Vida Cultural / 13 de marzo de 2021

Una poetisa, la voz cantante de los comerciantes del Centro de Barranquilla

Miredvista.co

Dina Luz Pardo ha publicado cinco poemarios y ha ofrecido recitales en numerosos países. Como directora de Asocentro desde hace 20 años hace un llamado a trabajar por la recuperación “integral y sostenible” de la zona céntrica de La Arenosa.

Dina Luz Pardo ha publicado cinco libros.

Dina Luz Pardo asegura que ella nació “en modo poesía”, pues dice que hasta el más mínimo suspiro la inspira a escribir un poema. Desde los 8 años empezó a escribir en su natal San Marcos, Sucre, cosa que sorprendió mucho a su mamá, puesto que en su casa no había libros, salvo uno gordo, amarillo, con recetas para curar dolencias.

“Lo que observo, lo que oigo, lo que saboreo, todo me inspira”, afirma esta comunicadora social que desde que terminó su colegio se vino para Barranquilla, con la intención de radicarse acá, “pues este era el lugar en el que yo soñaba vivir”. Y en este lugar soñado, la joven ha echado raíces estudiando, luchando y abriéndose campo como comunicadora, poeta, dirigente gremial y gestora cultural.

Además, aquí hizo realidad un deseo: conocer a la gran Meira Delmar, a quien Dina Luz admiraba profundamente, y con quien pudo charlar en muchas veladas, incluso cuatro días antes de su muerte. “Compartir con ella fue una experiencia maravillosa”, dice.

Dina Luz Pardo estudió inicialmente periodismo y relaciones públicas en una academia, porque no tenía cómo pagar una universidad. Posteriormente se profesionalizó en la Unad. En el 95 comenzó a hacer radio en la emisora Minuto de Dios y después fue reportera en varios espacios radiales como Radar Económico y Pase la Tarde (Caracol). Surgió entonces la posibilidad de trabajar en la campaña de Bernardo Hoyos Montoya y, al ganar este, entró como coordinadora de Comunicaciones de Edubar, donde estuvo 3 años.

En esa época se embarazó y nació su hija Camila, a quien pudo disfrutar durante 8 años, 9 meses y 21 días, antes de que un cáncer se la arrebatara en 2006. En su memoria hay un libro de poemas, Albricias y un ponqué de ilusiones, el segundo.

En la poesía

En la presentación de uno de sus libros.

A la par con su formación académica, Dina Luz Pardo había venido articulando sus actividades con la escritura de poemas que en 1998 dieron forma a su primer libro, Quebranto de flor. En 2008, publicó dos poemarios, Albricias y El leve trazo de mi huella.

En 2011 sale Concierto sobre el fuego-Poética culinaria, que es una obra muy especial porque todos los poemas se relacionan con alimentos y platos muy caribes. “Lo publiqué con el apoyo de la Alcaldía, cosa que agradezco, pues esta obra me llevó a muchos lugares”, apunta.

El quinto y último libro salió en 2019, titulado Callar nunca fue una opción, con el apoyo de Santa Bárbara Editores. Dina es miembro del Colectivo Poético y coordinadora y conductora de Encuentros MaríaMulata.

Ha ofrecido recitales en Perú, Argentina, Ecuador, Cuba, México y en todo el país. Algunos de sus poemas han sido traducidos al italiano, portugués, catalán, inglés, e incluidos en sendas antologías a nivel nacional e internacional, y ha recibido numerosos reconocimientos a nivel local e internacional.

En Asocentro

Dina Luz Pardo aboga por una renovación urbana del Centro que sea integral y sostenible.

En 2001, a partir del conocimiento que había adquirido del Centro, de renovación urbana y de la propuesta de la Misión Japonesa en los 80, le proponen dirigir Asocentro. Aunque la junta de esa asociación quería un hombre y algunos miembros la veían muy joven (27 años) y frágil, ella pidió que le dieran chance de mostrar su trabajo, y así sucedió.

Ella comenzó a figurar en reuniones con funcionarios, eventos académicos y de ciudad y en medios de comunicación alzando la voz en defensa de los intereses del comercio formal del Centro de la ciudad y pidiendo soluciones urgentes a sus problemáticas de espacio público, movilidad, seguridad, servicios públicos, y temáticas sociales.

Dice que su labor no ha sido fácil, primero porque Asocentro agrupa a empresarios paisas, santandereanos, de ascendencia árabe, costeños, en fin. “Me tocó templar el carácter para lograr unificar criterios. Lo otros es que hasta recibí amenazas cuando denuncié que había mafias controlando el espacio público”, apunta.

Y segundo porque su vocería no siempre ha sido bien vista por alcaldes y funcionarios de los que ha recibido desplantes e insultos cuando ella ha exigido resultados. “Es que no han entendido que mi misión no es para complacer ni aplaudir al gobierno local. Confieso que hubo momentos en que esto me afectó, pero ya después dejó de importante. Eso sí, aclaro, nada que ver con esta administración, de la que he recibido respeto y atención”, explica.

“¿Cuál debe ser la meta en cuanto al Centro de Barranquilla? Lograr su recuperación integral y sostenible. Y que no se repita la historia que  hemos visto hasta ahora: que cada alcalde que llega quiere trabajar por su pedazo –que recuperar la 30, que San Nicolás o que el Paseo Bolívar, por ejemplo–  y no cuida lo que hizo la administración anterior. Eso no debería pasar”, enfatiza finalmente.

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