Este santo nacido cerca de los cedros del Líbano ha sido invocado por el médico neurocirujano Fernando Hakim, que está al frente del equipo médico que lo atiende, y por la hermana del senador María Carolina Hoyos.
A comienzos de esta semana, el reconocido neurocirujano Fernando Hakim, quien lidera el equipo médico que ha venido atendiendo al senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, que fue víctima de un atentado en el occidente de Bogotá, sorprendió al publicar en su Instagram una oración en la que le pide a San Chárbel que guíe sus manos “con sabiduría, precisión y compasión”.
Al día siguiente, el joven político colombiano víctima del repudiable ataque, fue intervenido quirúrgicamente, en una operación supremamente delicada de la que por fortuna salió avante.
Después se supo que María Carolina Hoyos, hermana de Miguel Uribe, quien relató el miércoles, en una entrevista en WRadio, cómo la fe en San Chárbel y el apoyo de la comunidad han sido fundamentales para sobrellevar la crisis que atraviesa su familia tras el atentado sufrido por el político en Bogotá.
También se supo a través de la prensa que en las 72 horas posteriores al atentado en el que resultó gravemente herido el precandidato y senador Uribe Turbay, el sacerdote maronita Bertrand Akl visitó la habitación de la clínica Fundación Santa Fe, en Bogotá, donde el político permanece hospitalizado.
Akl, devoto de San Chárbel, ingresó al lugar acompañado de la tía y la hermana de Uribe Turbay, con el propósito de realizar un ritual de unción y oración en un momento que la familia consideraba crítico para la salud del paciente. El religioso llevaba una reliquia ex ossibus de San Chárbel, que contiene un fragmento óseo del santo, y un aceite bendecido utilizado en los ritos maronitas.
Esta coincidencia entre la fe que le profesan tanto el médico que atiende al congresista como su familia, y los detalles que se han conocido de la visita del sacerdote a su habitación, han puesto en la mira de muchos a una figura religiosa poco conocida para el común de los colombianos. ¿Quién es San Chárbel? ¿Por qué tanta fe en estos momentos de angustia sobre la salud de alguien? ¿Cuál es el origen de este santo?
DE SAN MARÓN
Lo primero que hay que decir es que cada 24 de julio, miles de fieles en el mundo celebran la festividad de San Chárbel, también conocido como Sarbelio, un monje maronita del Monte Líbano cuya influencia ha trascendido fronteras y credos.
Nacido bajo el nombre de Youssef Antoun Makhlouf en 1828, en un pequeño pueblo montañoso cerca de los cedros del Líbano, abrazó la vida religiosa a los 23 años en el Monasterio de San Marón, en Annaya, adoptando el nombre de Chárbel en honor a un mártir cristiano del siglo II.
Durante 16 años, vivió en comunidad monástica antes de retirarse a una celda como ermitaño, donde se dedicó a la oración incesante y la vida austera hasta su muerte en la víspera de Navidad de 1898.
Su tumba se encuentra ubicada cerca del monasterio, rápidamente se convirtió en lugar de peregrinación. De hecho, de allí se obtiene el famoso aceite que se le está untando en uno de los brazos a Uribe por parte de su hermana María Carolina. Ella explicó que desde el primer momento aplicó este aceite en el brazo de su hermano y que realiza la novena de San Chárbel, manteniendo la fe como un pilar fundamental durante la crisis. “Es como tener a Dios en un frasquito”, contó.
RECONCILIACIÓN Y FE
A San Chárbel se le atribuyen numerosos milagros, tanto en vida como después de su muerte, señaló la Asociación Católica para el Bienestar del Cercano Oriente, CNEWA.
Testimonios de sanaciones y favores recibidos continúan surgiendo entre los peregrinos que visitan la ermita y la tumba del santo, procedentes no solo de comunidades cristianas, sino también de creyentes de otras religiones y nacionalidades.
Dos milagros reconocidos se difundieron antes de su beatificación en 1965 y otro antes de su canonización en 1977. Por tal motivo, cada año, decenas de miles de personas de distintas partes del mundo llegan a Annaya para buscar, a través de la fe, consuelo espiritual y esperanza de sanación.
El sitio recibe a musulmanes, hindúes y otros visitantes, confirmando la universalidad de la figura de San Chárbel como referente de reconciliación y fe. El respeto hacia su memoria sigue vivo, iluminando la espiritualidad de aquellos que acuden en busca de paz y milagros.
ACEITE MILAGROSO
El aceite de San Chárbel es un óleo sacramental de uso extendido y venerado entre los devotos de este santo libanés.
Este aceite, que se obtiene a partir de la mezcla del líquido que exuda la tumba de San Chárbel en el monasterio maronita de Annaya con aceite de oliva, ha adquirido fama internacional por sus supuestos efectos milagrosos, en particular en la recuperación de personas enfermas.
La exudación de la tumba de San Chárbel, descrita como una especie de sudoración inexplicable, ha captado la atención de fieles y científicos.
Monseñor Rogelio Peralta, rector de la Catedral Maronita de Nuestra Señora de Balvanera, explica que estudios científicos confirmaron que el cuerpo del santo liberó una cantidad de agua muy superior a la que un ser humano puede generar, informó el portal especializado Desde la Fe.
Durante años, este líquido fue utilizado directamente para ungir a enfermos y muchos testigos reportaron mejorías en su salud, tal y como hoy lo está haciendo María Carolina Hoyos, hermana de Miguel Uribe.
Con el tiempo, el líquido se combinó con aceite de oliva y, gracias a sucesivas mezclas, el aceite de San Chárbel se distribuye actualmente en múltiples países, conservando para los fieles la tradición de recurrir a él en busca de milagros.
El aceite de San Chárbel se encuentra en parroquias dedicadas al santo, en comunidades libanesas y en algunas iglesias orientales.
Para muchos creyentes, representa un canal de esperanza y fe para obtener gracias o sanaciones por intercesión del santo. La historia de solidaridad y esperanza se refleja en testimonios como el caso del precandidato.
Oración a San Chárbel para por los enfermos
“San Chárbel, tú que eres todopoderoso y que siempre ayudas a los necesitados.
¡Oh, Santo venerado! Tú que pasaste tu vida en soledad, como un ermitaño humilde y retirado. Que no pensaste en el mundo ni en todos los goces.
Te pido que intercedas por nosotros para que nuestro Padre nos extienda su bendita mano y nos ayude, que ilumine nuestra mente, que incremente nuestra fe y que fortifique la voluntad que tenemos para seguir con nuestras súplicas y oraciones ante ti y ante todos los demás santos.
¡Oh, San Chárbel! Tú que haces milagros y hacer prodigios sobrenaturales, tú que puedes curar a los enfermos y que les regresas su razón a todos los perturbados, que le regresas la vista a los ciegos y el movimiento a los paralíticos, te pido que nos veas y nos des un poco de tu gracia.
Te pido que nos ayudes para que podamos hacer el bien y evitar todo aquello que está mal. Pedimos que nos ayudes en todo momento y, sobre todo, a la hora de nuestra muerte.
Amén».
