Personaje / 25 de diciembre de 2021

Me gustan los personajes extraños: Marcela Benjumea

Miredvista.co

Poco amiga de las figurar en prensa y conceder entrevistas, la reconocida actriz bogotana accedió a hablar con MiREDVista de sus muy caracterizados personajes, como el de Ester, en ‘La nieta elegida’. “Me gustan los personajes extraños”, aseguró.

A la actriz Marcela Benjumea la vemos cada noche en RCN dándole vida de forma magistral a ‘Esther Daza’, esa mujer que se le mide a todo lo torcido (es cosquillera, reducidora, chantajista y extorsionista) en La niña elegida. Pero antes la hemos visto como ‘Doña K’, la prestamista que financió el llamado Robo del siglo al Banco de la República en Valledupar; ‘Mireya Pinzón’, la campesina cuya hija es reclutada por la guerrilla en La niña; ‘Yamile Caicedo’, la aguerrida mamá de la cantante Marbelle en Amor sincero; ‘Mafe’, la inquieta estudiante de veterinaria de Tiempos difíciles, o  ‘Rosita’, la secretaria temerosa de Pura sangre, entre otros personajes.

Cuál de todos esos roles más complejos y exigentes. Pero eso es, precisamente, lo que la une a ella con cada una de esas mujeres en las que se ha convertido: la maraña interna. “Me gustan los personajes extraños”, aceptó en entrevista exclusiva con MiREDVista esta actriz, considerada una de las más respetadas y admiradas en la televisión nacional.

Marcela Benjumea.

No en vano ha sido premiada como Mejor Actriz Revelación con su papel en Tiempos difíciles (1995), su primera telenovela; India Catalina como Mejor Actriz Protagónica con Amor sincero (2010); India Catalina como Mejor Actriz de Reparto (2016) con La niña; Premio Macondo a Mejor Actriz de Reparto por la película Sin mover los labios (2017) y estuvo nominada este año por El robo del siglo a los Premios Platino, que premia en España lo mejor del cine iberoamericano.

La bogotana Marcela Benjumea heredó la casta que su padre, Carlos ‘El gordo’ Benjumea, fallecido este año, les legó a ella y a su hermano Ernesto en la buena actuación. A los 16 años empezó sus estudios de actuación en el Teatro Libre de Bogotá, y en 1995 empezó su carrera en la TV con Tiempos difíciles. Desde entonces se ha paseado por todos los lenguajes del arte dramático con su increíble capacidad para transformarse.

Poco dada a la pose y a la figuración, esta actriz que se pasea sin problemas, no solo por la televisión, sino por el cine y el teatro, lleva una vida más bien discreta, sobria. De hecho, ella dice que su vida es bastante simple y que nunca ha sido importante ser famosa. De entrada, advierte que no va a hablar nada de su papá, pues por lo visto su partida de este mundo es un dolor que no supera.

En el papel de Mireya Pinzón, en ‘La Niña’.

A continuación, la conversación con esta revista digital:

Comencemos hablando de Ester, ese personaje retorcido y oscuro que interpreta en ‘La nieta elegida’. ¿Cómo se siente en un rol tan fuerte?

A mí me gustan los personajes extraños. He tenido la fortuna de hacer varios , Esther es la más básica. No tiene principios , ni ética , ni moral. Solo la mueven sus necesidades. Eso la hace peligrosa e impredecible hasta cierto punto.

Sus personajes siempre resultan ser inolvidables y muy marcados. ¿Cómo llegan a su vida: usted los elige o es a usted a quien eligen para ellos?

En una escena de ‘La nieta elegida’, como Esther Daza.

Gracias por eso. Creo que nos atraemos mutuamente. Si no hay un buen guión tampoco hay mucho que se pueda hacer. Así que esos personajes vienen de la mano de grandes libretistas y buenos directores que piensan que yo soy una buena posibilidad. Esa mezcla me da la oportunidad de interpretarlos.

A propósito de ‘El robo del siglo’, acaba de ser distinguida por ese papel ¿Cómo toma los reconocimientos, la fama, las entrevistas?

Creo que uno debe hacer el trabajo lo mejor posible, esforzarse al máximo, hasta el límite. Eso no implica que las cosas salgan siempre bien pero suman posibilidades. Agradezco infinitamente los reconocimientos y me comprometen a seguir trabajando duro, porque que sé, además, que la gente confía en mí. Para mí nunca fue importante ser famosa, eso fue una consecuencia pero nunca un fin. Amo mi trabajo, creo en él. Intento hacer lo mejor posible, no significa que siempre logré lo que quiero, pero me esfuerzo. Siento que dedicarse a la fama quita tiempo a lo fundamental. Yo soy una persona bastante simple. Creo que mis personajes son más divertidos que yo, causan polémica, son problemáticos…la vida de ellos es más entretenida. Mejor hablar de ellos que de mí

Con Andrés Parra y Cristian Tappan, en ‘El robo del siglo’.

Qué tanto ha pesado llevar el apellido Benjumea en su vida?

El fue un actor maravilloso, pero era importante tomar un camino propio. Eso fue duro.

Como es la vida, el día a día, en un hogar en el que el papá, dos hermanos y la cuñada son artistas. ¿Se dan muy duro?

No nos damos tan duro, ¿sabes? Tenemos la fortuna de tener una relación constructiva. Nos ayudamos.

Con su hermano Ernesto, su cuñada Katherine Vélez y eAndrés Estrada en el montaje teatral ‘La invitación’.

¿Qué sigue en la vida de Marcela Benjumea en 2022?

Comienzo a grabar el próximo año una serie en RCN , pero no sé si puedo hablar de eso.

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