Del color, el material o la forma que sea, esta pieza decorativa está hoy más de moda que nunca.
De cristal, porcelana, cerámica, madera o cualquier otro material; de piso o de mesa; vanguardista o vintage, como quiera que sean, si algo está de moda por estos días en materia de decoración son los jarrones.
¿Y quién no tiene uno en su casa? Puede ser el que heredamos de la abuelita, el que nos regalaron el día de la boda, el que hicimos en el curso de manualidades, el que pagamos a cuotas porque era carísimo, o el que compramos en un anticuario o en almacén de cadena porque nos parecía que tenía mucho estilo y era muy económico, siempre solemos tener un jarrón que puede ser nuestro salvavidas un día que deseemos darle un toque especial a nuestra sala.
Y si eres de las que solo lo saca del armario en una fecha especial en que compraste o te regalaron flores, pues estás desperdiciando esa adorno que en muchos casos no necesita de nada más –ni siquiera de flores– para lucir lindo, porque en sí mismo es decorativo. Si quieres sacarles su máximo provecho, toma nota de las siguientes recomendaciones_
Examina tu jarrón y mira qué podrías agregarle para que se ‘parezca’ a ti: Una cinta, un encaje, un estampado, unas flores en tonos que contrasten… busca ese detalle que le dará un toque único al lugar en el que lo ubiques. ¡Lo que más te guste!
Si los usas para decorar una estancia especial, procura no poner uno o dos. Nada de eso. Lo ideal son tres piezas juntas, como se estilan en el diseño de interiores. Si los tienes en diferentes tamaños o asimétricos, obtendrás un toque muy juvenil y moderno. Si dispones tres jarrones en igual tamaño o estilo, la decoración será mucho más clásica y elegante.
También se recomienda jugar con varias texturas y efectos en el diseño del espacio. Un jarrón así acaparará la atención donde quiera que lo pongas.
El blanco en las piezas decorativas, especialmente en los jarrones, da elegancia y sobriedad a cualquier estancia. Diferentes jarrones blancos en una consola o una rinconera son expresión de buen gusto y estilo. Si lo deseas, y si el jarrón lo permite, pon en él una linda mata de un verde intenso, o un delicado ramo de rosas o de hortensias, según tu gusto.
Si no te gusta el efecto minimalista que da el blanco, entonces opta por un jarrón con un toque de color que contraste con el resto de la decoración. En este caso, cuida que no te excedas en el mobiliario o en el color de las paredes.