En 2013, la entonces alcaldesa de Barranquilla, Elsa Noguera, le concedió ese título que, afirma, la compromete más en su trabajo por la gran arteria fluvial que privilegia a la capital del Atlántico. Hace 15 años preside la Fundación Puerto Colombia, que ha favorecido a más de 400 artistas, artesanos, músicos, escritores, fotógrafos, hacedores culturales

Si alguien en Barranquilla conoce y habla con pasión y amor del Río Grande la Magdalena esa es Hortensia Sánchez Patiño, una gestora cultural y líder cívica que ha dedicado gran parte de su vida trabajar en proyectos a favor de esta fuente hídrica, el recurso natural más importante con que cuenta el país.

Ella asegura que es tan grande la potencia del río que nadie en Colombia se imagina lo que tiene frente a su ciudad y es categórica en afirmar que “cuando comencemos a navegar el Río Magdalena y descubramos la riqueza cultural que hay en su recorrido, a Barranquilla no le van a caber los turistas que vendrán aquí”.

Esta mujer es nacida en Barranquilla, bachiller del Colegio Nuestra Señora de Lourdes, de las hermanas de la Presentación, institución a la ingresó desde el grado kínder, hizo allí toda la primaria y secundaria. Es administradora de empresas tras realizar estudios en El Paso, Texas, Estados Unidos, donde se radicó con sus dos hijos tras la ruptura de unión matrimonial.

Es especialista en Turismo Rural de la Universidad de Buenos Aires, Argentin; en Gerencia Estratégica de la Universidad de los Andes, y en Desarrollo y Operación de Destinos Turísticos de la Universidad de Valencia, España.

Es madre del ingeniero agrónomo José Luis Hoyos y la diseñadora textil y de modas Liliana Hoyos, quien además fue reina del Carnaval de Barranquilla el año 1998, y tiene cinco nietos.

Durante 25 años trabajó en el área comercial de la Sociedad Portuaria de Barranquilla a la que ingresó cuando los puertos en el país fueron privatizados. A esta empresa perteneció hasta que le llegó el momento de su jubilación.

MADRINA DEL RIO

Durante su paso por el sector portuario tuvo la oportunidad de hacer varias investigaciones sobre el río y participó muchas veces en la ‘gran maratón del río’, lo que le da la propiedad de hablar como la más experta en el tema.

“Yo conocí tanto el río que eso se me convirtió en una pasión, a tal punto que Elsa Noguera, alcaldesa de Barranquilla en su momento, me llamó la madrina del Río Magdalena, título que me encanta y que me compromete aún más con esta belleza que nos regala la naturaleza”.

Su relación con el río es tal, que cuando a su hija Liliana la nombran Reina del Carnaval de Barranquilla, se fundó la Gran Guacherna Fluvial, evento en el que desfilan embarcaciones escoltando a la soberana con música, disfraces y bailes propios de estas festividades. El evento aún hace parte de la agenda oficial del Carnaval cada año.

“Como yo venía trabajando el tema del río, la Guacherna la concebimos como un homenaje del Carnaval al gran Río de la Magdalena, por haber sido el transportador de siete de las trece danzas patrimoniales que le dieron a Barranquilla la designación como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, por parte de la Unesco”.

Asegura Hortensia que vive feliz y agradecida que el evento se ha mantenido y creciendo hasta el punto que este año, cuando fue invitada especial, había más de 3500 personas navegando en medio del festejo carnavalero. Y celebra que finalmente el rio y la ciudad se encuentren de frente con toda la apertura que se le está dando.

Cuando Hortensia comenzó a trabajar en el Puerto ya sus hijos estaban grandes, por ello muchas veces la acompañaban a su sitio de trabajo lo que hizo que ellos también se enamoraran del río y el mar. Y hoy sus nietos también tienen un sentimiento especial por ellos.

“Pero además yo tengo siete hermanos varones, y ellos también me acompañan en todo lo que tiene que ver con el río. Algunos me acompañaban en mis recorridos por el río, y luego mis sobrinos también se hicieron amantes del río y recorren en lancha el sector de El Torno. He ido con ellos y no entiendo porque nos vamos a otros países de vacaciones cuando aquí tenemos sitios bellísimos que desconocemos”.

Afirma que trabajando en el puerto además de manejar la oficina comercial hizo investigaciones sobre la parte social y cultural por la existencia de otros puertos en el Caribe y el Pacífico, pero que se diferenciaban del nuestro precisamente por el río. Ello la impulsó a especializarse en Turismo rural, en la Universidad de Buenos Aires, pensando en cómo desarrollar el turismo en el Río Magdalena. Esto le dio la oportunidad de conocer cada pueblecito ribereño del país.

PUERTO COLOMBIA

Hace 30 años llegó a Puerto Colombia para radicarse allí, justo en la casa que fuera de la maestra de la danza Sonia Osorio y el maestro de las artes plásticas Alejandro Obregón. En esa casa vivió 10 años, tiempo durante el cual fue convocada por el alcalde para la organización del Carnaval del municipio costero.

Entre 1995, cuando llega a Puerto, y 2014 cuando se pensiona, viajaba a diario para cumplir con sus obligaciones laborales en la Sociedad Portuaria.

“Yo siento que Puerto Colombia no está desligado del Magdalena, porque el río influye en todo lo que es el litoral de Puerto Colombia. Conozco muchos estudios que se han hecho en hidráulica por todo el tema de la desembocadura”.

Sobre el tema hidráulico y la desembocadura asegura que si en sus manos estuviera la solución para proteger a Puerto Colombia haría un “dique de abrigo” para tranquilizar las corrientes de todo el litoral. “Cada día estas corrientes están deteriorando el litoral hasta tal punto que está en riesgo el Castillo de Salgar”.

Dice que los ciudadanos de Puerto Colombia tienen el reto de tomar conciencia de la importancia que tienen todas las inversiones que se están haciendo allí y de las oportunidades de desarrollo para los jóvenes a corto plazo.

“Uno es un ciudadano cívico que a veces empuja, a veces sueña, a veces los sueños se hacen realidad, pero a veces no. Y aquí en Puerto lo sueños se han ido haciendo realidad poco a poco, porque no se parece en nada el Puerto Colombia que recibimos hace 15 años, al Puerto Colombia de hoy”.

En efecto, desde 2009 es la presidenta de la Fundación Puerto Colombia, una organización sin ánimo de lucro creada para impulsar las artes y la historia del municipio, y en la que Hortensia ha guiado y protegido con su incandescencia festiva a más de 400 artistas, artesanos, músicos, escritores, fotógrafos, hacedores culturales, entre otros que residen en el municipio.

Desde esa entidad, esta gestora cultural ha impulsado proyectos de transformación sociocultural en la población, entre los cuales se pueden mencionar el Malecón del Arte, el Festival Internacional de Coros ‘Un mar de Voces’, y la consolidación del Museo Estación de la Memoria.