Personaje / 12 de junio de 2021

Una charla con Chelito De Castro, el papá y el artista

El reconocido artista con sus hijos Ana Carolina, piscóloga, y Sergio Andrés, DJ.

Patricia Escobar

El artista habla de su faceta como acordeonista, pianista, guitarrista, arreglista, productor, compositor y cantante; de sus hijos Ana Carolina y Sergio Andrés y de su nueva producción ‘Sube que sube’.

Chelito De Castro es músico desde cuando tenía cuatro años y el Niño Dios le trajo como regalo su primera “dotación para una orquesta”, consistente en una guitarra, unas maracas y una marimba. Hoy, cinco décadas después, es el propietario y director de una de las mejores agrupaciones de música tropical de Colombia.

Este barranquillero es acordeonista, pianista, guitarrista, arreglista, productor, compositor y cantante, con una larga carrera musical que comenzó a descollar cuando hizo parte de la orquesta de Joe Arroyo, a quién considera el más grande de la música tropical. Su nombre se inmortalizó con el tema La Rebelión en la que ejecuta un solo de piano y el artista lo nombra con gran entusiasmo. Con Joe permaneció unos quince años y recorrió medio mundo.

Ha sido productor y arreglista de otros grandes como Juan Carlos Coronel y Checo Acosta, y ha estado detrás de grandes éxitos vallenatos de Iván Villazón y Beto Zabaleta, para nombrar sólo dos de su larga lista. Ha sido invitado por músicos internacionales como Gloria Stefan, Julio Iglesias, Ana Gabriel, “El Puma”, Juanes y Carlos Vives, entre otros.

El papá

Padre e hijos en una foto reciente.
Foto del álbum familiar.

Por su talento y carisma es conocido por todos los barranquilleros, costeños y muchísimos colombianos. Su nombre también está en el radar musical del mundo. Sin embargo, su faceta de padre es poco conocida, entre otras cosas, porque siempre ha preferido mantener a sus hijos lejos de los medios.

El artista se convirtió en padre a los 29 años de edad, el 25 de septiembre de 1991. Y hoy es orgulloso de sus dos “producciones”: Ana Carolina, psicóloga que vive en Nueva York, y Sergio Andrés, Dj que vive en Bogotá.

Para él lo mejor del trabajo de ser padre es el resultado que hoy ve en sus muchachos: personas educadas, respetuosas, afectivas. Se siente orgulloso de ellos y reconoce que no haber estado cerca en las fechas especiales ha sido lo más difícil de su tarea.

El hijo de Don Chelo De Castro, el periodista deportivo de mayor reconocimiento en Latinoamérica, cree que ha repetido en su trabajo de padre, lo que aprendió de su papá: la coherencia. “Creo que actuamos como pensamos, damos ejemplo de lo que decimos, hacemos lo que predicamos”.

Admira a sus hijos y su deseo más grande es que nunca cambien. “Yo espero que sigan siendo siempre las mismas personas humildes y cariñosas que han sido toda la vida”, dice.

Con su papá, el periodista deportivo Don Chelo De Castro C.

El artista

Junto a ese orgullo, hoy además se siente feliz de haber sacado en plena pandemia y con todas las dificultades que está afrontando el mundo, un nuevo tema: Sube que sube, una canción alegre, que invita a quienes la escuchen a levantar el ánimo y los brazos, a pensar y sentir en positivo, a no dejarse vencer por las dificultades. El 80% de este trabajo musical fue hecho en los estudios de grabación que muchos artistas tienen hoy en sus casas. Ramón Benítez, Fabian Picón, Isaías Lecreer, entre otros de los participantes, hicieron en sus casas lo que el maestro les solicitó. Las voces fueron grabadas en un estudio profesional con todos los protocolos de bioseguridad. Se mezcló en Barranquilla y se masterizó en Miami.

Sube que sube es un tema que Chelito comenzó a escribir en la primera cuarentena estricta. Lo primero que “le salió” fue el coro, que para él tiene un gran significado. Hizo el bosquejo, “pero sentí que me atasqué y la dejé a un lado para seguir con otras cosas que tenía pendiente. Poco antes de la grabación la retomé y ahí si el tema fluyó completo”. El ritmo nace del “Joeson”, con matices más latinos, con sonidos más actuales, asegura.

Pero si ya es osado grabar un tema musical, no lo es menos complementarlo con un video, y eso es lo que acaba de hacer Chelito. “Sube que sube ya tiene video. Uno que fue grabado en sitios emblemáticos de Barranquilla, en calles, callejones y espacios que por sí solos muestran optimismo, alegría, resiliencia. Y hasta su casa fue convertida en escenario para simular una especie de discoteca con paredes negras, luces y humo.

Hay satisfacción en sus palabras y gran optimismo cuando afirma que “sí vale la pena seguir proponiendo música. Hay que seguir insistiendo en la búsqueda del espacio que nos merecemos. No se puede bajar los brazos. La música tropical no puede morir. Debemos contextualizarnos con lo que le gusta a la gente de hoy y no bajar los brazos”, asegura quien desde la década de los 80 viene proponiendo, produciendo y llevando música al mundo entero.

En cuanto al futuro para la música tropical dice que “yo soy optimista. Veo muchos jóvenes haciendo sonidos ecléticos, tomando raíces tradicionales vistiéndolas con tonalidad actuales, fusionando con sonidos modernos sin perder la esencia, viajando a las raíces, a los orígenes. Si seguimos así, el futuro es promisorio”, afirma.

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