Mi padre decía: «vivimos aproximadamente en promedio 80 años, pero morimos para toda la vida “. Y tenia toda la razón, por eso el tiempo vivido es muy corto comparado con la duración del tiempo que duramos muerto. Ante esto, mejor disfrutar la vida, aprovéchala porque es corta. No gastes tantas lágrimas, elige conscientemente la felicidad como una actitud de vida; ademas elegir ser feliz implica asumir un compromiso y tener actitudes que te lleven a eso.

Sé agradecido con lo que tienes, perdona, el rencor te quita años de vida, pon en práctica la resiliencia y quita de tu cabeza pensamientos negativos.

La felicidad es un estado de ánimo que nace cuando se han conseguido ciertos objetivos, pero y si no logras conseguirlos, entonces no eres feliz. Felicidad también es la sensación de esperanza en el futuro, en luchar por que las cosas estén bien, meterle ánimo, actitud y aptitud a todo lo emprendido.

Hay que ser consciente del aquí y el ahora, socializar, los amigos ojalá bien escogidos, recordemos que en la vida no perdemos amigos, solo sabemos quienes valen la pena, dedicar tiempo a las buenas acciones, agradecer lo que uno tiene.

Es importante ponerle nombre a las emociones, el ejercicio es fundamental, esa dosis de serotonina es increíble. Saluda la gente con efusividad, no saludes hipócritamente, hablarse a uno mismo y de vez en cuando autoregañarse, eso es positivo.

Hay que tener esas endorfinas altas, tener consentida esa pituitaria y ese hipotálamo.

Hay cuatro hermonas claves para nuestro estado anímico: dopamina, oxitocina, serotonina, y endorfina son la clave química para la felicidad.

Cómo se activan estas hormonas, con el sol, la alimentación sana, el deporte, evitando el estrés, socializar, leer, reírse, pasar tiempo al aire libre, dormir entre 7 y 8 horas, tener un hobby, hacer algo que nos gusta, que nos dé satisfacción, tener experiencias gratificantes, que el trabajo sea un motivo de alegría.

Viaja, conoce otras tierras lejanas, mira otras culturas, disfruta otras brisas, otras comidas, otros mares, camina disfrutando cada paso.

Visita museos, escucha música, ve al teatro, al cine, porque cada momento de relajación tu cuerpo lo agradece.

Respira oxigeno de campo, el aroma del bosque silvestre es un perfume para el cerebro.
Camina a la orilla de mar, siente la tierra en tus pies, disfruta de las olas y del viento marino. No te olvides la vida es corta disfrútala y perdona rápido.

Como dice el poeta Borges: «el peor pecado es no ser feiz».