Quienes se preparan para ocupar las secretarías de Cultura, y en general cualquiera de las secretarías directamente relacionadas con el desarrollo y la economía, no pueden estar ajenos a lo que por estos días ha sucediendo en Medellín, donde la ciudad gira en torno a una artista de la localía.
La antioqueña Karol G y su concierto “Mañana será bonito”, sin precedente en el país, no solo ofreció dos conciertos y generó una serie de actividades alrededor de los mismos, denominado “Mañana será bonito fest”, sino que sus presentaciones movieron la economía del departamento que, según cálculos iniciales, superan con creces lo movido económicamente por la tradicional Feria de las Flores y todos los eventos culturales desarrollados en el departamento de Antioquia en 2023.
La cantante no solo hizo un montaje histórico en el estadio Atanasio Girardot de la capital antioqueña y se tomó con distintos temas todo el complejo deportivo, sino que convirtió calles y sectores como Provenza en verdaderas fábricas de hacer dinero, y llevó sus conciertos a municipios pobres y apartados con pantallas gigantes y mini ferias empresariales.
Esa “varita mágica” tocó sectores como la Comuna 13, donde una vendedora estacionaria confesó que la venta de gorras con la imagen de la artista le generaba ingresos diarios hasta de dos millones de pesos, cifra, que no ganan muchos profesionales en un mes de trabajo en Colombia.
Las boletas de sus dos conciertos en Medellín, con precios que van desde los $150 mil hasta los $3 millones y medio, se agotaron el mismo día que salieron a la venta. La ocupación hotelera alcanzó el 90%, y no hay un sitio donde uno no encuentre con algo que tenga que ver con la famosa “BIchota”.
Se estima que más de 94 mil personas disfrutaron de los conciertos, se generaron más de 7 mil empleos entre directos e indirectos, y el derrame económico para la ciudad será superior a los 11 millones de dólares, de dólares, una cifra que a pocos le cabe en la cabeza.
La ciudad, desde el aeropuerto y las terminales de transporte hasta los alrededores del estadio y los sitios de comercio y rumba están vestidos de rosado y respiran al ritmo de las canciones de esta paisa que musicalmente ha sido comparada con fenómenos musicales como Bad Bony.
Todo el movimiento de Karol G en una ciudad industrial como es Medellín tiene que alertarnos sobre lo que la música, la cultura puede hacer para contribuir a la economía de una ciudad, para lograr dinamizarla, para hacer que se respire positivismo, para generar alegría y paz.
El tour que hizo Karol G el año pasado fue la gira femenina que más dinero generó dentro de la industria de la música latina (69,9 millones de dólares). Por encima de Jennifer López (50 millones de dólares) y de Shakira (28,8 millones de dólares).
Nuestros dirigentes, especialmente los de Barranquilla (porque los conozco y los he sufrido) deberían apoyar a quienes se atreven a hacer o traer grandes espectáculos, grandes conciertos. Hay que ‘facilitarles’ la vida a los artistas, a los promotores, a los empresarios. No es fácil ni barato montar un concierto, ni un evento cultural. Los trámites son más que complicados y los costos inimaginables. Adicional a que, en la Costa, por ejemplo, no hay espacios amplios ni adecuados para realizar montajes de grandes artistas.
Ojalá que el título de la gira de esta artista -que para ser reconocida tuvo que irse del país-, “Mañana será bonito”, se vuelva una realidad para todo el sector cultural que está exigiendo políticas claras, coherentes y una mirada más abierta sobre todo lo que la cultura puede generar. NO podemos seguir mostrándonos sordos, ciegos y mudos, como dice la canción de otra gran artista a la que se le reclaman conciertos en su país.