Empresariales / 24 de septiembre de 2022

La marca de jabones, velas, tónicos y óleos inspirada en las cataratas de Iguazú

Alix López

La comunicadora social barranquillera Giovanna Rodríguez Daza comenzó hace tres años a capacitarse para luego registrar su marca Iguazúbq con una línea de productos artesanales libres de químicos.

Giovanna Rodríguez Daza heredó de su mamá, Adela Daza, la vena comercial  y el amor por la naturaleza, una combinación perfecta que la llevó a crear su emprendimiento cuando empezó la pandemia.

Primero buscó por internet tutoriales para elaborar jabones medicinales y velas, que luego fue perfeccionando de la mano de expertos que la guiaron hasta lograr una línea de productos elaborados a base de ingredientes libre de químicos.

Con Iguazúbq (@iguazubq), esta comunicadora social de la Universidad Autónoma empezó ensayando con base a su propia experiencia y a la de su familia.

Giovanna dice que allí está el secreto de su éxito, en investigar para qué sirve cada elemento y así aplicarlo en su línea de productos artesanales.

Adela Daza, la mamá de Giovanna, la apoya en la comercialización. «Es toda una experta», dice su hija.

Por esto todo el tiempo trabaja con glicerina vegetal, aloe vera, caléndula, pétalos de orégano, de rosas y arroz, vitamina E y colágeno, entre otros.

Ella elabora, por ejemplo, un jabón a base de lavanda, manzanilla y vainilla ideal contra la ansiedad y el estrés, o el que contiene aceite de rosa mosqueta con extracto y aceite de rosas y ylang, que recomienda para el tratamiento de arrugas y una hidratación profunda, y para los niños, uno a base de sandía y mango dulce.

Giovanna y su espos Juan Mario Daza.

También ofrece tónicos para controlar la caída del cabello, un bálsamo a base de chocolate para restaurar los labios y un exfoliante corporal hecho con cacao, miel, azúcar orgánica y aceites esenciales.

En todo este emprendimiento ha tenido el apoyo de su progenitora, Adela Daza, que además de ofrecer los productos naturales de Iguazú Baq. promueve su propia línea de cactus en miniatura que son todo un éxito.

En este proyecto, Giovanna recibe el apoyo de su esposo, el administrador de empresas Juan Mario Daza, así como de sus hijos Aura María y Juan Eduardo Daza, sus dos grandes motores, como ella los llama. “Ya empiezan a interesarse e incluso me hacen sugerencias”, añade.

Aquí, recuerda que el nombre fue inspirado en las cataratas de Iguazú de las que pudo disfrutar durante los tres años que vivió en Argentina. “Es agua pura, quedé extasiada por la belleza. Yo digo que ahí debe vivir Dios. Y entonces dice: si algún día llego a tener un negocio propio le pondré Iguazú”.

Esta emprendedora barranquillera dice que si bien ofrece sus productos por redes sociales, ella prefiere participar en ferias comerciales presenciales porque le gusta que disfruten el aroma y la textura de cada uno. “Cuando se acercan a mi stand y los prueban, quedan fascinados y conectados como clientes permanentes”.

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“Todo el tiempo trabajo con glicerina vegetal, aloe vera, caléndula, pétalos de orégano, de rosas y arroz, vitamina E y colágeno, entre otros. Yo hago lo extractos, pero los aromas sí los pido a Bogota”.

Ahora acaba de lanzar jabones y óleos inspirados en la perfumería francesa que han sido un éxito, pero asegura que el producto de mayor demanda es el jabón a base de carbón, extracto de menta, caléndula, manzanilla, eucalipto y té verde, especialmente elaborados para pieles grasosas.

“Todos nuestros productos tienen duración hasta de siete meses porque no tiene conservantes”, añade.

En vista de la acogida que ha tenido en las ferias en centros comerciales, a mediano plazo proyecta tener su propio espacio en alianza con emprendedores de productos afines a los de su marca.

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