La gestora social del Distrito, Silvana Puello, en una jornada de reciclaje.
Liderados por la gestora social de Barranquilla, Silvana Puello, lentamente los barranquilleros han comenzado la cadena de salvación del medio ambiente, clasificando las basuras que producen en los hogares y entregándolas a quienes saben aprovecharla.
Una bolsa de plástico dura 100 años para degradarse y una botella de plástico, 500, muchos más años de lo que pueda vivir un humano. Las pilas o baterías que usamos a diario y que contienen en su interior un 30% de metales pesados los cuales son tóxicos para cualquier ser viviente, duran, entre 100 y 500 años para “desaparecer” y las bombillas con su carga de mercurio son tan peligrosas como una bomba atómica. Igual de “malo” es el aceite de cocina que botamos por la cañería.
Algunos mortales ya hemos comenzado a saber el daño que le estamos haciendo a la naturaleza debido a que todo llega a los mares contaminando los cuerpos de agua, las plantas y animales que encuentran en su recorrido y que al final terminan por afectarnos, y por eso en el mundo se está promoviendo el reciclaje.
Reciclar es un hábito que comienza en casa con la separación consciente de lo que debemos desechar porque “la basura” o mata o es fuente de riqueza y eso lo saben muy bien en países como Suiza, único en el mundo al que la cantidad de basura que genera no les alcanza para generar la electricidad que consumen. Y aunque suene extraño, Suecia, otro gran “reciclador”, que emplea el 99% de sus residuos en generar electricidad, compra a los países vecinos contenedores de basura.
El plástico, en casi todas sus formas es reutilizable y reciclable, lo mismo que el cartón, el vidrio, las latas de aluminio, las maderas, los desechos orgánicos, los electrodomésticos y hasta las prendas de vestir. Solo que hay que saber cómo hacerlo y dónde hacerlo.
Recicla por Barranquilla (@reciclaporbaq) es un proyecto de concientización ciudadana impulsado por la gestor social con el que la ciudadanía está aprendiendo y comenzando a reciclar. Sin embargo, a esta ciudad le falta mucho para entender que, sí queremos dejarles un mundo digno a nuestros hijos y nietos, sí o sí hay que aprender a reciclar y a reutilizar.
Los contenedores grandes son el medio para arrojar en forma organizada lo que desechamos en nuestras casas. Y es en ellas es donde comienza el proceso. En Barranquilla se está imponiendo como norma la utilización de bolsas blancas para lo que se considera reciclable y negras para los no reciclables.
Son reciclables en esta etapa: plástico, vidrio, latas, tetrapack, icopor, cartón limpio. No reciclables en bolsa negra: papel higiénico, servilletas usadas, papeles y cartones sucios, papel de aluminio, tapabocas. Los residuos de comidas y cáscaras pueden recolectarse para elaborar compostaje o arrojarlos en las bolsas negras. Lo ideal es que estas bolsas sean recogidas por los recicladores de la cuadra. En Barranquilla viven de este trabajo 2.500 familias.
Las tapas de plástico, las baterías o pilas, los bombillos y el aceite de cocina se pueden ir acumulando en empaques especiales para luego ser llevados a lugares especiales, puntos de recolección, donde les darán el uso correcto.
Adicional a educarnos en el cuidado del medio ambiente, la campaña emprendida por la Primera Dama hace un año, está encaminada en dignificar el trabajo de los recicladores enseñándole a los ciudadanos a separar correctamente sus basuras, para que ellos tengan el mínimo contacto posible con las basuras y sus riesgos; instalando contenedores especiales en distintos sectores de la ciudad, (ya hay más de 160 zonas especiales), vinculando los edificios y conjuntos cerrados a este propósito, y elevando las condiciones de vida de quienes se dedican al oficio de reciclar. Los productos altamente contaminantes como las baterías o pilas, los bombillos y el aceite de cocina son tratados por empresas especializadas. Los recicladores en ningún caso deberían estar en contacto con estos productos.
Este fin de semana, el programa se extiende a los barrios, vinculando a las tiendas como sitios de acopio de elementos clasificados, con incentivos especiales para quienes, por ejemplo, lleven allí su aceite ya usado, envasado en botella plástica. Este aceite lo recogerá periódicamente una de las tres empresas certificadas para reutilizarlo.
Como un servicio a nuestros lectores, Mi REDVista presenta algunos de los puntos de recolección donde usted puede llevar esos productos especiales:
Aceite de cocina:
Baterias-Pilas
Bombillas