En Pantalla / 13 de mayo de 2023

“Violeta, mi personaje, es un premio más valioso que cualquier trofeo que me den”: Adriana Arango

Adriana Artango en una de las escenas como ‘Violeta’ de la telenovela ‘Ana de nadie’. (Foto RCN)

Zoraida Noriega

Con su relevante papel en ‘Ana de nadie’, la actriz, escritora y productora de espectáculos se ha venido robando la admiración de la teleaudiencia colombiana. Este Día de las Madres lo celebra por partida doble, porque también es su cumpleaños 49. En entrevista con MiREDvista habló de su rol de mamá, de su trabajo en la exitosa telenovela y de sus otras facetas.

En 24 años de carrera en el mundo artístico, se puede decir que la caleña Adriana Arango ha hecho de todo. Además de actriz en seriados y telenovelas, es escritora y productora de cine y teatro.

Ha hecho papeles brillantes en exitosas producciones como ‘La saga’, ‘La reina del flow’, ‘La nieta elegida’, ‘La ley del corazón’, ‘Rosario Tijeras’ (solo por mencionar algunas), pero considera que uno de los personajes más completos ha sido sin duda el de Violeta Dávila, en ‘Ana de nadie’, producción que es un remake de ‘Señora Isabel’.

Con Paola Turbay, protagonista de la telenovela que esta semana terminó de grabarse. (Foto Instagram)

 “Darle vida  a Violeta en estos momentos de la vida para las mujeres, esa fuerza, esa claridad que tienen y sabiduría, ha sido para mí lo máximo”, dice.

Violeta a veces es grosera, antipática, astuta, irreverente y alocada y muy liberada. En cada expresión parece que sus grandes ojos también hablaran. “Es que se me nota  la alegría, lo mucho que disfruto encarnándola por lo que significa”, apunta.  Pero  resalta su sinceridad y lealtad, especialmente  con su mejor amiga, Ana Ocampo, papel que interpreta Paola Turbay.

En lo que no está de acuerdo es que Violeta  le ha puesto barreras a la vida y se acuesta con varios hombres. Pero en cambio, Adriana se identifica en lo que  a veces su personaje  dice sin pensarlo, sus ligerezas. “Yo sí soy imprudente ¡y de nacimiento! Ahí sí me parezco a ella”, anota entre risas.

“He experimentado la plenitud de la vida actuando y representar a Violeta para mí es un premio que vale más que cualquier trofeo que me den”, dice la artista que este domingo, Día de las Madres cumple 49 años, razón por la cual siempre festeja por partida doble.

Nació bajo el signo Tauro, y aunque no le para muchas bolas lo que dice el zodíaco, coincide con una de las características de ese signo: la obstinación. “!Terca sí soy!”, reconoce.

Juan José Díaz Arango, entre sus famosos padres Robinson y Adriana.

Está casada hace más de tres décadas con Robinson Díaz, todo un señor actor con una larga carrera en la Tv que le ha permitido saltar al cine.  Precisamente, bajo la producción de Adriana, desde la semana pasada inició  con éxito la temporada de La dama de negro, en el Teatro Libre de Bogotá, que protagoniza Robinson.

Como buena caleña le fascina el baile, sobre todo la salsa. Dice que siendo niña soñó con ser bailarina, se veía desarrollándose en ese arte, pero se le frustró esa faceta a raíz de un accidente que sufrió en una moto. “Terminé en el mundo de la actuación por ese accidente, y hubo un tiempo que eso me atormentó, pero ¡he sido muy feliz siendo actriz!”.

Confiesa que no es esclava de los gimnasios para mantenerse en forma, más bien prefiere patinar, caminar y nadar. “Soy de las que me asoleo hasta broncearme cuando estoy en el mar”.

¿Cómo distribuye su tiempo con tantos compromisos actorales,  como productora, esposa y escritora?

-Realmente trato de que cada año yo haga una producción para televisión, una obra de teatro y algo de escritura. Siento que mi año es variado. Estoy en movimiento constante, pero hago una pausa entre lo uno y lo otro. Como para la televisión hay que madrugar mucho,  entonces así uno llega con las baterías recargadas. En otros momentos los dedico a la escritura, es como otra dinámica. Todo esto me ha servido mucho, y aparte yo soy feliz haciendo repartos. Entonces no me mato tanto. No soy adicta al trabajo. Para mí hay tiempo para trabajar, otras para el ocio, estar en la casa, etc.

Qué es más difícil, ¿ser productora o actriz?

