Luces LED, sanitarios ecológicos, aparatos ahorradores y hábitos cotidianos, entre otros consejos, son clave para un consumo responsable, sostenible y amigable con el medio ambiente ¡y con nuestro bolsillo!
Para nadie es un secreto que esta vuelta a la normalidad tras dos años de una pandemia que causó estragos en todo sentido no ha sido fácil para muchos que perdieron su empleo; que tenían un emprendimiento y no han podido volverlo a levantar, o que estaban al frente de una gran empresa que se vino a pique, por ejemplo.
Son tiempos difíciles, sin duda, que obligan a replantear muchas cosas y a apretarnos el cinturón para no malgastar o desperdiciar nada y por el contrario ahorrar tiempo, esfuerzos, recursos y, sobre todos, dinero.
Hay muchas formas de economizar y hacer rendir la platica en el hogar, con prácticas cotidianas o eligiendo adecuadamente los electrodomésticos, por ejemplo, a la hora de comprarlos. A continuación, MiREDVista presenta un listado de esos tips caseros que nos ayudarán a ahorrar y a hacer rendir la platica en casa:
Prefiera lo LED. Los televisores con esta tecnología consumen menos energía que los plasma. En cuanto a los bombillos, consume entre seis y siete veces menos que uno tradicional. El ahorro total de energía en una casa con este tipo de iluminación puede ser del 80 %.
Proyectores. En vez de televisor, muchos prefieren hoy un equipo de proyección, no solo por las bondades de una gran pantalla, sino por ahorro: el gasto energético de este aparato es bajo, solo 29- 30 W por hora.
Desconecte. Si no lo está utilizando, ¿qué sentido tiene tener en casa un aparato eléctrico conectado? Así estén apagados, los electrodomésticos conectados a la corriente eléctrica pueden usar hasta un 10 % del consumo normal en funcionamiento.
Aire acondicionado. Si no estás en casa o si la habitación está desocupada, apague el aire. Es común ver el desperdicio de energía por cuenta de este aparato sobre todo en ciudades calientes.
Lavadora llena. Ocupa la capacidad plena de este aparato. Así reducirás la cantidad de veces que la utilices por semana y también bajará el desperdicio de agua.
Abrir la nevera. Cuando cocines, alista de una sola vez todos los alimentos de la nevera y evita abrirla y cerrarla innecesariamente. Cada vez que lo haces sale aire frío y entra aire caliente, y para compensar el aumento de temperatura en su interior el aparato debe utilizar energía para volver a bajar la temperatura.
Comida fría. Por la misma razón anterior, nunca guardes comida caliente en la nevera; déjala enfriar antes de hacerlo.
Ojo con las etiquetas. A la hora de comprar cualquier aparato o electrodoméstico, prefiere los que tienen etiquetas que garantizan el ahorro de energía. Los más eficientes llevan las etiquetas A+++, A++, A+; los de consumo moderado, A y B y los de alto consumo son C y D.
Neveras viejas. Los modelos viejos consumen mucha energía, y peor aún si tienen algún daño o si les falla, por ejemplo, la protección de los cauchos de las puertas. Los modelos recientes consumen aproximadamente 200 W por año. Cuando haga el cambie del equipo notará el ahorro.
Lámparas y bombillos. Una lámpara en mal estado puede llegar a perder hasta un 50 % de luminosidad. Al limpiar las lámparas, puedes usar focos de menor potencia y ahorrar hasta 20 % en el consumo de electricidad.
Nevera y microondas: Estos dos aparatos no deben estar juntos, para evitar que el compresor de la nevera tenga que trabajar todo el tiempo.
Sanitarios ecológicos. Los sanitarios ahorradores de agua garantizan un menor consumo de líquido vital por descarga: hasta un 70%, en relación con los modelos tradicionales. Esto es bueno para el medio ambiente y para tu ¡bolsillo!
