El maestro Gossaín, nacido en San Bernardo del Viento, Córdoba, durante su participación en el Carnaval de las Artes en 2019. (Fundación La Cueva)
El reconocido periodista dice que los medios de comunicación son responsables de la crisis que viven porque se dejaron arrastrar por la “manipulación de la verdad” que se da en redes sociales. “Lo que está en juego es la confianza del público“, asegura.
El maestro Juan Gossaín Abdalah confiesa que cuando empezó a advertir la irrupción de nuevas tecnologías de la información, él sintió “una gran alegría”. “Me dije: por fin llegó el periodismo moderno, ilustrado y con instrumentos a la mano. Todos lo aplaudimos. Y pensé, esto va a ser bueno para los medios”.
Sin embargo, dice que en ese momento no se había dimensionado “la manipulación y el daño” para el oficio que, por cuenta de ese desarrollo, se le haría al Periodismo. “No había nada que lo impidiera”, asegura en tono reflexivo.
Desde Miami, donde se encuentra por estos días con su esposa, la también periodista Margot Ricci, habló con MiREDVista del tema en el que es toda una autoridad y que es inevitable tocar con él, sobre todo en el contexto de la conmemoración del tradicional Día del Periodista. Y lo hizo de forma generosa, y en ese tono afable y familiar con el que acompañó a los colombianos cada mañana, por 26 años, desde la mesa de noticias de RCN Radio, de la que fue su director.
“Antes de la redes sociales y de estas nuevas tecnologías, el periodismo se ejercía bajo dos condiciones: una, la fuente que daba la noticia, y dos, el periodista que la recogía y editaba. Así, si el ministro tenía una noticia –una inversión para Barranquilla, por ejemplo– llamaba al periodista, o hacía una rueda de prensa o emitía un boletín, y luego el medio publicaba. ¿Qué pasa hoy? Que la fuente dijo para qué necesito periodistas si puedo abrir página web y redes sociales. Y así, la fuente se convirtió en medio y entonces empezaron a decaer y desaparecer los medios tradicionales, y se fortalecieron las redes sociales, que pasaron a ser las fuentes de las personas, su único informador”, explica el excelso narrador, que en su juventud fue reportero de El Espectador y jefe de redacción de El Heraldo.
Gossaín, que acaba de cumplir 71 años y que reside desde hace 10 en Cartagena, añade que en este escenario las redes fueron utilizadas para difundir mentiras e inexactitudes; para polarizar, descontextualizar, para tergiversar informaciones y para engañar a la gente, y que los medios, en vez de marcar diferencia, lo que hicieron fue sumarse a ellas y empezaron a despedir periodistas, incluso de los de más experimentados y valiosos.
“Las empresas periodísticas dijeron: para qué tantos periodistas, si con solo prender el computador tengo la noticia en las redes, y comenzaron también a reducir sus redacciones, al tiempo que copiaban y publicaban las versiones tergiversadas, inexactas que ellas difundían. Y así, los medios tradicionales empezaron también a tergiversar y mentir por razones políticas, económicas, sociales, etc.”
Por eso dice que la crisis que viven hoy los medios de comunicación tradicionales no fue solo por el advenimiento de las redes sociales y el boom de las nuevas tecnologías en materia de comunicación. “No, no fue solo eso. Los medios tradicionales, clásicos, tienen una cuota grande de responsabilidad. Es que aquí lo que pusieron en juego es el mayor tesoro que un medio puede tener: su credibilidad y la confianza de los ciudadanos. Eso es una tragedia y todos debemos asumir nuestra responsabilidad”.
En este tiempo de pandemia, en diversos escenarios académicos virtuales Gossaín ha venido proponiendo la unión de periodistas, empresarios de los medios, academias, gremios y analistas “para ver de qué manera los periodistas pueden llegar a rescatar o recuperar la confianza ciudadana”.
Hay que rectificar el camino, asegura Juan, que precisa que el problema no está en que los medios hoy estén migrando sus contenidos a las nuevas tecnologías. “El afán de digitalizar es correcto; es parte de la modernidad. Lo que no está bien es la manipulación de la información, ni la falta de ética en el ejercicio del periodismo”, insiste.
El camino –añade– es ser éticos en las redes sociales. “Los medios deben digitalizarse, pero conservando los principios éticos de esta profesión. Las redes, los computadores, las tabletas, son tecnologías, son solo aparatos, pero los valores del periodismo son inmodificables y son fundamentales para recuperar el tesoro de los medios, la confianza de los ciudadanos”, insistió finalmente.