La administradora turística Karen Gutiérrez , de la marca Dekorletras.
Esta administradora de empresas turística decidió dejar de ser empleada para crear su marca de recordatorios para fiestas infantiles.
La administradora de empresas turísticas Karen Gutiérrez Restrepo estaba vinculada hace cinco años a un reconocido hotel de Barranquilla en el que laboraba como ejecutiva de ventas y eventos.
En sus ratos libres, sobre todo los fines de semana, se dedicaba a hacer manualidades para ella y su familia como pulseras, collares, individuales pintados a mano y cuadros en madera.
Ella asegura que el arte siempre estuvo ahí, desde niña, cuando su abuela, la modista Amilda Fontalvo, le regalaba retazos de tela con la que le hacía vestidos a sus muñecas y cintillos para ella.
Fue una prima la que hace siete años le sugirió que esos artículos que tanto admiraban sus familiares y amigos los empezara a vender en redes sociales. Así nació Dekorletras Barranquilla (@dekorletras).
En marzo del 2017 abrió su cuenta en Instagram y al día siguiente, hizo su primera venta: la palabra Jesucristo hecha en madera country.
Esta soledeña asegura que a lo largo de estos siete años han sido sus clientes los que la han llevado a otros, de tal manera que cuando su negocio empezó a crecer, decidió renunciar a su trabajo en el hotel y dedicarse por completo a su hija María Ima, hoy de cinco años, y a su emprendimiento que genera 8 empleos.
De este grupo hace parte su papá Hernán Gutiérrez, que en pandemia quedó cesante después de estar vinculado al sector de aduanas, y que desde entonces se encarga de todos los artículos elaborados en madera, así como su abuela Amilda que está en el área de corte y confección. “Ellos han sido valiosos en este proyecto”, asegura.
Pero a medida que su empresa avanzaba, también lo hacía con su linea de productos porque muchos papás, que son sus principales clientes, la llamaban a pedirle porterretratos y los nombres de sus hijos en madera country, hasta recordatorios para cumpleaños, bautizos y primeras comuniones, que hoy son su especialidad.
En este proceso de crecimiento adquirió unas máquinas especiales y contrató a otros dos empleados para que asumieran la elaboración de tulas, cojines y maletines y así dejar de adquirirlos a proveedores. Ahora proyecta comprar equipos de estampado y corte con el mismo objetivo.
Karen tiene hoy no solo pedidos desde Barranquilla y otras ciudades de Caribe, sino de Leticia y Bogotá, y distribuye mensualmente a dos tiendas mayoristas de Medellín y Cali.
Hasta allí llegan sus maletines, bolsos, termos, tulas, cartucheras y gorras, entre otros, estampados con imágenes de Barbie, Encanto, la Patrulla Canina, La Granja de Zenón, Bob Esponja y otros personajes muy queridos por los niños.
“No vuelvo a trabajar para nadie y aquí estoy”, repite con enorme orgullo esta emprendedora barranquillera que feliz, hace desde su hogar en el barrio El Limoncito lo que más quiere: dedicarle tiempo a sus hijas María Ima y María Gabriela, a su esposo Damián Fontalvo, que es administrador de empresas, y a su empresa que quiere hacerla crecer aún más.