Milly Quezada durante el concierto virtual ‘Vuelve la reina’ que ofreció en octubre, y que por solicitud del público repitió gratis por su canal YouTube como regalo navideño.
La reconocida cantante dominicana confiesa que vive agradecida por llevar al mundo temas como La Guacherna y Volvió Juanita, de la barranquillera Esther Forero. Cuenta también que planea hacer otro concierto virtual y escribir sus memorias.
La vez que le llegó a las manos de la cantante Milly Quezada la letra de la canción La Guacherna, escrita por Esther Forero, lo primero que le preguntó a su esposo Rafael Vásquez (en ese entonces manager de la orquesta Los Vecinos en la que ella cantaba con su hermana Jocelyn) fue: “¿Qué quiere decir esto de abarcas tres puntá?» A lo que él le contestó: “!Olvídate de eso! Nosotros tenemos que ganarnos el corazón del pueblo barranquillero con esta canción y vamos a grabarla tal cual”.
“Yo le decía a mi esposo que si bien es cierto estábamos refiriéndonos a las costumbres y raíces de una región de Colombia, teníamos que aterrizar la letra para el mundo si queríamos conquistarlo”, recuerda la merenguera desde su casa en New Jersey, EEUU.
“Lo que pasa es que cuando yo canto un tema, tengo que metérmelo en el alma para yo sentirlo y expresarlo con la convicción de lo que estoy diciendo. Cuando ya le cogí la esencia, el significado y la alegría a la canción de Esthercita, comencé hacer las improvisaciones que son parte de lo que la compositora plasmó en el cuerpo del tema. Ahí es donde entra la gracia de La Guacherna” y todo eso se convirtió un éxito a nivel internacional.
El tema, que anteriormente había grabado sin pena ni gloria la orquesta venezolana Los Melódicos, lo tomó como propio Rafael Quezada, hermano de Milly y primera trompeta de la orquesta, para hacerle los arreglos en ritmo de merengue. ¡Fue un palo!, como dicen los dominicanos. El tiempo le dio la razón a Vásquez.
Hoy, 39 años después de haber sido grabada, la canción es el “himno” durante todo el año en Barranquilla, pero especialmente en los días previos y durante los cuatro días de esa “locura de colores en las calles de Curramba y tambores de parranda”, como dice la composición.
Lo mismo pasó con Volvió Juanita, también de la autoría de Esthercita, que grabaron Los Vecinos en el 82 en la voz de Milly, quien afirma: “ambos números son un fenómeno musical porque siguen despertando alegría en tiempos de Carnaval y Navidad también en República Dominicana, Puerto Rico, Panamá, Venezuela y muchos otros países”. Desde entonces no ha dejado de incluir los dos éxitos en su extenso repertorio, porque además, la gente los pide. «Volvió Juanita es tan bueno y alegre, que nunca pasará de moda», le dijo una vez el cantautor Juan Luis Guerra al arreglista Rafael Quezada.
“La trascendencia de estos dos temas a nivel artístico es porque nos internacionaliza, nos lleva a Japón y a todas las plazas internacionales en la década de los 80 que nosotros los dominicanos llamamos ‘Los años gloriosos del merengue’, porque nuestra música traspasó fronteras”.
“Sé que han hecho diferentes versiones de La Guacherna. Pero la nuestra es la que cala profundo en el corazón, no solo de los barranquilleros sino en el de todo el mundo. Yo diría que la combinación del arreglo musical, de las improvisaciones y pregones que yo le incluí, y la letra de Esthercita son lo que hacen mágica la canción. Por eso siempre le doy gracias a Dios,” apunta La reina del merengue que lleva cuatro décadas de trayectoria artística que incluyen 31 discos e incontables reconocimientos internacionales.
En medio de “tantas cosas ya idas del viejo Carnaval”, en el que numerosas veces ha estado #Milly_Quezada deleitando al público, y el hecho de pensar que este año no habrá fiestas, comenta en tono melancólico: “ni me lo menciones, ¡porque me pongo a llorar!. Entre la muerte de Esthercita, los fallecimientos recientes de mi hermano Rafael y mi cuñado Fausto y ahora la pandemia, me llena de nostalgia. Esto no ha sido fácil”.
Usted solo sabía de La Guacherna por la canción, pero jamás había vivido en carne propia ese desfile nocturno.
—Fue en el 85. ¡Inolvidable! Recuerdo que Jocelyn y yo nos vestimos con polleras. Cantamos con una pista e hicimos el recorrido sobre el capó de un carro. Hasta hace dos años volví a hacer el recorrido desde una carroza.
Entonces, le debe mucho a Colombia
–Además de sentirme orgullosa, recibir innumerables reconocimientos, es algo que uno lleva marcado en el corazón de manera profunda. No tengo palabras para agradecerle a Colombia, su música, pero especialmente la riqueza cultural que aportó a la orquesta. Lo nuestro es reciprocidad, en beneficios, emociones y logros, es recíproco. Y sigue siendo emocionante cuatro décadas después. ¡Eso no tiene precio! A Esthercita le debemos recordar siempre, porque además de su legado musical, nos transmitió alegría.
¿Qué tanto la ha afectado la pandemia?
-Como a todos los que trabajamos en el medio artístico, ha sido un año muy difícil. A mí me invitan a hacer cosas para mantenerme vigente, sin embargo, a mediados de octubre, realicé en Santo Domingo el concierto virtual Vuelve la reina con todos los protocolos. Después de 10 meses, fue la primera vez que lo hicimos con orquesta, y resultó tan exitoso que lo pasaron nuevamente y gratis por YouTube el 6 de diciembre. Fue una hazaña realizar este proyecto por lo costoso, pero gracias a los auspiciadores lo logramos. Entre los invitados al escenario estuvo Johnny Ventura. Interpreté 18 temas, repertorio en el que no podían quedarse por fuera La Guacherna y Volvió Juanita.
¿Qué otros proyectos tiene?
–Planeamos hacer otro concierto virtual, pero con ciertas variantes. Será más creativo. En abril comienzo como juez del reality La Voz, en su versión para República Dominicana.
¿Y cómo es su papel de abuela?
— Es lo mejor que me ha podido pasar en la vida. Me encanta jugar con mis nietas. Lo bueno de este confinamiento es que uno tiene ahora más tiempo de compartir en familia, del que no disponía antes porque andaba con una maleta viajando de un lado para el otro. Soy una abuela feliz porque son tres mujeres, ya que nada más tuve tres hombres. En la pandemia, he aprovechado para dormir más, y comer con un animal, aunque me cuido (risas)
¿No ha pensado escribir un libro?
-Sí, con mis memorias. Pero todavía no he sido capaz, o no estoy preparada aún para remontarme a otros tiempos; porque me da nostalgia. Me pongo muy melancólica, pese a que mi carrera ha sido fructífera y he vivido momentos felices, pero también tristes.
Milly Quezada confesó por último que no ha pensado retirarse de la vida artística porque “vivo y viviré de la música, por eso no he contemplado esa posibilidad. Ya me vacuné contra el Covid, para cuando pase esta pandemia esté lista para volver a subirme a los escenarios”.