Empresariales / 12 de febrero de 2022

Un Carnaval con baño de oro, para lucirlo todo el año

Miredvista.co

En el taller de María Dora Sánchez y su hija Gina Grass los personajes de las fiestas de Momo se convierten en lujosos accesorios entorchados, trenzados y tejidos por creativas manos.

Gina Grass en la feria del Mall Plaza.

No tienen su colorido tradicional, pero su fantasía, su mensaje y su significado siguen intactos. La marimonda, con la gracia de ser un disfraz auténticamente barranquillero; el Torito, con el peso de su tradición a cuestas; la Negrita Puloy, con su sensual coquetería intacta, María Moñitos, con toda esa picardía que le caracteriza, y así seguían coyongos, congos y tigres, entre otros.

Es el Carnaval llevado al nivel de la joyería artesanal por parte de dos laboriosas mujeres, María Dora Sánchez y su hija Gina Grass, quienes hacen maravillas en su taller del barrio Chiquinquirá, en Barranquilla.

Grass Accesorios (@grassaccesorios) es un emprendimiento  que dio de qué hablar y que encantó a quienes visitaron la primera semana de la feria de artesanos del Carnaval Vale Emprender, una iniciativa de la reina del Carnaval de Barranquilla Valeria Charris para dar impulso a la creación artesanal en torno a las fiestas de Momo.

María Dora Sánchez con su hija Gina en su taller.

Si bien lo que impacta es el nivel estético y creativo de los accesorios de Carnaval hechos en bronce con baño de oro de 18 kilates, vale destacar que no todo es Carnaval en este emprendimiento artesanal en el que predominan los maxi aretes y en el que la mostacilla y el murano también son protagonistas.

Gina Grass, una administradora de empresas especializada en gerencia de mercadeo, y también con estudios en Hotelería y Turismo y en Diseño para industria de la moda –este último producto de un convenio entre la Universidad Autónoma y el Sena— cuenta que un día, tras trabajar varios años en un hotel, decidió retirarse para trabajar para ella misma, según cuenta.

“Tenía claro que de todo lo que había estudiado lo que más me gustaba era el tema de las joyas, la artesanía y el vestuario, y por eso me decidí por trabajar con mi mamá, que había hecho un curso sobre artesanías y ya trabajaba el tema de los accesorios”, cuenta la joven profesional.

Maxi-aretes, maxi-pulsera y algo de Carnaval.
Maxi-aretes, maxi-pulsera y algo de Carnaval.

Todo esto la animó para postular el emprendimiento de ella y su mamá en la convocatoria del Fondo Emprender del Sena, que fomenta ideas innovadoras para emprendimiento y generación de empleo. Su proyecto ocupó el tercer puesto a nivel nacional y recibió un apoyo de $100 millones que debían invertir en capacitaciones e implementos necesarios para ejecutar la idea propuesta.

Este par de mujeres hacen parte de una familia que llegó a Barranquilla hace unos 28 años procedente de Santa Rita de Ituango, Antioquia, huyendo de la violencia guerrillera y paramilitar que azotaba esa región. María Dora, hoy de 67 años, tenía fama de cocinar rico y como es echada pa´lante, trabajadora y no se arruga ante la adversidad, empezó a hacer las dos cosas que sabía: coser y cocinar. Vendía almuerzos y hacía pan de bonos, sopas, perros  calientes y todo lo que le pidieran, y así ayudó a su esposo a sacar adelante a sus tres hijos. El año pasado todos se contagiaron de Covid, y al final el padre de familia perdió la batalla.

Marimondas en mostacillas.
Otra versión de los aretes de marimonda.

Con los recursos del Fondo Emprender surgió en 2017 Grass Accsesorios SAS, administrada por Gina. En un principio ellas compraban el bronce reutilizable (latón) y en el mismo taller donde lo adquirían lo mandaban a recortar y doblar. Hoy, como parte de sus compromisos al ganar la convocatoria es la generación de empleo (para que les condonen la deuda), Gina y su mamá contrataron a un orfebre que hace todo ese proceso en el taller que ellas montaron en la sala de su casa, y también a dos artesanas que les apoyan en los tejidos con pedrería.

“Desde un comienzo nos diferenciamos porque empezamos a trabajar los maxi aretes que, a diferencia de los que había en el mercado que son pesados, que se oxidan, se dañan y son costosos, son muy livianos, no se ennegrecen porque tienen baño de oro de 24 kilates y que, si pierden su brillo solo basta con volverle a dar ese baño”, explica.

Ella precisa que el metal en el que trabajan es el latón o bronce reutilizable, que es el que se emplea en orfebrería a nivel mundial y que en realidad es una combinación de cobre y zinc. El bronce como tal es el que se emplea para hacer esculturas.

Grass se inspira mucho en la flora y la fauna, por eso llaman la atención las cayenas doradas que hacen tan artísticamente. “Nuestro material es reutilizable por se le puede dar un nuevo baño de oro y queda como nuevo, y nuestras piezas, al ser diseñadas por nosotras, son únicas, tienen diseño de joyería y son hechas de manera artesanal, lo cual tiene mucho valor”, explica.

Un aspecto del taller en Chiquinquirá.

Otra línea son los anillos en piedras semipreciosas, los accesorios en plata sobre pedidos y las cadenas de acero que importan. Pero es de resaltar el hecho de que hace más de tres años, Grass le diseña y fabrica accesorios a la diseñadora de moda Francesca Miranda. Además diseñan para grandes clientas en Australia y Estados Unidos.

Finalmente, Gina explica que aunque su mamá y ella no son de rumba de Carnaval, ella se interesó mucho por la fiesta desde los días en que trabajaba en un hotel y los turistas le preguntaban qué significaba cada cosas. “Me puse a estudiar y descubrí cosas muy interesantes, más allá de la fiesta , y me fascinó saber, por ejemplo, que la marimonda es el único disfraz que es de aquí, por ejemplo. Y decidimos empezar a trabajar las figuras del Carnaval, para que el Carnaval se viva y se luzca todo el año”, expresó al final

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