-Lo que pasa es que yo me formé en una escuela de teatro muy buena en París, Francia,  y allí nos dieron muchas herramientas para estar en el mundo del espectáculo. Son dos cosas distintas, en la actuación uno está buscando una emoción, una coherencia, contar una historia. En cambio,  cuando uno está en la producción no tiene problemas emocionales, es visceral .

En el estudio, recibiendo retoques en su abundante cabellera, antes de iniciar grabación.

¿Cuál es el reto como productora?

-Siempre quiero construir público. Quiero que la gente que no ha ido a ver buenas obras de teatro vaya y sienta esa experiencia, lo disfrute. No me gusta esas obras que son demasiado intelectuales, que la gente no pueda entender. Mi objetivo es crear un público que vea el teatro, como un plan chévere, de familia.

¿Qué pasó con la pieza teatral ‘El diván rojo’ que usted protagonizaba?

-Fue una increíble experiencia, se mantuvo durante 3 años. Lo que ocurrió fue que estando en plena temporada murió su creador  Fernando Gaitán, y pienso que nos quedamos ahí. Hoy los derechos pasaron a manos de otras actrices, en una versión distinta.

¿Cómo va su empresa La Tropa?

– Nació el año pasado y nos ha ido muy bien. Estamos felices, con algo que amamos como es el teatro. Esta empresa de contenidos teatrales (@latroparobinsion) la lideramos mi esposo Robinson y mi hijo Juan José que trabaja en la parte tecnológica,  detrás de cámaras. Tenemos varias obras montadas. De hecho, La dama de negro es una producción de nuestra corporación teatral.

¿Y abandonó del todo el cine?

-Sí, porque ese negocio nunca lo entendí. Me fue muy bien, pero me hicieron un poquito al lado y por eso retomé el teatro.

Así, con una pícara sonrisa, ‘Violeta’ festeja lo que le dice a Luciano Ucros (que encarna Andrés Toro), en otra de las escenas.

Volviendo a la telenovela, ¿qué le ha aportado a su personaje? ¿en qué se parece a usted?

-No somos exactamente iguales, porque no soy liberada sexualmente como ella, pero me siento identificada . En la carrera de un actor uno va haciendo personajes, como que te llaman, te contratan y como que uno no se pone a pensar lo qué significa, pero el de Violeta ha sido súper fuerte. La cantidad de halagos que me escriben en las redes sociales es impresionante.

¿Qué opina Robinson de sus lanzadas escenas románticas en la telenovela?

-Está matado con Ana de nadie y mi personaje.  Es súper fan. Siempre hemos sido muy dados a la creación de personajes, porque a ambos nos encanta. Estamos en el mismo mundo fascinante.

Como muchas mujeres en la vida real, Violeta rehúsa ser madre ¿cuál es su concepto?

-Hay muchas mujeres que tomaron decisiones en sus vidas, distintas de ser mamá, esposa y aguantarse cosas. A veces se sienten solas, se sienten mal y tienen crisis pensando ¿será que tomé una decisión equivocada? Y no, es una buena decisión. Es más común escuchar que muchas no quieren ser madre. Me parece honesto de las mujeres que digan que no quieren tener hijos. Porque seguramente quieren vivir otras cosas, porque la vida no es solo tener un hijo, no es solo reproducir. Claro que antiguamente sí. Es bonito cuando la gente es fiel  en lo que siente en su alma. Yo soy mamá, por ejemplo, pero no es fácil criar a un hijo, aunque ya no me da problemas. Tengo una relación divina con Juan José, que ya tiene 25 años, y me siento muy feliz de haberlo parido. Pero a estas alturas tener otro, es una responsabilidad muy grande porque quiero hacer muchos proyectos en mi carrera.

Ha participado en casi todas las producciones más importantes, ¿qué ha significado para usted trabajar con Judy Henríquez, por ejemplo?

-Para mí siempre es emocionante cuando me toca compartir con actores mayores, me gusta conversar con ellos, que nos cuenten sus historias y cómo ha sido su trabajo, porque aprendo muchísimo y me da mucha ternura. Con Judy no me ha tocado estar en muchas escenas porque ella odia a Violeta (risas), pero sí nos cruzamos  y hablamos siempre en las salas mientras esperamos el turno.

¿Eres vanidosa? ¿Cómo cuida su cabellera?

-Me cuido con responsabilidad porque soy actriz. Para las grabaciones me maquillan y me arreglan, me cepillan todos los días, me ponen pinzas, pero apenas termino mi trabajo suelto el palustre de la novela y no me vuelvo a maquillar. Me encanta el pelo largo, mis risos. Yo me maquillo cuando me toca, pero cuando no, cero. Soy floja en eso.

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