Existen múltiples factores que pueden desencadenar una reacción alérgica relacionada con el árbol
y demás decoraciones navideñas.
El árbol y demás decoraciones que permanecen guardadas durante todo el año, deben ser lavadas para su reutilización.
Algunos le dicen ‘el síndrome del árbol de Navidad’ a la reacción alérgica a ciertos tipos de moho y polvo que se acumulan en este simbólico adorno por permanecer guardado durante todo un año. Pero no solamente este abeto plástico, sino todo lo que son coronas artificiales, guirnaldas y demás decoraciones.
Muchas personas, al colocar esos ornamentos almacenados, les pueden producir alergias, asma o gripe. Por eso, es importante, que una vez se guarden, deben limpiarse y cuando se vayan a colocar al año siguiente, hacer el mismo procedimiento. O también puede utilizar un paño suave para los que son de plástico, metal o vidrio.
Uno de nuestros consejos es que tanto el árbol de Navidad como los demás adornos deben ser guardados en recipientes de plásticos y sellarlos.
Para que todo quede más protegido podemos envolverlos en papel de burbuja o goma espuma. De esta forma, no se dañará.
En los extremos del árbol, podemos añadir una bolsa de plástico adicional para que no sufra con los posibles golpes al manipularlo.
Aunque muchas personas emplean cajas de cartón, esto lo que hace es que alienta el crecimiento de moho y hongos. Sobre todo cuando se almacenas en áreas húmedas como sótanos, garajes, áticos y lugares donde pueda entrar la brisa.
Igual pasa con la ropa de cama, los caminos de mesa y cojines que siempre usa en Navidad. Antes de reutilizarlas se recomienda lavarlas con agua caliente y jabón.