son mi principal inspiración. Mis colecciones son con prendas que puedes llevar toda la vida. Una prenda debe valorizarte, darte algo. Me gusta hacer ropa que perdure. Por eso yo no corro con tendencias del momento. Es algo que lo nota mucha gente, y es lo que hago sin darme cuenta, pero es a propósito.
¿Cuál es el sello de Diana Dieppa Couture?
– Clásicos, Elegante y sensual.
¿Ha incluido en sus colecciones trajes de novia?.
-Hice dos por pedido de unas princesas en Dubai. Normalmente, no es mi fuerte. A mí me gusta hacer vestidos que no pesen mucho, que no sean tan gigantes. Soy una persona práctica. A mí me encanta un vestido que me pueda poner desde el día hasta la noche. Ese es mi concepto. Por eso, en mis colecciones habrá uno que otro vestido exagerado, pero en realidad, no es mi gusto. Yo soy la primera clienta, la modelo, de mi propia colección, y cuando me pongo una prenda y me siento bien, entonces seguramente eso lo reflejan las demás.
¿Cómo ve el desarrollo de la moda colombiana?
-Ya no somos moda colombiana, sino internacional. Estamos casi a la par de grandes diseñadores mundiales; obviamente, uno no puede compararse con un Armani que tiene 30 años, y muchas de las marcas italianas nos llevan más tiempo, como nosotros en Colombia. La creatividad colombiana es arriesgada porque nosotros, por naturaleza, somos así. Somos abiertos al cambio, a diferencia de los diseñadores italianos. Recuerdo que cuando hice uno de los desfiles en China mandé a hacer unos accesorios en el departamento del Chocó. Los aretes artesanales fueron tan espectaculares en su colorido, que impactaron a todos.
¿Cómo es su trabajo con las reclusas del Buen Pastor?
-Estoy haciendo una colección con la Fundación Hilos de Fe y Esperanza del Centro de Rehabilitación el Buen Pastor, donde hay muchas mujeres privadas de la libertad. Quiero promocionar su trabajo y más adelante vender en almacenes. Esa ha sido una de las razones por las que vine a Colombiatex, ver materiales, y claro, en el momento que estoy haciendo esto, voy a exportar a Italia, pero quiero hacer algo colombiano, muy autóctono.
¿Cada cuánto viene a Barranquilla?
-Casi todos los años, me encanta estar en diciembre, y esta vez también aprovechar para disfrutar el Carnaval que ha influido mucho en mi trabajo por esa explosión de creatividad, alegría y colorido. Es que soy primero colombiana y después italiana. Esa parte de la feminidad que me sale a mí es totalmente barranquillera (risas.)